Cádiz CF
Goles que rebajan el ruido
La trascendental y tranquilizadora victoria en Castellón trae sosiego de cara al próximo duelo en Carranza ante el Racing de Ferrol
El silencio al que invocó con sus goles en Castellón Chris Ramos debe venir, en el supuesto de que venga para quedarse, como anillo al dedo al entorno de un club que desde que descendió está soportando un ruido insoportable. Ya sea por el mal juego del equipo y el reciente descenso de categoría, ya por la discutible campaña de fichajes realizada después de recibir la ayuda económica de la LaLiga, o ya por las equivocadas o acertadas políticas de sus dirigentes, el caso es que el mayor damnificado de todo ese clima irrespirable estaba siendo el propio equipo, que como se ha podido comprobar en los dos partidos que ha jugado en su casa ha pesado sobre él un ambiente nada propicio para desarrollar el juego al que aspira un entrenador con un método radicalmente diferente al que se ha visto en los últimos años en Carranza.
Iba el conjunto gaditano a Castellón con una presión inusitada para tratarse como era la cuarta jornada. A pesar de que Manuel Vizcaíno es un presidente que da suma confianza a sus entrenadores, sin duda, un nuevo tropiezo en el feudo de un recién descendido hubiera supuesto un nuevo varapalo mental tanto para afición como para equipo. Afortunadamente, los diez minutos colosales de Chris Ramos sirvieron para calmar las aguas en mitad de un mar que seguirá embistiendo con dureza en el caso de que la regularidad no se instale casi de forma definitiva en un equipo al que su presidente respalda a capa y espada.
Además, esta primera victoria de la temporada ha llegado en un momento idóneo. Por capricho del calendario, el partido en Castellón se libraba en lunes y después de un fin de semana en el que el ruido constante que la competición genera por naturaleza había cesado contribuyendo con ello al sosiego que siempre da la falta de noticias, sean del color que sean.
Alejado del frenético y polémico día a día y conseguida esa calma, el equipo, a pesar de ceder un empate ante el colista Tenerife en su último encuentro en Carranza, pudo trabajar en el búnker del Rosal con la paz que toda batalla necesita antes de librarla. Y por lo que se vio en el césped de Castalia, los pupilos de Paco López salieron unidos en pos de una victoria que se veía más bien lejos durante los primeros 45 minutos de juego, pero a la que se llegó desde el orden defensivo, la presión adelantada y el renovado olfato de un delantero que no marcaba desde hace nueve meses. La victoria ha servido para reunir fuerzas en un cadismo que también está llamado a enfrentarse a un ruido nada positivo para el día a día de equipo en construcción.