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Chris Ramos, profeta en su tierra

El delantero gaditano se gana el corazón de la afición amarilla a base de trabajo y de ser un ídolo al que admirar para los jóvenes futbolistas en edades formativas

Las notas del Cádiz - Villarreal

Chris Ramos celebra el tanto del empate Francis Jiménez

Pablo Vallejo

Cuenta un pasaje bíblico del Nuevo Testamento, más concretamente Lucas 4:24 y Juan 4:44, que cuando Jesús puso rumbo hacia Nazaret, lugar en el que había crecido, y visitó una sinagoga que había frecuentado anualmente durante su juventud, se topó con el escepticismo de muchos asistentes a la hora de pronunciar su mensaje evangelizador. Una situación que provocó que el Mesías espetara aquello de “nadie es profeta en su tierra”. Una frase que hoy en día es usada de forma masiva pero que, con la llegada de Chris Ramos al Cádiz CF, puede comenzar a ponerse en duda.

Porque el delantero se ha metido en el bolsillo el corazón de la afición amarilla. Y no es casualidad. Sobre el verde no da ni un balón por perdido, y muestra una actitud maravillosa. El primero en defender, en replegar, en presionar y en imprimirle intensidad al bloque de Sergio González. El primero también en aplaudir a Iza Carcelén tras el error del portuense y levantar el ánimo al equipo. Ante el Villarreal, el gaditano tocó el cielo cuando, más listo que nadie y mostrando un olfato de puro goleador, aprovechó un fallo en el despeje de Jorgensen para introducir el balón en la portería y provocar el delirio en las gradas del templo.

Es el segundo gol – el primero fue ante el Real Betis en el Villamarín el curso pasado - para Chris Ramos desde que regresara a su ciudad natal para jugar en el club de su vida: el Cádiz Club de Fútbol. Aquel que defendió en categorías inferiores y que, tras salir de la cantera, continuó defendiéndolo a capa y espada desde la grada del Carranza o de múltiples estadios de la geografía nacional. Dejándose la voz y, al mismo tiempo, soñando con volver a defender los colores que le corren por las venas.

Para ello, tuvo que ir creciendo y quemando etapas: en el Tiempo Libre, luego en el Mercadal menorquín, irrumpir con fuerza en el San Fernando para marcharse al Real Valladolid y debutar en Primera para, posteriormente, volver al barro y seguir fogueándose en Segunda División B en equipos como el Sevilla Atlético o el CD Badajoz antes de dar el salto a la categoría de plata con el Lugo. En el Anxo Carro tuvo un rendimiento excepcional y precisamente eso fue lo que valió para hacer las maletas y volver a casa con los suyos. A Chris Ramos nadie le ha regalado nada para estar donde está, y tan solo hay que observar su actitud sobre el campo para corroborarlo. Juega como si cada minuto, cada segundo, fuera el último con la elástica amarilla. Y ahí están los resultados.

Porque ser profeta en la tierra de uno es muy complicado. Y los datos están para demostrarlo. Tal y como publicó la cuenta de Twitter Cádiz Stats, el último gaditano de la capital en hacer un gol en Carranza fue Pablo Sánchez hace más de diez años cuando el conjunto amarillo navegaba sin rumbo por la categoría de bronce. Fue ante el Betis B. Para encontrar el último tanto en Primera División de un gaditano hay que remontarse a hace más de 30 años, con Javi Germán como protagonista en un duelo ante el Real Burgos.

Chris Ramos gana el salto a Jorge Cuenca Francis Jiménez

Por eso la rabia de Chris al anotar es fácil de explicar. Mirando a la grada, aquella en la que, no hace mucho, animaba para defender al equipo de su vida. Ante el Villarreal fue él el que provocó la felicidad. "Estaba deseando de marcar aquí mi primer gol. Sabía que más pronto que tarde iba a llegar. Desde pequeño me he imaginado muchas celebraciones metiendo en este estadio: irme con la afición, irme con mi familia..., pero al final ha sido una locura".

Una locura que continuaba cuando, instantes más tarde, el delantero realizó una carrera olímpica para aprovechar el no entendimiento entre Jorge Cuenca y Jorgensen. Se anticipó a ambos y el guardameta castellonense solo pudo derribarlo. Penalti y remontada con marca gaditana. Sin duda, una bonita historia a la que admirar en plena prostitución de los sentimientos futbolísticos. En un mercado donde Arabia Saudí ha sido protagonista debido a las multimillonarias inversiones para robar, por ejemplo, a jugadores como Gabri Veiga. Ahora Chris Ramos no es solo un profeta en su tierra, sino que es el reflejo en el que se miran cientos de niños que, en edades formativas aún, sueñan con ser el que provoque la felicidad desde el césped del feudo gaditano. Y, lo mejor, es que esto solo acaba de empezar. Dame a Chris Ramos y a diez más.

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