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Fede San Emeterio, de mal en peor
El jugador vuelve a sufrir en su rodilla y las sensaciones no son muy positivas

No fue el día para los amarillos. Y eso que para uno de ellos comenzó siéndolo después de verse en el once titular muchísimo tiempo después y tras restablecerse de las molestias que sufre en su rodilla desde el curso pasado. Su nombre no era otro que Fede San Emeterio, que salía al campo y de inicio para formar parte de un once en el que él sería el pivote dentro del 4-1-4-1 con el que Sergio quiso medirse a un Valencia que solo lo pasó regular durante una primera parte en la que el VAR le concedió un penalti a los amarillos, que bien podrían haberse quedado con uno menos por una agresión de Luis Hernández a un rival en un lance que el árbitro resolvió con tarjeta amarilla.
También en la primera parte ocurrió lo que nadie quería que ocurriese y eso no fue otra cosa que ver llorar a Fede San Emeterio tras notar que algo no iba bien en su rodilla. Apenas no había pasado el primer cuarto de hora cuando el mediocentro cántabro dejaba su lugar a Gonzalo Escalante. Y las sensaciones no eran nada buenas tras ver al jugador cadista sentarse en el banquillo visiblemente disgustado mientras se le aplicaba hielo en su maltrecha rodilla.
Tan mal se presagiaba lo sucedido que hasta el mismo Sergio lo aclaraba en la rueda de prensa posterior al encuentro. «Le mando un abrazo fuerte por esa lesión. Ojalá que quede en nada, pero tiene muy mala pinta», manifestaba un entrenador que si por si no fuera poco lo que ya le ocurría a él, veía como una de sus piezas claves volvía a quedar fuera de juego.
Y es que el calvario para San Emeterio empezó bien pronto esta temporada. Comenzó jugando los tres primeros encuentros, siendo expulsado en el último que jugó antes de su primera lesión en el encuentro frente al Almería en casa de la tercera jornada. Después, al ex del Racing y Sevilla, entre otros, le tocó guardar mucho reposo para que su problemático cartílago pudiera restablecerse hasta que hace poco volvió a las convocatorias y finalmente al once frente al Valencia. Sin embargo, y por desgracia, a los pocos minutos de juego pedía el cambio, se tocaba la rodilla y abandonaba el campo entre lágrimas. Mala pinta.
Esta temporada el futbolista cántabro tan solo jugó en los tres primeros partidos y a partir de ahí comenzó a recuperarse de una lesión que parecía haber quedado atrás pero que ahora puede dejarle de nuevo en el dique seco.