Cádiz - Athletic
(0-4) Muertos vivientes en Carranza
El Athletic arrolla a un Cádiz en pleno proceso de descomposición y con marcadas y notables ausencias
El Cádiz y Güiza se cuelan en 'The Walking Dead'
Es bueno el trailer de Güiza anunciando en Carranza una nueva temporada de 'The Walkind Dead', aunque menos mal que los de la FOX no estuvieron viendo el Cádiz -Athletic porque quien sabe qué hubieran pensado sobre un posible contagio del jerezano a sus sucesores en el equipo amarillo. Porque a día de hoy, y valga la comparación, el equipo de Cervera parece un muerto viviente en comparación al que acabó una primera vuelta de ensueño. Total, que el mejor trailer de la serie vino de manos de la más cruda realidad.
No es actitud, ni siquiera falta de ganas, es ausencia de equipo, de plantilla. La Primera no es Segunda y si no estás convenientemente preparado basta que se caigan uno o dos hombres del equipo titular que si no tienes una segunda fila más o menos fiable (y el Cádiz no la tiene ni por asomo) todo caerá por su propio peso. Cervera lo sabe y lo sabía, pero hasta el dios del cadismo pecó de conformista en enero por no poner el grito en el cielo y decir claro y alto que lo que tiene no le da a pesar de hacer historia en la Primera vuelta.
No le den más vueltas, no se hagan líos. Ni falta de garra, ni arbitrajes puñeteros, ni otras excusas de lo más variopintas. Que no, que no..., que cuando no se tiene equipo para competir pasa lo que pasa y lo que pasa es que te lo explican a la mínima oportunidad que tienen. Como el Athletic este lunes, como la Real el otro día, o como el Sevilla...
Y a todos estos achaques se le une las dudosas segundas vueltas de un entrenador al que se le ve abatido, ido, sobrepasado. Nadie dirá nada en contra de estos muchachos porque lo han dado todo y lo siguen dando, pero es al palco donde hay que mirar ya que los ha dejado en mitad de una guerra con un tirachinas y un taparrabos.
Tenía tan poquito donde elegir Cervera que por primera vez la gran mayoría de su parroquia dio en el clavo con su equipo titular, donde regresaban Garrido y Alcalá para suplir a Jonsson (lesionado) y Marcos Mauro (sancionado). Además, también volvía el Pacha Espino. que tras su positivo por coronavirus, debía hacer olvidar a Marc Baró o Jairo, que nunca dieron la sensación de aprovechar la ausencia del uruguayo, que no salió muy enchufado después de que Berenguer le robase la cartera en la primera acción del partido que murió en las manos de Ledesma tras un centro sin complicaciones del extremo vasco.
Salió convencido de su momento el Atletic, que en apenas dos minutos ya había pisado el área en dos ocasiones después de sendas internadas de sus laterales, En la segunda, un centro de Yuri fue neutralizado por Raúl García, que cedió a Iñaqui Willliams para que este chutase flojo.
El primero, a los cuatro minutos
Tenía en frente el Cádiz a un Athletic teóricamente cansado tras una sesión de partidos en las dos anteriores semanas en las que alternó Copa con Liga. Pero los actuales supercampeones de Copa quisieron dejar claro desde el primer momento quienes iban a dominar el asunto. Tan pronto, que en su cuarta llegada Álex Berenguer resolvía con clase tras una dejada de Williams, que no intercepta, Garrido y un posterior caño a Alcalá con el que se presentó ante Ledesma para superarlo por arriba poniendo el primer gol de la noche a los cuatro minutos.
El Cádiz CF sumaba su séptimo partido consecutivo encajando goles ante el cabreo lógico de un entrenador que ve como todo lo conseguido se le puede ir al traste por la racanería de un presidente que entiende mucho de marketing, pero de fútbol más bien poquito. Y por desgracia, es él el que ficha. O mejor dicho, el que no ficha.
