Copa del Rey
Albacete - Cádiz (0-1) Sin complejos
Un solitario gol de Andone da el pase a un Cádiz que luce su sello más conservador ante un 'segunda B' contra el que acaba con cuatro centrales
Sin complejos ninguno. Había que pasar de ronda y se pasó. Más por vergüenza torera que por interés, pero se consiguió el pase y eso es lo que importa. Y se hizo con las mismas armas con las que se ascendió en Alicante hace seis años ya. El Cádiz ha evolucionado una barbaridad en cuanto a trayectoria, pero su fútbol se ha quedado en una categoría que ya ni existe. La prueba más evidente de la racanería de Cervera se ha dado en este encuentro ante un rival de dos categoría menos que le ha visto las vergüenzas a un equipo que no necesita tenerlas. ¿Para qué? Llevará razón, porque la suele llevar, el entrenador cadista, pero desde luego que habrá pocos cadistas orgullosos con el partido de los suyos ante un Albacete que mereció muchísimo más de lo que al final reflejó el marcador.
Como era previsible, Cervera sacó un once inédito esta temporada y en el que no contó con los canteranos que se esperaban (Chapela y Bastida) y sí en cambio con otro que no (Raúl Parra). El resultado fue un equipo serio en su columna vertebral con Haroyan y Chust como centrales; Fali y Martín Calderón en la sala de máquinas y una dupla atacante con mucho currículum como la formada con Negredo y Andone. A los lados, atrás, Akapo y el canterano Parra y como segundas líneas Álvaro Jiménez y Perea, dos hombres con más calidad que profundidad.
Empezó más enchufado el Alba demostrándole al Cádiz que esto no iba a ser la verbena del Villa de Fortuna. Y es que los primeros cinco minutos de partido se jugaron en campo gaditano. Y no sólo eso. Era el 'Alba' el que llevaba la voz cantante manifestando claramente las ideas de los dos entrenadores. Uno, Rubén de la Barrera, un amante del control del juego y del balón y otro, el de las gafas, más partidario de defender... aunque sea ante un equipo de inferior categoría.
El Albacete bailó en los primeros momentos del partido al Cádiz y pudo coronarse si Abrasa, tras marcharse de dos cadistas, está algo más fino ante David Gil, al que salvó con un lanzamiento tan ajustado con el exterior que se fue al palo. Era el minuto siete y los de Cervera no tenían otra que tomarse algo más en serio el partido. Y se lo tomaron, eso sí, sin cambiar un ápice su forma de jugar independientemente que estuviera haciéndolo ante un Primera RFEF, algo similar a lo que era la Segunda B.
Gol de Andone
Poco a poco, el Cádiz fue saliendo de su cueva hasta forzar un saque de esquina en el minuto 20 y que fue botado por Martín Calderón para que Florin Andone, en el primerpalo, se impusiera por alto y cabeceara a la base del segundo palo para conseguir un gol tranquilizador para los de Cervera, que ya se estaban viendo con el agua al cuello.
El gol le daba aire al Cádiz, que no hizo más que recomponerse un poco y no variar su guión. Ni estaba en su casa, ni ante su gente, ni jugaba contra un rival de su categoría. Ganaba y eso era lo que importaba. Así que tocaba guardar la ropa y buscar, por qué no, a un Andone más implicado que nunca. A buenas horas, como El Almendro.
Mejor se pudieron poner las cosas si Akapo, en el descuento de la primera mitad, no remata a placer en boca de gol y en claro fuera de juego, un anterior remate de Andone tras un saque de falta de Martín Calderón.
A la salida de vestuarios, Rubén de la Barrera apostaba por más creación con la salida de Manu Fuster y con mayor profundidad con Johannesson y ese mensaje fue bien captado por los suyos, que a las primeras de cambio ya habían forzado un córner tras una internada por banda de Marc Llinares.
El Cádiz seguía a lo suyo, esperar. Apenas le duraba el balón a los de Cervera, que quizás por imagen hizo dar a los suyos un pasito hacia delante para, al menos, no facilitar la salida de balón del líder del grupo 2 de la Primera RFEF. Pero esto apenas le valió al Cádiz para frenar a su rival unos minutos porque en cuanto salía de la presión volvía a la carga comandados por Fuster, que recibía un buen balón de Llinares para disparar a puerta apareciendo salvador el cuerpo de Akapo, que resolvía una jugada muy peligrosa para los intereses de David Gil.
Visto lo visto, el Cádiz volvió a sus dominios dándole los primeros 30 metros de campo a un rival que seguía creciéndose por minutos. La imagen del Cádiz no era muy agradable, la verdad. Fali rifaba el balón, sus compañeros más de lo mismo. Y a Andone lo que le llegaban eran balones disparados desde atrás hacia ningún sitio para que el rumano se pelease con el mundo, como si no lo estuviera ya...
Para colmo, el Alba apretaba cada vez más y Cervera refrescaba al equipo metiendo a Osmajic, Marcos Mauro y Chapela por Perea, Martín Calderón y Negredo. El técnico apostaba por cuatro centrales a la espera de que el encuentro acabase con su equipo agarrado al larguero. Antes de eso, Andone lo volvía a intentar con un cabezazo desviado tras una falta botada por Álvaro Jiménez.
Cómo estaría viendo el partido Cervera que aun cuarto de hora relevaba en el lateral al joven Parra por Espino, que se colocaba en su carril natural devolviendo al derecho a Akapo. Pues bien, lo primero que hizo el charrúa fue pifiarla con una falta lateral a un contrario, al que le puso su codo en el rostro en una jugada sin mucho peligro.
Pudo sentenciar Sobrino , que había salido por Andone minutos antes, pero definitivamente el manchego no es un hombre de gol. De lo mal que define hace que parezca más complicado de lo que es. Osmajic proundizó por su banda y le dejó un pase atrás que el de Daimiel aprovechó para mandar el balón a las frías nubes de La Mancha. El Albacete se echó hacia arriba en los minutos finales y eso hizo que el Cádiz tuviera sus opciones, como la siguiente en la que Chapela sacó una falta y Osmajic cabeceó para ver como Rosic salvaba con una estirada a los suyos, que minutos después se quejaron al árbitro de no concederles una cesión más que factible de Espino a David Gil.
Con el público muy cabreado con el árbitro acabó un encuentro que sirve para que el Cádiz pase a los dieciseisavos y para reafirmar la nula propuesta de fútbol de un equipo que desea quedarse en Primera con unas armas que, al parecer, no se usan ni en Primera RFEF. Al menos, en el grupo 2, donde el Albacete de un valiente Rubén de la Barrera comanda la clasificación.