Cádiz Cf
Diego Ribera, energía y estrategia para Sergio
Sánchez Martínez expulsó al segundo del técnico catalán, cabezilla de las acciones a balón parado, en el minuto 79 por lanzar un balón a un adversario
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Dos son mejor que uno, y mucho más cuando la química y la compenetración entre ambos es tan perfecta. Como un fiel escudero que nunca deja solo a su compañero, Diego Ribera siempre apoya desde fuera del objetivo de la cámara a Sergio González en las ruedas de prensa del técnico catalán.
La carrera como futbolista del segundo amarillo no fue tan exitosa como la del entrenador principal, pero fue bastante amplia y con muchos equipos dentro de su dilatada trayectoria. Tras debutar en Primera con el Valencia, Ribera trató de encontrar la estabilidad deportiva, pero no tuvo suerte. Pasó por el Hércules, Espanyol, Ourense, Sevilla, Córdoba o Recreativo en Segunda División, y luego formó parte de cuadros como la Ponferradina, el Orihuela o el Mazarrón, ya en Segunda División B. Se retiró en Tercera defendiendo la camiseta del Ribarroja.
Fue en tierras pericas donde conoció a Sergio y fue en el Espanyol donde ambos comenzaron su carrera conjunta en los banquillos. No se le conoce tanto, pero Diego Ribera muestra pasión, energía y un sufrimiento bastante elevado cuando vive los partidos desde el banquillo. De hecho, fue expulsado en el encuentro ante el Atlético de Madrid.
Según reflejó Sánchez Martínez en el acta, fue expulsado en el minuto 79 por el siguiente motivo: "Lanzar desde el banquillo el balón a un adversario, no estando éste en juego". Una sanción que le impedirá estar en el banquillo del Coliseum la próxima semana, pero que respalda la forma de vivir los partidos que tiene el ribarrojero.
De hecho, ya fue amonestado en el minuto 28 por Mateu Lahoz en el choque contra el Real Betis. En ese caso solo vio la amarilla, y el colegiado reflejó que fue por "protestar una de mis decisiones".
El técnico delega todo el foco mediático a Sergio González durante los partidos, excepto que se vaya a lanzar una acción a balón parado. Ahí Diego Ribera hace acto de presencia y se encarga de colocar y supervisar las marcas si toca actuación defensiva o bien de ultimar detalles si es una acción ofensiva.
Este vaivén en el banquillo no se verá el próximo encuentro de los amarillos debido a la expulsión vista por el ribarrojero. Aún así, ensalzar el papel del segundo entrenador nunca está de más debido al poco protagonismo que adquiere éste cuando se habla del equipo. Diego Ribera, un sufridor nato, un estratega apasionado y una pieza fundamental para el puzle de Sergio González.
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