Cádiz - Atlético
Años después, otro Cádiz - Atlético con el banquillo ardiendo
En la temporada 2005/06, Víctor Espárrago salvó su destitución gracias a un empate que alargó la agonía de un equipo que acabó descendiendo a Segunda
A la cabeza de Sergio le han puesto precio. Contactado Bordalás, todo queda a expensas de que el Cádiz CF salve alguno de los 'matchballs' que vienen en camino de aquí al parón liguero de cerca de dos meses que hay con ocasión del Mundial de Catar que empezará en poco más de veinte días. Un mundo para el cadismo en el caso de que su equipo no sume, como mínimo, tres puntos de los nueve que hay en juego contra los tres equipos madrileños (Atlético, Getafe y Real Madrid).
Los rivales son de armas tomar, pero dos son irreales. No es lo mismo lo que se pueda ofrecer contra Atlético o Real que lo que se muestre con el Getafe. Por eso, la final del Cádiz CF de Sergio tiene fecha y es la del próximo 5 de noviembre (14 horas) en el Coliseum Alfonso Pérez. Eso sí, antes podría descabalgar Sergio en el caso de que el conjunto colchonero recién eliminado de la Champios le dé un sopapo tan tremendo que adelante la destitución del entrenador que Manuel Vizcaíno ya tiene meditada tras contactar con el que fuera entrenador del Valencia .
A Sergio se le busca sustituto aunque no se quiera encontrar. Todos en el club desean que la llamada al técnico alicantino nunca llegue a producirse porque eso sería motivo de que el once amarillo ha vuelto a batir sus alas y ha salido a flote. Pero fútbol es fútbol y ya se sabe de qué va esto.
Por eso, si Sergio se sabía ya subido al patíbulo en el encuentro de la sexta jornada en Valladolid, es más que consciente ahora de que se ha vuelto a subir en Vallecas una vez que un Rayo partió en dos a su equipo.
Y el calendario que le viene, como el que le tocó para arrancar el campeonato, es de lo más complicado para salvarse de la quema. Como quien dice, la primera le viene a la frente. Todo un Atlético deprimido en Europa pero fuerte en Liga se presenta este sábado en Carranza con pocas ganas de hacer amigos. Y este Cádiz - Atlético, con el banquillo amarillo hirviendo, recuerda bastante a otro Cádiz - Atlético que se vivió en la temporada 2005/06 con Víctor Espárrago en el banquillo . Las circunstancias eran distintas, pero los momentos pueden resultar similares.
En aquella ocasión la Liga iba llegando a su recta final. Era la jornada 30 y el Cádiz se agarraba al milagro gracias a las actuaciones de Lucas Lobos y poco más. En el banquillo, Víctor Espárrago había perdido el temple, el buen hacer y el gran método que le hizo ascender al equipo a Primera y hacer una primera vuelta liguera en Primera casi que para enmarcar. Pero el equipo se le había roto y dependía en exceso de las genialidades del argentino. En contra llegaba un Atlético no tan fiero como el de ahora. Comenzando por su entrenador, un Pepe Murcia que había sustituido en el cargo a Carlos Bianchi, al que mejoró sus resultados aunque sin poder meter al equipo en Europa.
Pues bien, a ese encuentro llegaba el Cádiz ahogado en la clasificación y con la necesidad de sumar los tres puntos. En puestos de descenso, los hombres de Espárrago llegaban a la cita tras perder un doloroso encuentro en San Mamés con un jugador más ante el nefasto Athletic de Javier Clemente, empatar sin goles en casa ante el Alavés creado por Piterman y otra no menos dolorosa derrota en Son Moix por la mínima ante el Mallorca. Las sensacines y los resultados eran los propios de un equipo moribundo y que pedía a gritos un relevo en el banquillo.
En aquel entonces, Antonio Muñoz gobernaba la nave y ya había contactado con varios entrenadores, entre ellos el gaditano Jose González, que conocía muy bien al mismo equipo que tres años después podía volver a entrenar. Para colmo, Jose estaba sin equipo en ese momento y era un asiduo a los partidos del Cádiz en Carranza. Vamos, como ahora. Idéntico.
Pero esa noche el Cádiz sacó fuerzas de donde no había y acabó empatando un partido que a la media hora comenzó perdiendo con un gol de Kezman. Lucas Lobos empató en la segunda parte y Carranza vibró con su equipo, al que ovacionó en su retirada definitiva a los vestuarios. La conclusión que sacó Muñoz fue que Espárrago se había ganado una bala más.
Otro de los motivos por los que el empresario cordobés sostuvo su confianza en el tándem Espárrago-Soler era que mantenía una gran relación con el técnico charrúa, que en esos momentos atravesaba unos problemas personales y al que le podría haber afectado muchísimo más de lo normal una destitución. Además, era casi un hecho que la confianza era exactamente igual en el trabajo de Luis Soler como en el de su jefe puesto que eran uña y carne por lo que el equipo nunca estaría desasistido en ningún momento debido al estado anímico del uruguayo.
El caso es que ese empate bloqueó la destitución del uruguayo, que se mantuvo en el cargo hasta la última jornada. El Cádiz bajó en la penúltima tras caer en Getafe, otro equipo que espera la semana próxima con la misma guadaña con la que cercenó la existencia en Primera de un equipo que ahora busca algún tipo de revulsivo que igual, como hace años, se encuentra en la grada si desde el banquillo no se demuestra reacción.
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