Cádiz CF
Aguas revueltas en el Cádiz CF
El enfriamiento en la relación entre Cervera y Vizcaíno alcanzó su punto álgido el día del Valencia en casa, cuando ambos protagonizaron una acalorada discusión
La salida posterior al encuentro en Vallecas y el castigo del técnico a los implicados fue la causa de las desavenencias
El técnico, preocupado «por otras cosas»
Todo comenzó el pasado 26 de septiembre, domingo . El Cádiz cae derrotado en Vallecas ante el Rayo por tres goles a uno. Al día siguiente se hacen virales unas imágenes en la que aparecen varios jugadores del Cádiz CF (Lozano, Marcos Mauro, Sobrino, Akapo, Andone y el excadista Quezada) bailando en una discoteca la noche posterior a la derrota ante el conjunto vallecano.
Desde varios medios de comunicación, entre ellos CANAL AMARILLO, se pregunta al club, a través de su departamento de comunicación, si los jugadores en cuestión tenían o no permiso para salir. La respuesta es que sí, que lo tenían. La decisión de este periódico es no publicar debido a que se considera vida privada de los futbolistas.
Pasan los días y todo estalla el viernes, en la rueda de prensa previa al partido ante el Valencia . Minutos antes de la comparecencia del entrenador, el club, a través de empleados de la dirección deportiva, avisan a Cervera de que podría ser cuestionado por los hechos acaecidos en Madrid tras perder en Vallecas. Ante esto, el técnico se muestra claro. Él no piensa mentir.
Se sienta ante los medios de comunicación y a Cervera se le nota crispado, preocupado y visiblemente enfadado a pesar de que las primeras preguntas no giran en torno al tema en cuestión. Es CANAL AMARILLO quien le formula la pregunta. Y Cervera no se oculta. El entrenador del Cádiz CF dice cosas tales como «esos jugadores no me representan» y lo que fue más serio. «No, no tenían permiso del cuerpo técnico». Y es importante esa matización, la del cuerpo técnico y no la del club porque deja claro que por su parte la postura es clara, no así la del club que preside Manuel Vizcaíno, que ya por entonces se alarma. Minutos después de la rueda de prensa se hace pública la convocatoria para el partido y llama la atención que en la prelista cita a 29 jugadores, es decir, todos los disponibles más varios canteranos.
Al día siguiente el Cádiz recibe al Valencia y una hora antes del encuentro, que se jugó a las seis y media de la tarde, salta la bomba. Se da a conocer el once titular y la convocatoria definitiva en la que Cervera deja fuera a los implicados en la fiesta y suma a dos (Chust y Perea) que no aparecen en las imágenes pero que sí salieron aquella noche. Castigo público, que se suma a las declaraciones previas en las que ya señalaba su enfado por la situación.
La noticia llega al palco de autoridades, en el que se encuentra Manuel Vizcaíno. El presidente no duda en bajar al vestuario -algo que es habitual en todos los partidos-, pero en esta ocasión para pedir explicaciones a su entrenador sobre una decisión que, a su parecer, perjudica a los futbolistas y por consiguiente al equipo y a la imagen que está dando con siete de sus futbolistas habituales sentados en la grada en un encuentro ante todo un Valencia.
La discusión es agria, tensa y muy desagradable. Se escuchan voces y hasta Cervera abandona la sala de entrenadores evidenciando que ahí dentro se ha roto algo. Divorcio total pero no oficial.
Pasa el partido, se empata y en la rueda de prensa posterior Cervera argumenta su decisión con la que, cree, quedará zanjado el asunto. No será así.
Por otro lado, José Mari sale a la palestra por decisión del club para calmar los ánimos, apoyar a sus compañeros y arropar la decisión del entrenador, aunque deja claro que no se trata de algo no tan grave a su manera de ver.
Parón liguero por las selecciones
La Liga se detiene por las selecciones pero las interioridades del club, lejos de calmarse, se encienden más aún. Vizcaíno no habla del tema, ni el club emite comunicado alguno. Pasan los días y vuelve la competición.
El 15 de octubre, viernes , Cervera vuelve a la palestra. Aún quedan rescoldos de la quema y el entrenador decide apagarlos con unas manifestaciones en las que decide tener la fiesta en paz. Exculpa a los jugadores, dice que los ve arrepentidos e implicados y se centra en mantener la unidad y en el trabajo diario para comenzar a sacar resultados. Sin embargo, por la noche, su presidente le culpará de «airear los trapos sucios» en el programa El Larguero de la Cadena Ser. Vizcaíno habla por primera vez de todo esto y no duda en responsabilizar a su entrenador, con el que no se habla desde el día del Valencia. Dice cosas tales como «el error ha sido del club por dar pábulo a algo que sucede en todos los equipos», «los trapos sucios hay que lavarlos en casa» o «se le ha dado más recorrido de lo normal a algo que no es más que una anécdota». La guerra es evidente. Declaraciones enfrentadas, calma tensa en los entrenamientos y dos discursos opuestos.
El pasado miércoles, 20 de octubre , Manuel Vizcaíno visita el entrenamiento en la ciudad deportiva del Rosal y baja al campo para hablar con jugadores, integrantes del cuerpo técnico y dirección deportiva. Con todos menos con Cervera. El distanciamiento es palpable también ya a ojos de los futbolistas.
Y el 22 de octubre, viernes, hay nueva rueda de prensa de Cervera, al que se le vuelve a preguntar por las palabras de su presidente y con las que le culpó de «airear los trapos sucios». El técnico medita su respuesta y prefiere no responder aunque matizando que él no ha aireado nada «porque todo estaba en las redes, en la calle».
El sabado se produce la derrota en el antiguo Carranza ante el Alavés. La grada respalda al entrenador y por no haber, no hay ni pitada al enésimo tropiezo en casa. Le toca hablar con Movistar antes de la rueda de prensa y Cervera deja en el aire que está preocupado, pero no por lo deportivo solo sino por lo que está ocurriendo fuera. Nuevo tirito con destinario evidente.
Ya en la sala de prensa, se reafirma de nuevo. «Estoy enfadado porque hemos perdido y por las dos jugadas puntuales. El equipo está bien y no ha bajado los brazos pero me preocupan otras cosas que prefiero no comentar», manifestó.
Así quedan las cosas
Así están las cosas en el Cádiz CF, o parte de ellas. La relación entre Manuel Vizcaíno y Álvaro Cervera nunca fue buena ni lo será. Tienen personalidades diferentes y opuestas ideas a la hora de llevar un vestuario. Es cierto que tras la destitución de Óscar Arias la cosa se puso mejor entre ambos pero no ha tenido que pasar mucho tiempo para que vuelvan a enemistarse. De hecho, el propio Cervera fue el primero en asegurar que si el presidente está con él será porque así se lo hacen saber desde fuera porque lo que es con él no ha hablado en la última semana. Y eso que coincidieron ambos en El Rosal el pasado miércoles.
Este martes toca partido ante el Villarreal en el estadio de La Cerámica, Los resultados, esos que son el único motivo para que Vizcaíno y Cervera sigan de la mano, marcarán el camino en las próximas fechas.
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