Cádiz - Deportivo
Lucas Pérez, el verdugo más desgarrador: «Me siento un poco dolido»
El ariete gallego volvió a la Tacita de Plata anotando un hat-trick y recibiendo la ovación de un público al que enamoró en tan solo un año como cadista
![Lucas Pérez pide perdón a la afición amarilla](https://s3.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/canal-amarillo/2024/11/30/Capturadepantalla2024-11-30221035-RSaQk4msxsic0qk3aSJIN0L-1200x840@abc.png)
Una de las máximas en el fútbol es la archiconocida ley del ex. Aquella que advierte de la llegada de un viejo conocido que puede ponerse el disfraz de verdugo. En el duelo del Cádiz contra el Dépor todas las miradas estaban puestas en Lucas Pérez y en su regreso a la Tacita de Plata, un lugar al que el gallego profesa mucho cariño tras el año natural que pasó bajo las órdenes de Sergio González ayudando a los amarillos a conseguir el objetivo de la permanencia.
Aunque no era el único ex que se reencontraba con su antiguo equipo en el terreno de juego, porque la ley también podría haber sido aplicada por Carlos Fernández, que vistió la blanquiazul. Pero no. A este equipo gaditano todo le sale cruz. Y Lucas Pérez, respetuoso y elegante, supo hacer daño a la línea defensiva amarilla y abandonó el estadio cadista como el auténtico héroe del encuentro. A medida que el ariete nacido en La Coruña iba anotando goles, la herida amarilla iba haciéndose mucho más grande y dolorosa.
Tres tantos como tres puñaladas con cariño hacia el escudo que defendió con un gran rendimiento. Un hat-trick al que el público cadista respondió con la ovación más triste que puede dar una hinchada. Porque un jugador al que le tienes cariño está logrando en tu feudo lo que tanto deseas para tu propio equipo. Un cariño que Lucas Pérez devolvió con la no celebración de los goles anotados por respeto y cariño, como el mismo confirmaba en zona mixta tras el encuentro. «Creo que en un año no se pueden generar tantos sentimientos por ambas partes, he hablado con todos y les he dicho que los echaba mucho de menos. Cuando marco el primer gol y escucho que la gente corea mi nombre... es muy bonito poder vivir eso«.
Eso sí, el ariete reconocía que «a nivel personal me siento un poco dolido porque no quiero hacer daño. La afición del Cádiz viene de sufrir, y tienen que estar más unidos que nunca«. Lucas Pérez se atrevía también a lanzar un consejo a todos los sectores del club amarillo, asemejando la situación actual con la atravesada por el Deportivo de la Coruña hace unas campañas: «los tiempos malos se pasan juntos».
Por lo tanto, Lucas se marchaba de Cádiz «muy feliz. Me voy con el cariño de la gente, que me llena de orgullo. Estoy tremendamente agradecido». Además, desvelaba su buena relación con el presidente de la entidad, Manuel Vizcaíno, confesando que se llaman «hermanos» entre ellos.
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— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) November 30, 2024
Min. 90 | 2-4 | Final.
⚽️ Álex Fernández (x2) pic.twitter.com/C70V1kvd40
Y es que el capitán deportivista es un referente en el vestuario. Yeremay, una de las bazas ofensivas más amenazantes de los gallegos, no tiene dudas. «Estaba claro que Lucas Pérez iba a meter goles. Viene de unos partidos que no metía, pero nadie en el vestuario tiene dudas de que es un jugador muy importante. Es el capitán y es el mejor. Estoy muy contento por él«.
Sin duda, el regreso de un jugador muy querido por la afición y que siente Cádiz como un lugar muy especial en su carrera deportiva. Un jugador con una calidad tremenda que la afición amarilla disfrutó de lo lindo y que en la tarde del sábado le tocó sufrir. Al fin y al cabo, Lucas Pérez tan solo ha hecho una cosa: volver a poner de manifiesto los terribles problemas defensivos que sufre el cuadro que dirige Paco López.