Cádiz CF
Un Bicho con recuerdos de oro
Juanjo Bezares echa una mirada atrás para empaparse de lo mucho que vivió. «Soy lo que soy gracias al Cádiz CF», asegura
Quizás, algunos de los que ahora osan dar carnets de cadista no saben ni de qué jugaba una 'putita de Nervión', que era su insulto para cuando los ultras del Betis se medían a un Cádiz CF que un año antes (2004/05) conseguía el ascenso a Primera con tan sólo dos fichajes (Fleurquin y Mirosavljevic) y dos sesiones del Sevilla (Fredi y un pelado de La Línea que respondía al nombre de Bezares, Juanjo Bezares).
De esos cuatro solo dos fueron importantes en las alineaciones de Espárrago, y aunque el protagonista de estos recuerdos no estuvo en el once de Chapín, sí que fue trascendental en la consecución de ese colchón de puntos que tuvo ese Cádiz CF que al final consiguió el ascenso en Jerez. Porque fue con Bezares y Manolo Pérez en el once cuando se consiguieron esas siete victorias consecutivas que dieron el impulso definitivo al sueño y lo más importante, fue también con ellos dos en el centro del campo cuando más y mejor jugó aquel Cádiz CF que maravilló ese curso.
Vistió de amarillo desde 2004 a 2009, año en las que las tuvo tiesa con otro señor mayor, en este caso, el entonces director deportivo Julio Peguero, que es con quien finiquita su relación con el Cádiz CF precisamente tras un partido en su La Línea natal.
Estos días ha vuelto al templo cadista para atender a los medios oficiales del club. «Cada vez que tengo la suerte de pisar este estadio me hace transportarte en el tiempo a cuando jugaba aquí. Fueron unas sensaciones mágicas. Me sentí aquí como en ningún otro sitio. Recuerdo el debut en Carranza contra el Recreativo de Huelva (0-0), un partido por la mañana con el fondo antigua. Una de las pelotas que robo, la gente empezó a rugir y ahí sentí lo que era Carranza. Cuando piso este estadio se me vienen a la cabeza muchas cosas y, sobre todo, que tenga el pellizquito en la barriga», comienza diciendo el de Guadiaro.
Llegó al Cádiz CF cedido por el Sevilla, donde jugaba en su filial después de criarse en el Guadiaro y pasar a la Balona. «Coincido en un vestuario con veteranos espectaculares como De Quintana o Raúl López, gente con mucha hambre como Velázquez o Sesma. Tenían un gran compromiso con el club. Llego aquí con ganas de triunfar. Era un chavalito gaditano que venía al equipo de la provincia. Todo se juntó para que saliera bien la cosa. Nada más llegar, conseguimos el ascenso», recuerda.
De su memoria saca su llegada al Cádiz CF y la forma en la que se dio. El entonces director deportivo Alberto Benito «se puso en contacto con mi representante. Nosotros jugamos la liguilla de ascenso contra el Castellón, yo estaba en un Sevilla Atlético donde estaba Jesús Navas, Puerta, Sergio Ramos… Ya contactaron conmigo y en mi casa, cuando informo que hay una oferta del Cádiz, la ilusión era enorme. Gracias al Cádiz CF soy lo que soy. Yo salía de un filial, que era como estar en una burbuja. Salí al mundo exterior, ya hay presión mediática. El Cádiz CF es un club con mucha exigencia. No todo el mundo sabe jugar en el Cádiz CF. Hay mucha afición, mucha prensa y hay que saber dónde se viene. La dinámica fue mala cuando llegué porque perdimos los tres partidos, se hablaba de cesar a Espárrago y cuando ganamos en Almería con gol de Oli fue todo rodado. Jugué más de 30 partidos, era mi primera temporada en Segunda y, para mí, era muy grande defender esta camiseta».
Aunque llegó sin ser titular a las últimas jornadas y su nombre n figura en la memoria colectiva del cadismo que recuerda aquel once, el Bicho no niega que se sentía importante en ese ascenso en Chapín porque significaba «culminar el gran trabajo que se hizo durante la temporada. El vestuario estaba muy unido. El compromiso y la actitud era formidable, eso enlazado con la calidad humana del vestuario hizo que llegáramos a jugárnosla en el campo del Xerez. Tengo aquí la camiseta a la que le tengo mucho cariño, está sin lavar. Todavía tiene barro de aquel partido. Fueron unas sensaciones únicas porque devolvíamos al Cádiz en Primera después de tantos años de sufrimiento. Recuerdo el primer aficionado en mitad de la carretera, arrodillado, llorando, y ahí te das cuenta de todo lo que mueve el Cádiz CF y todo el sentimiento que hay detrás de la camiseta».
Hace 16 años militó ese Cádiz CF de Espárrago en Primera. «No pudimos mantenernos. Fue una temporada muy bonita en lo personal por visitar campos grandes de Primera, que era el sueño de todo niño. Quedan las historias, las fotografías, y es algo muy bonito que puedo enseñarles a mis hijos. Ellos me preguntan mucho».
