Escalante, el corazón que llegó en enero

Llegó en el mercado de invierno procedente de Italia, donde andaba perdido como cedido en el Cremonese por la Lazio, club que se lo ha vendido al Cádiz CF tras la permanencia conseguida en Elche.

Tan pronto como llegó se convirtió en el corazón del Cádiz CF, tanto en el campo como en el vestuario, donde se hizo con los galones que siempre llevará un jugador de su talla. El año pasado se convirtió también en el corazón del Alavés, pero no pudo conseguir la salvación a pesar de que lo dio todo, como en el Cádiz CF, donde hasta se fue a una tienda de música para comprar dos bombos con los que alimentar el horno de Carranza .

Como todos sus compañeros, Escalante atendió a los medios oficiales del club para realizar su correspondiente balance de la temporada 22/23 durante la comida celebrada en Jerez un día después de la permanencia conseguida en Elche.

Su balance de la temporada es el siguiente. «Fue muy positiva, ni soñando podía esperarme el rendimiento que tuve en lo personal. El equipo estuvo muy bien y firme desde que llegué y eso se ha visto reflejado».

Desde que llegó se hizo con un sitio en el once , de ahí que a la hora de elegir un momento se quedé con el inicio. «Me sentí muy bien desde que llegué. Un futbolista gana confianza a medida que juega. Me sentí importante y eso para un jugador es lo más importante. Nos tocó sufrir hasta la última joranda, pero terminó como todos queríamos».

Escalante iba a más y a más hasta que se lesionó en un salto durante el encuentro que al Cádiz CF le empataban al final tras un penalti de Momo. Por eso mismo, el argentino recuerda en el estadio Juegos Mediterráneos su peor momento de la temporada. «El día de la lesión frente al Almería», recuerda.

Ha disfrutado como el que más el ambiente de Carranza. «Me tengo que sacar el sombrero con la afición. Vino mi familia y quedaron con ellos. Se metieron con ellos para alentar en el partido contra el Valencia», recuerda del día del bombazo ante el Valencia que la plantilla compró dos bombos para animar en fondo sur. «Quedaron muy contentos y quieren volver a toda costa. Todos los partidos en casa han sido una locura, se siente de verdad cuando todo el mundo canta y eso nos sirvió mucho, espero que siga siendo así».

El Cádiz CF no es que andase muerto del todo, pero lo que queda claro es que desde que llegó Gonzalo Escalante su corazón volvió a palpitar de gran categoría.