Cádiz CF
Se busca o no padrino para un nuevo proyecto
La ausencia de un director deportivo o la llegada de otro es aún una incógnita por despejar
Ronaldo, dueño del Valladolid, con Gómez.
No hace falta recordar que el proyecto del Cádiz CF no necesita de hombres que lo lleven porque ya hay dos personas con un carácter y una personalidad tan fuerte que apenas hay espacio para más. El Cádiz CF es un club presidencialista donde las decisiones, todas, pasan por el despacho de Manuel Vizcaíno .
Además, a esto se le une que en el banquillo hay un entrenador con un contrato duradero y que cuenta con plenos poderes dentro de la parcela deportiva , donde aparece una comisión formada por un hombre de club como Enrique Ortiz y otro que aporta su experiencia y sus contactos como Jorge Cordero, hermano del penúltimo director deportivo que tuvo la entidad en la persona de Juan Carlos Cordero, mano derecha entonces del consejero delegado Quique Pina.
La historia es de sobra conocida pero queda resumida de la siguiente manera. Pina es echado por Vizcaíno y a los meses el presidente se quita también de encima a Cordero, al que lo despide de forma improcedente y al que luego se le tiene que indemnizar de una manera suculeta con dinero que sale de las arcas de un club presidido por el sevillano, que antes también se ha cargado de la misma manera a empleados contratados por Pina.
La plaza de director deportivo es ocupada por Óscar Arias, que se encarga de figurar en ese cargo en la temporada del ascenso y en el primero año en Primera hasta que en las puertas del último mercado de invierno Vizcaíno lo destituye disfrazando el despido con una rescisión de contrato más o menos pactada.
El Cádiz CF, en pleno mercado de invierno, se queda sin director deportivo pero poco o nada importa porque Vizcaíno hace y deshace en una etapa en la que vuelve a confiar en Enrique (como años atrás) para coordinar el tema del papeleo con los fichahes,
En un primer momento, Enrique Ortiz es el coordinador del área deportiva que forman también Jorge Cordero y Alberto Cifuentes. Más tarde, el portero jubilado baja a entrenar al filial y se quedan al frente de dicha comisión deportiva el tándem Enrique-Jorge Cordero. Curiosa pareja puesto que hace años, en Segunda B y tras el primer divorcio entre Pina y Vizcaíno, Jorge Cordero pega la 'espantá' en plena temporada y abandona su puesto de director deportivo quedándose el Cádiz CF huérfano en dicha área y a lo que Vizcaíno responde con Enrique, al que no asciende pero al que le da su sitio recordando su papel de secretario técnico. Se sube a Segunda con fichajes como Isaac Nana, David Sánchez, Migue González o Despotovic. Y uno muy importante: el de Álvaro Cervera.
El ascenso a Segunda trae la paz y vuelve Pina, que deposita a Juan Carlos Cordero como director deportivo y al que muchos todavía denomina padre de la criatura que ahora desfila por los campos de Primera. Pero la relación vuelve a marchitarse y Cordero acaba despedido para que Arias llegue al club.
El pasado invierno el Cádiz CF se queda sin director deportivo y así sigue hasta el momento. Poco hace pensar que se den cambios en este momento pero unas informaciones llegadas desde Valladolid cuentan que el Cádiz CF podría volver a contar con una figura que tendría que vérselas con Cervera, que ya ha dicho que está de maravilla con el tándem Cordero-Enrique a diferencia del calvario que pasó con Arias.
Su nombre es Miguel Ángel Gómez , que no seguirá en el Valladolid, club al que ascendió como director deportivo en 2017 en el que fue su primer año en el club pucelano. Dicen que su mala relación con Ronaldo ha motivado su fin a su etapa en Zorrilla.
Gómez conoce a Manuel Vizcaíno, quien según esas mismas informaciones lleva un tiempo hablando con él para que tome las riendas de un proyecto que lidera Cervera. Hasta el momento el club cadista no se ha pronunciado al respeto y preguntado por este medio el máximo mandatario cadista ha preferido eludir la contestación. ¿Tendrá o no padrino el nuevo proyecto Cádiz CF 2021/22? Para saberlo, habrá que esperar.
A Miguel Ángel Gómez le resta un año de contrato, pero el descenso del Valladolid, unido a su mala relación con el dueño le hace quedar libre para negociar en breve su futuro.
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