Cádiz CF
Brotes verdes en Pucela
El equipo de Sergio pudo se vapuleado durante más de 70 minutos pero mostró algunos síntomas de resurrección que albergan esperanzas en la reacción
![Brotes verdes en Pucela](https://s3.abcstatics.com/media/canal-amarillo/2022/09/19/v/1451428723-kTbE--1248x698@abc.jpg)
Se temía lo peor en el descanso Sergio González y tiró de su mano derecha en el campo. Y ese no es otro que Rubén Alcaraz, al que ya utilizó en su etapa en el Valladolid y del que se acordó en el Cádiz CF para su misión imposible de salvar a un equipo roto y moribundo.
Y no le falló. Junto a otro venido de Pucela, Fede San Emeterio, tiró del carro y hasta marcó un gol importantísimo en la victoria que comenzaba a abrir las puertas de la gloria. Ante el Rayo marcron Idrissi y Alcaraz y esos tres puntos le dieron alas al cadismo.
Alcaraz no es solo toque, no . Alcaraz es mucho más. De hecho, es ese jugador todo equipo necesita. Arropa al desamparado, anima al hundido y tira del carro en los peores momentos. Pero al catalán se le ha unido este año un hombre importante, con veteranía y las mismas dotes de liderazgo como es el vasco Zaldua, autor del centro a Negredo para que el vallecano consiguiese una victoria tan injusta como vital para el Cádiz CF.
Tres hombres, tres, salidos del banquillo y que crearon el gol de la victoria con la colaboración de otro refresco como fue Bongonda.
Pero no se engañen. El partido del Cádiz CF fue horroroso y si no es por Ledesma la Tacita hubiera tenido dos semanitas más que caldeadas y con el entrenador en boca de todos. Ese entrenador que suspiró ante los micrófonos de Gol, donde además de admitir el mal partido de los suyos («para algo tenemos portero, que también juega», dijo) también se agarró a esos clavos que también pudieron verse. Esos brotes verdes que brotaron desde el minuto 75 aproximadamente en el que los amarillos dieron un paso adelante.
Porque efectivamente, y tras salir con vida del acoso y derribo al que el Valladolid sometió al Cádiz CF, los hombres de Sergio salieron de la madriguera y se atrevieron a hacer algo que este año tenían olvidado. Se hicieron con el balón, templaron el partido, se defendieron con la pelota y lo más, importante, la tocaron el campo del rival, acechando, acerándose a la portería contraria. Por unos momentos, el Cádiz CF de Sergio recobraba todo el protagonismo perdido durante los primeros partidos y recordaba a ese equipo que fue creciendo con el paso de las jornadas de la temporada pasada. Ese Cádiz CF que no se amilanaba ni en el Wanda, ni en el Nou Camp, ni en el Pizjuán ni mucho menos en Mendizorroza, donde clavó la permanencia gracias a un gol llegado por la banda derecha y con el centro de, ojo, otro lateral, pero en este caso no Zaldua sino su compañero Iza.
Brotes verdes en Pucela que aspiran, de la mano de Alcaraz, a consolidarse de ahora en adelante. Ahora quedan dos semanas para seguir machacando ese fútbol que encadiloó al cadismo el curso pasada. Recuperar ese equilibrio entre la transición y la pausa, entre la furia y el sentido común, entre saber defender y saber atacar. Fueron pocos minutos pero se dejaron ver. Se vio a ese Negredo bajando el balón y cambiando el juego como él solo saba hacerlo. Y resolutivo, por su puesto. Se vio a Alcaraz pidiendo el balón y organizando a sus compañeros, también se dejó ver ese pasito adelante de los centrales Chust y Luis Hernández... Y como no, se vio al mejor Ledesma. En definitiva fue una victoria injusta pero que sirvió para ver de nuevo al equipo saber sufriendo en los momentos malos y lo que fue transcendental, se observó como intuyó que su rival había flaqueado tras no conseguir el gol y con un olfato crucial se atrevió a ir a por él a pesar de que no estaba fluyendo bien con el balón. Hasta ese momento, claro.
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