Conan se volvió enfadado de Eibar

Bajo la portería del Cadiz CF hay un bárbaro. De nombre, Conan , el único que regresó de Eibar malhumorado pese a convertirse el equipo en colíder tras su sensacional victoria en Ipurua.

Que no haya recibido ningún recibido ningún gol en los últimos tres partidos que ha jugado después de volver con su selección, que haya sido considerado por la prensa de su país y la española como uno de los mejores del Cádiz CF ante el Eibar o que su nombre, hasta hace dos días totalmente desconocido en España, ya sea reconocido en el panorama futbolístico nacional le importa realmente poco. Su exigencia le impide flaquear y si ha entrado en un vestuario donde la máxima es 'la lucha no se negocia', la suya es 'el halago deblita'.

Sus declaraciones al término del partido en Ipurua y realizadas a los servicios de comunicación del club resume a las claras los patrones de su filosofía. Para empezar, su rostro era serio, muy serio. Como si eso de ponerse líder de Primera no fuera con él.

Se permitía la licencia de estar «feliz por los tres puntos fuera de casa», pero no mucho más porque «en lo personal no estaba (feliz) por el partido realizado».

Algunos jugadores, como Ledesma, resbalaron de vez en cuando sobre el verde húmedo de Ipurua. Motivo de ello, algunos despejes desacertados del argentino, que fue quien más se cebó con esas acciones que pasaron casi que desapercibidas en la retransmisión del encuentro. Pues bien, ahí estaba él para retomar sus errores. «Me caía mucho para patear durante la primera parte, pero eso no puede ser excusa para los diez o quince despejes espantosos que hice» , manifestó contrariado.

Ya algo más animado el hombre, dejó venirse arriba con la realidad del momento. Pero tampoco mucho. «Estamos rindiendo bien para acercarnos a la permanencia», dijo con los pies en el suelo. Faltaría más.

En cuanto al equipo, Conan cree que todo puede ir a más. «Nos estamos conociendo mejor los jugadores», dijo el exportero de Rosario Central, donde la 'canalla' ya lo echa de menos.