Cádiz - Barcelona
Un aficionado sufre un infarto en el Estadio durante el Cádiz -Barcelona
El partido se detiene durante media hora; un operador también sufre un desvanecimiento por una bajada de tensión en
Día duro. Extremadamente jodido en Carranza. De esos que uno nunca espera encontrarse, ingenuo, y menos en un campo de fútbol. Durante un Cadiz-Barcelona donde la fiesta ha de primar sobre todo, la pasión como escape de los vericuetos de la vida.
Se acercaba el minuto 80, poco después de la pausa de hidratación. De repente las miradas se enfocaban a una esquina del Fondo Sur, abajo cerca de preferencia. Los aficionados alertaban del suceso y Pronto irrumpía la Policía Nacional, seguido por los operarios de Cruz Roja.
Un aficionado de avanzada edad sufría un problema de salud aún por determinar y se desvanecía en la grada. Durante casi media hora, los sanitarios trataban de reanimarlo con la ayuda incluso de un desfibrilador que Ledesma transportaba desde su banquillo al graderío. Minutos de desconcierto primero, desesperación después al entender que el tiempo jugaba en contra.
El choque se detenía , primero con los jugadores sobre el verde y luego en el túnel de vestuarios. La tragedia se cernía sobre el Estadio. Para colmo, un operador de Cámara también sufría un mareo y caía al suelo, siendo atendido por los medicos, en esta ocasion sin más historia que el susto.
Aunque se esperaba la suspensión del partido, cosa lógica pues a nadie le apetecía ni lo más mínimo seguir lo que acontecía en el césped, los responsables decidieron la reanudación de los últimos diez minutos más de media hora después. Un paripé que no ocultaba la desgracia.
Esa esquina de fondo Sur casi vacía barruntaba que del susto se había pasado al drama, y esos aficionados, del Estadio a su casa.
En los micrófonos de Cope, Manuel Vizcaíno declara los siguiente. «El aficionado parece haber recuperado el pulso y se lo han llevado a la ambulancia. Lo reanimaban pero no se estabilizaba por eso ha costado más.️ Se va a reanudar el partido, para mi no tiene ningún sentido pero nos debemos al protocolo».