Puestos por delante ya, los vascos mecieron un tanto el partido, pero no lo suficiente como para que los de Cervera pudieran cogerle el pulso al encuentro. Los de Marcelino, a sabiendas de medirse a un rival herido, movían con rapidez el balón mientras que los amarillos perseguían sombras con la lengua fuera.
No se había llegado al cuarto de hora cuando el Athletic volvía a noquear al Cádiz. Una falta sobre Muniain al borde del área de un Garrido muy lento para que lo se cuece en Primera en lo que era el enésimo acercamiento facilitado por una muralla de humo se convertía en el segundo tanto vasco tras la ejecución de Unai López, que aprovechaba un ligero hueco creado en la barrera entre las cabezas de Espino y Alcalá.
Dos goles en un cuarto de hora y un ambiente gélido se le presentaba a un Cádiz sin fe ni poder de convicción. La mirada perdida de unos jugadores a los que no se cansaba de gritar Cervera presentaban un escenario preocupante con todo un mundo por delante todavía.
Estos leones no entienden de calma y menos de levantar el pie ante un rival que anda mareado de tanto baile. Y a un minuto de la media hora llegaba el tercero después de un rondo al borde del área que resolvía Muniain con un gran pase a Álex Berenguer, que controlaba y a la media vuelta volvía a picarle el balón a Ledesma, que recogía su décimosexto balón de las redes en cinco partidos.
Pudo llegar el cuarto, el tercero de Berenguer, tras un saque de esquina al que salió Ledesma con la mala suerte de que se le escapaba el balón para que el atacante vasco no acertase a rematar dentro de la portería.
Muniaín seguía gustándose entre líneas y servía un balón de oro a Iñaqui Williams, que probaba de puntera a Ledesma para que el argentino se entonase un poco. A esa acción le llegó otra en la que Vesga, de cabeza, perdonaba el cuarto.
El descanso ponía fin a los peores momentos mostrados por un Cádiz CF no ya inoperate, sino convertido en un muñeco de trapo en manos de un equipo con sed de goles y de juego.
Cervera no tenía otra que agitar lo máximo a su equipo y cambiaba por completo su ataque sentando a Perea, Salvi, Negredo y Lozano y dando entrada a Sobrino, Saponjic, Alejo y Jairo.
Con tanto cambio, lo lógico era que los nuevos quisieran agradar desde el primer momento mientras que los dueños del dominio se contuvieran algo en su deseo de gestionar una semana repleta de partidos.
El cuarto, al comienzo de la segunda mitad
Pese a todo, la inercia y la calidad era la que era y en el 53' Iñaqui Williams volvía a rematar al Cádiz tras salir corriendo cual pantera desde el centro del campo a por un balón enviado desde atrás por Unai Núñez. El ariete vasco le ganaba metros por momentos a Cala hasta que levantó la cabeza para batir a Ledesma, al que estaría bien decirle que David Gil también tiene sus opciones.
Los minutos pasaban con pena que gloria para los cadistas, que se libraban del quinto después de que otra vez Ledesma dejase un balón muerto en su área para que le llegase a Muniaín y Alcalá sacase bajo palos Alcalá.
Más que por vergüenza que por ideas, el Cádiz CF adelantaba sus líneas para intentar algo que nunca consiguió: inquietar la salida de balón del Athletic. Pudo hacer el del honor Saponjic, que tras recibir solo no acertó a salvar la salida de Unai Simón, que sacaba una mano para que el serbio no se estrenase como goleador del Cádiz. y en España.
Acababa triste un encuentro donde ni el de la megafonía tuvo el detalle de quitar los cánticos de una afición que se inquieta ante un futuro que debe allanarse tras visitar al Barcelona pero al que no se llegará con lo que se pedía en el mercado invernal.
Y es que uando tu afición se acostumbra como si nada a ver a Fali , que ya andaba justito en defensa, en el centro del campo es que algo no anda muy bien. Los milagros, como el de la primera vuelta, existen, pueden existir, pero pedirles continuidad está feo. Y eso es lo que se ha pedido desde los despachos de Carranza. Y está por ver si se reza...
