Cádiz CF
Garitano volvió a brillar junto al resultado
Los cambios introducidos por el vasco determinaron la victoria de un equipo que recuperó solidez defensiva y chispa ofensiva en el final
Más allá de Ontiveros
Pocos reproches se le pueden hacer a Gaizka Garitano, un entrenador que ha cambiado la mentalidad de un equipo que también ha salido, con él, de la zona de descenso, esa que ahora se encuentra a siete puntos tras la importantísima victoria del pasado domingo en Málaga. Es cierto que el resultado es engañoso y que, en su mayoría, se debió a un paso equivocado que el conjunto malacitano dio hacia delante en busca de los tres puntos y que abrió unos espacios que fueron muy bien aprovechados por Melendo y Matos, los dos cambios que hizo el entrenador cadista en la recta final del choque.
El encuentro iba camino del 0-0, pero la gran actuación del nuevo extremo Matos posibilitó que el Cádiz CF sumase tres puntos una semana después de caer goleado en Albacete (3-0). La victoria le daba brillo a un entrenador que, si bien le cambiado la cara al equipo, también ha sido criticado en algunas y contadas ocasiones por planteamientos que no se entendieron por y por cambios que se entendieron menos.
De hecho, Garitano llevaba varios encuentros no dando con la tecla desde el banquillo, pero el pasado domingo le salió una melodía de lo más afinada a pesar de que sorprendió sentando a Ontiveros en los últimos minutos del choque. Pues bien, la jugada no le pudo salir mejor ya que tanto Melendo como Matos, que habían salido en el 78', revolucionaron el ataque amarillo y hundieron la defensa de los de la Costa del Sol, que previamente se habían pegado un tiro en el pie al irse hacia arriba sin demasiado orden.
Es cierto que el cambio de Matos, el mejor del encuentro al ser decisivo, se lo encontró una vez que De la Rosa pedía el cambio por lesión minutos después de haber entrado en el campo supliendo a un desconcertante Brian Ocampo. Más buscado fue el reemplazo de Melendo por Ontiveros, un fantástico jugador que no estaba teniendo su mejor día en su tierra natal.
Los cambios surtieron el mejor de los efectos y Garitano volvía a ganar crédito una semana después de dejar a sus pupilos que bajasen los brazos en el Carlos Belmonte. De aquel encuentro sacó algunas conclusiones que fueron interpretadas en un once en el que no aparecían ya Fali (sancionado), Iza (sancionado) Álex, Chris Ramos o De la Rosa. Y, en efecto, los sustitutos Kovacevic, Zaldua, Álcaraz, Ocampo y Sobrino aportaron el arrojo necesario para endurecer la defensa y darle un cariz más serio a un equipo que hizo largo un partido que acabó siendo ganado por los relevos introducidos por Garitano.