Mario Climent, llegar y besar el Santo en el Cádiz

La historia de Mario Climent en el Cádiz CF es de esas que comienzan con música épica de fondo. Como si el principio fuera más correspondiente al desenlace. De las que invitan a quedarte hasta el final para disfrutar de cada giro de guion y de todas sus vicisitudes. No es para menos, porque el futbolista nacido en Xixona ha caído de pie en el cuadro que dirige Gaizka Garitano y está dispuesto a aprovechar cada minuto del que disponga sobre el terreno de juego. Así lo certificó en el Nuevo Pepico Amat. Su brutal golpeo con la zurda pilló por sorpresa a Ian Mackay y a todos los aficionados cadistas que, más allá de ver en el lateral izquierdo un jugador interesante por sus condiciones, no esperaban el zapatazo con el que conjunto amarillo iba a terminar de sentenciar al hasta entonces técnico del Eldense, Dani Ponz. 

Aterrizado hace apenas dos semanas en la Tacita de Plata, Mario Climent debutó con la camiseta amarilla en el amistoso ante el Atlético Sanluqueño y tuvo sus primeros minutos oficiales en el empate contra el Levante, jugando los compases finales tras la inexplicable expulsión de Matos. Lo que son las cosas, porque el Cádiz CF presionó hasta el último segundo y llegó hasta el Comité de Apelación para que el utrerano pudiera viajar con sus compañeros a Elda. Un perdón que jamás se produjo y que, por lo tanto, dejaban a Climent como la única opción en el lateral izquierdo del conjunto cadista. Y, visto lo visto, menos mal. 

Porque Mario Climent, que hace un mes jugaba en Primera Federación defendiendo la camiseta de la Asociación Deportiva Mérida, demostró personalidad, atrevimiento y valentía en su debut como titular en Segunda División. Tiene calidad en su pierna zurda, goza de buena conducción de balón y es perfil claramente ofensivo, ya que disfruta de las incorporaciones cuando el contexto del partido lo permite. Con el 37 a la espalda, el jijonenco puso la guinda del pastel con el golazo anotado en los primeros compases del segundo tiempo. Control y zurdazo para poner el cuarto en el electrónico y sentenciar, si no lo estaba ya, el partido. Una preciosa diana que provocó el la felicidad en forma de piña de todos sus compañeros, que bautizaron de alegría al nuevo fichaje.

Sin duda, una irrupción soñada para un futbolista que, eso sí, debe continuar con su adaptación al equipo y a la categoría. En fases del primer tiempo sufrió en términos defensivos y, a pesar del resultado, el Eldense ha sido el equipo que más peligro ha creado al nuevo Cádiz de Gaizka Garitano. Es precisamente el técnico vasco quién tiene ahora el bendito problema de elegir entre Matos, que está rindiendo a buen nivel, o Mario Climent, que ha levantado la ilusión de todo el cadismo con su carta de presentación en el Nuevo Pepico Amat. Una decisión difícil que a cualquier entrenador le gustaría tener que tomar.

Sea como sea, Climent no olvidará jamás el día que debutó como titular en la segunda categoría del fútbol español. Cerca de cumplir los 23 años, el lateral izquierdo manifestaba a pie de campo en un vídeo subido por el Cádiz CF que era una «importantísima victoria» y cerraba pensando al futuro: «A por el próximo rival». Será el Mirandés, y será Garitano quien elija entre el jijonenco o el utrerano.