Xerez - Cádiz
Los aledaños de Chapín calientan motores
Muchos aficionados locales vuelven al estadio con ocasión de un Cádiz que acude sin apenas seguidores
la terraza de un bar cercano a Chapín, llena.
Los aledaños del estadio Chapín calientan los pocos motores que puede calentar un partido amistoso entre dos rivales que no se veían las caras desde que se encontraron en Segunda en una temporada aciaga para los cadistas y salvadora para los locales, que consiguieron salvarse ese año mientras los amarillos bajaban a Segunda B. Después vendría el ascenso a Primera del Xerez y su posterior descenso a los infiernos, de los que aún no ha salido y a donde regresa su vecino para echarle una manita en su 75 aniversario.
Los más incondicionales del club histórico jerezano han querido estar con su equipo tal y como se ha podido en un bar frente por frente con el estadio jerezano. Un ambiente muy distinto de aquellos que se vivieron en los 2000 y los 90 en los enfrentamientos entre Segunda B y Segunda en los que ambas aficiones eran escoltadas por la policía, que se espera no tenga que emplearse dada la causa.
Ya dentro, a los aficionados cadistas se les ha reservado una grada aunque no se espera la afluencia de muchos, máxime cuando a la misma hora hay un Argentina-Polonia a vida o muerte y en abierto para todos.
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