El anecdotario de este singular y apreciado personaje del cadismo rebosa historias, algunas con preciados actores principales como el actual entrenador de Real Madrid, Zinedine Zidane. «A la gente le cuento de broma que le estaba contando un chiste. No es así. Cuando estás en un terreno de juego no puedes estar de cachondeo. Algo pasó en el campo y me comentó en francés. Pero la anécdota queda ahí. Aquella noche fue mágica para todo el mundo porque nos enfrentábamos a todo un Real Madrid y que no nos llevamos la victoria por detalles. Tengo envidia sana de esta temporada que el equipo le ha ganado con solvencia al Madrid, cuando lo vi me acordé de nuestro partido que, con un poco más de suerte, podríamos haber ganado».
Su arrojo en el campo, su garra y su forma de ser hizo que muy pronto pasara a ser uno de los jugadores preferidos de la grada, que incluía al Bicho Bezares en su carismático zoo donde también andaba el 'pitbul' Velázquez. El linense dice guardar cantidad de recuerdos, «Cuando la gente cantaba mi nombre en el estadio es algo que todavía no asimilo. No comprendo que la gente me tuviera tanto cariño. Cada vez que vengo a Cádiz la gente me para por la calle, alguno se quiere echar foto conmigo. Cuando he venido con mis hijos, me preguntan por qué me para la gente. Es bonito ver la cara de mis niños porque según crezcan sabrán que su padre lo dio todo por este equipo».
Bezares tuvo una relación amor/odio con el 'viejo', con el que solía acabar algún que otro entrenamiento haciendo carrera continua juntos y en donde le explicaba los motivos por los que ya no era tan básico en unas alineaciones donde se acabaron imponiendo la veteranía de Roberto Suárez y Andrés Fleurquin. Juanjo sólo tiene elogios para el entrenador de Uruguay. «Víctor Espárrago es una persona muy especial. Yo tenía un gran feeling con él porque solo con la mirada ya sabía lo que me estaba pidiendo. El carácter que yo siempre he tenido, bastante impulsivo muchas veces, hizo domarlo y ponerlo al servicio del equipo. Cuando me veía fuera de sitio me calmaba o me dejaba en el banquillo, sabía llevarme y le estaré muy agradecido por darme la oportunidad de jugar en Primera con el Cádiz CF».
¿Su momento favorito? «De los momentos más bonitos para mí fue el ascenso en Chapín. Veníamos de sufrir muchos años. Volver a Primera era especial. Espárrago siempre decía que era un proyecto de varios años y lo conseguimos en un año. Fue de la noche a la mañana. En un año nos vimos con los mejores equipos de la categoría. El ascenso en Chapín fue de lo más bonito y especial de mi trayectoria en el CádizCF ».
Cádiz en el recuerdo
Abandonó el Cádiz CF a mitad de la temporada que se acaba ascendiendo con Gracia en Irún. De ahí en adelante probó nuevas ligas, países y reunió experiencia sin perder una gota de nostalgia de Cádiz. «Una vez que se sale del Cádiz CF se tiene un gran cariño. Soy de un pueblo del Valle del Guadiaro, que está cerca de Málaga, y allí llega el cadismo pero no tanto. El participar yo en el Cádiz CF ha hecho que muchos niños de la zona fueran del Cádiz CF. Que esté el equipo en Primera hace que los niños de la provincia lo siguen más. Tú hablas con esos niños y te dicen que son del Cádiz CF».
Ya es un cadistas más y asñi vio el último ascenso. «Subir siempre es bonito. Fue diferente a todo lo demás, había miedo cuando se produjo el parón, pero se consiguió y Cervera dijo que uno de los motivos por el que quiere que el equipo se mantenga es para que la gente lo pueda disfrutar».
Le recuerda el actual equipo a su estilo de fútbol que practicó en el Cádiz CF porque «es un equipo bastante compacto, tienen las ideas muy claras. Con los jugadores que tiene y los entrenadores que tiene para esta categoría es fundamental. Ojalá terminemos la temporada lo más alto posible».
Aunque no vive en la Tacita, sí que hace por entablar relación con los actuales inquilinos del vestuario cadista. «Hablo mucho con ellos. Con Garrido y José Mari hablo mucho por su posición, que era prácticamente la mía, sobre todo la de Garri. José Mari es de Rota, es cadista desde pequeño, y lo de Garrido es algo excepcional. Desde el primer minuto ha sentido la camiseta. Los dos tienen un compromiso grande con el club. Son dos pilares del equipo».
Para despedirse su mensaje es claro al equipo. «Que lo den todo. Que sigan igual, trabajando. A todo el mundo le gustaría disfrutar de esta categoría el año que viene. La gente se merece disfrutar de los grandes equipos de España y, sobre todo, de este gran Cádiz CF»