ATHLETIC.CÁDIZ CF

(0-1) Una banda asalta La Catedral

El Cádiz CF se impone con dos jugadores menos al Athletic tras un jugadón del Choco Lozano

Lozano, antes de un remate. LOF

Alfonso Carbonell

01/10/2020
Actualizado a las 23:14h.

Una banda ha asaltado La Catedral. La iba asaltado con once, también con diez, pero ha tenido los bemoles suficientes para asaltarla incluso con nueve, con dos jugadores menos y con un once que levantaría las dudas incluso antes de comenzar cualquier partido que se pudiera disputar en Segunda.

Pero a esta banda le pueden echar once leones encima que se crece ante las adversidades y ante esos, la mayoría de sus aficionados, que creen que no hay equipo para mantener la categoría e incluso de hacer un papel digno. Y puede que estos hombres de Cervera se estén agarrando a ese clavo de la dignidad para gritar a los cuatro vientos que 'qué pasa con nosotros'. Y vaya que si pasa porque la hazaña estuvo cerca de concretarse frente al Sevilla, pero este jueves en Bilbao se ha conseguido y con creces. Lo de este Cádiz CF es sencillamente espectacular.

Aprovechó Cervera la estrechez del calendario para darle una vuelta gorda a su equipo titular y meter hasta a seis novedades que iban desde Ledesma en la portería a Lozano en la punta del ataque pasando por las incorporaciones de Augusto, Akapo, Fali y Malbasic.

Y con un once revolucionado, los de Cervera salieron con el guapo subío y creyéndose más de lo que son en la Nueva Catedral. Y como prueba, en apenas un minuto, el Cádiz CF ya había avisado por mediación de Malbasic , que intentó superar por alto a Unai Simón después de que le llegase un balón franco tras un cabezazo prolongado de Iza, que le ganó en el salto a Iñigo Martínez.

Había dicho en la previa Cervera que si al Athletic imponía su ritmo mal se le daría el partido a los suyos y precisamente por ello, los cadistas intentaron darle a los primeros minutos un toque de dominio que no se esperaban los leones, que poco a poco fueron rearmándose.

Estaba el Cádiz CF bien asentado e incluso discutiéndole la posición al Athletic, que fue ganando esta estadística paulatinamente. Pero no fue a iniciativa del conjunto vasco que llegó el primer acercamiento al área amarilla sino que tuvo que ser una falta de coordinación entre dos debutantes, Akapo y Ledesma, que no se entendieron a la hora de una cesión, la que propició que el cachorro Morcillo cerca estuviera de sacar petróleo.

Fue a raíz de esa jugada cuando el Athletic comenzó a presionar al Cádiz CF. Un centro del lateral Capa fue rematado a la media vuela por Raúl García en lo que fue el primer peligro serio mostrado por los vascos, que apenas diez minutos después volvían a presentarse en el área de Ledesma, que sacó los puños para despejar un centro chut del propio Raúl García.

A pesar del paso adelante dado por el Athletic, los valientes pupilos de Cervera no se arrugaron en ningún momento y los leones tuvieron que esperar hasta la media hora para conseguir meter a los gaditanos en su campo .

Con el equipo ya a la espera, el Athletic tomó el timón del partido para presunta aprobación de Cervera, que en otros momentos y ante otros equipos, hubiera aplaudido el repliegue de los suyos. Pero lo cierto es que el Cádiz CF no sufría y no tenía ningún reparo en conceder más posesión al rival, que tuvo en un balón parado una buena ocasión después de un remate de cabeza blando de Unai Núñez que detuvo Ledesma sin problemas.

Comenzó la segunda parte con un imprevisto grave para el Cádiz CF, que vio en el 47' como se quedaba con un jugador menos por la expulsión de Akapo, que veía la segunda amarilla por una entrada dura a un rival en la que llegaba tarde.

La roja a Akapo , que ya se fue al descanso con una amonestación, no enturbió mucho los planes de Cervera, que retrasó la posición de Iza. Pese al varapalo, a los de Cervera no les tembló el pulso y el primero en tirar del carro fue el Choco Lozano, que con un disparo desde fuera del área a bote pronto casi sorprende a Unai Simón en lo que fue un nuevo aviso del hondureño.

Seguía el Cádiz CF sin inmutarse de la pérdida de Akapo cuando en el 56' Jonsson robaba un balón en campo propio para lanzar a Lozano con un pase por alto librando a un defensor para que el hondureño se inventase una señora jugada que culminó, tras un pase de la muerte, Unai López en propia meta cunado el balón iba camino de las botas del danés. Se adelantaba el Cádiz CF echando mano de sus mejores condiciones: la solidaridad y la velocidad arriba.

Muy pronto se levantó el Athletic, que cerca estuvo de empatar a los dos minutos tras un centro de Muniain rematado de cabeza por Iñaqui Williams a la cruceta. Al rato, Iñigo Martínez veía adelantado a Ledesma y casi lo sorprende de no ser por la rápida reacción del arquero argentino, que con los puños mandaba el balón a saque de esquina.

Comenzaba a sufrir ligeramente el Cádiz CF, que pese a la presión del Athletic seguía presentándose en campo contrario con la entrada de Negredo, que a los 70 minutos de juego se iba a la calle por doble amonestación tras una rigurosa y casera interpretación del trencilla asturiano en su primera amarilla y, después, por un piscinazo del vallecano, que se iba muy triste al banquillo dejando a los suyos con más de veinte minutos por delante para defenderse como gato panza arriba.

Aguantaba sin problemas, y con nueve, el Cádiz CF. Y hasta tuvo la opción de agrandar la distancia después de un gran pase de Alejo a Salvi, que superó con una vaselina la salida de Unai Simón pero no pudo concluir la jugada al llegar dos centrales del Athletic que desbarataron la jugada.

Se cegaba el Athletic con un Cádiz CF amurallado y con las ideas muy claras. Los de Cervera cumplían con nota su cometido mientras que los de Garitano no paraban de errar en sus ataques para desesperación del banquillo local.

Si ya de por sí el árbitro estaba siendo casero , el descuento se decantó por darle otros siete minutazos más a un partido que no tuvo muchos parones. Pero ni aun así pudo el Athletic, que veía como una banda con nueve chavales se llevaban ls tres puntos de una formas más que merecida.