Cádiz - Eibar
(Previa) Marzo llega con la primera final
El Cádiz recibe al Eibar con la necesidad de poner fin a su pésima dinámica
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«Perdiendo contra nosotros se meten en los mismos problemas que los demás» , dijo Mendilibar estos días mostrándole el camino que le espera al Cádiz de no ganar este sábado al Eibar en Carranza. Y ese paso, clave para responsabilizarse de lo que está en juego cada semana, es providencial para que a los de Cervera le cambie la película de golpe y porrazo en mitad de una temporada en la que nunca -salvando la primera jornada en la que perdió en casa ante el Osasuna- se ha visto en una posición tan agobiante. Pero claro, marzo no es lo mismo que septiembre.
El Cádiz necesita una victoria como el comer , pero estando como están las cosas de mal, lo cierto es que hasta se podría dar por bueno el empate dada la distancia que le separa con el Eibar, al que ya se le ganó en Ipurúa en la ida. Los vascos son los primeros perseguidores del Cádiz y tan solo le separan tres puntos. Por tanto, una nueva derrota en casa dejaría a los gaditanos en una situación tan cruda como peligrosa.
Para este encuentro, Cervera no piensa cambiar un ápice de su planteamiento ante el Betis. Sabe que los armeros están más necesitados y es por ello que les volverá a conceder el balón tal y como hizo en la ida, donde el Cádiz venció 0-2 en un encuentro que comenzó siendo un monólogo de Brian Gil y compañía y que desniveló un magistral testarazo de Negredo en lo que era la primera llegada del conjunto amarillo.
Mucho ha llovido de aquel colosal trunfo del conjunto gaditano, que aún vive de ese espectacular arranque liguero donde muchos aficionados soñaban con retos mayores que ahora, y quizás antes también, suenan a cachondeo.
El caso es que la situación del Cádiz debe seguir siendo vista como envidiable. Que le quiten lo bailao a los de Cervera pero vaya resaca más dura ha comenzado a tener desde las campanadas. La fiesta ha sido legendaria, pero bien sabe Dios lo que le está costando levantarse al once.
Porque a los de Cervera le queda un duro combate de por medio. Las victorias honíricas en La Catedral y Valdebebas, unidas a los dos encuentros ante el Barcelona ya forman parte del pasado y tan sólo deben servir para confirmar al equipo que cuando trabaja duro, las cosas salen. Poco a poco, las débiles fuerzas del equipo amarillo comienzan a tambalearse y ahora lo que toca es levantarse, ser un buen encajador y hacer del dolor, virtud. Tras encajar cuatro goleadas seguidas, que se dice pronto, el Cádiz parece haber vuelto a creer en los postulados que fueron derribados por Sevilla, Atlético, Real Sociedad y Athletic. Ha vuelto el bloque, pero no la chispa. Esa que necesita el equipo de Cervera para hacer bueno el trabajo defensivo. Sabedor el entrenador del Cádiz que la importancia del método se basa en una buena defensa, tiene olvidada un tanto a la delantera, que en esta segunda vuelta está brillando por su ausencia.
Sin ir más lejos, Cervera, que tiene arte sin saberlo, admitió en la rueda de prensa de ayer que el punto fuerte de su equipo no es la delantera precisamente, y menos en estos momentos, pero también comentó con lógica que ante el Eibar «lo normal» es que el Cádiz ataque más que contra el Betis por lo que se espera algo más de ambición en el juego del equipo amarillo, que no cambiará su forma de actuar aunque puede que sí se dé algún variante en un once que debe ser parecido al compuesto por Ledesma en la portería; Iza, Cala, Fali y el Pacha Espino en defensa; Jonsson y José Mari en la medular con Álex Fernández apostado a la izquierda, Salvi en la derecha y Sobrino y Negredo como hombres más adelantados.
Con la fe puesta en la defensa y la esperanza en el ataque , los de Cervera esperan de una vez sumar una victoria como mejor antibiótico a la infección que padecen desde comienzo de año.
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