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Encuentro cadista en Yakarta
Alejandro Varela recibe la visita inesperada de un fanático al fútbol durante su estancia en Indonesia, donde se encuentra con la selección de Irak
Los hombres de Jesús Casas en Irak
Imaginen que va por la recepción de un hotel de Yakarta y escucha un vocinazo que reclama su atención porque suena su nombre. De locos, ¿no? Pues eso mismo le ha pasado al exjugador del Cádiz CF Alejandro Varela durante su estancia en la capital indonesia, donde se encuentra la selección de Irak para jugar un partido clasificatorio para el Mundial 2026 y de la que él es segundo entrenador a las órdenes de Jesús Casas.
Entre risas, Varela cuenta la escena. «Pues nada, bajaba yo de la habitación para una sala de reuniones a la que se llegaba por un pasillo largo que daba a la recepción cuando de repente escucho a lo lejos '¡Varela!' y me acerco a un aficionado que se acababa de levantar de un sofá y que venía acompañado por un amiguete. Cuando ya les saludo me veo que saca de una mochila una camiseta... del Cádiz... y que cuando le da la vuelta veo que lleva mi nombre», comienza diciendo aún con la sorpresa en el cuerpo.
«Para mí que se trataba de una sorpresa o de una cámara indiscreta de esas», se ríe desde la verdad Varela, que prosigue con la narración del momento. «Es que era la camiseta de Primera, esa que pesaba tanto», detalla el ayudante en Irak de Casas. Al ser preguntado si es posible que fuera una de las elásticas que él mismo vistió aquel año en Primera con Espárrago sigue bromeando aunque se queda sin respuesta. «Jajajaja. ¿Te imaginas? ¡Que fuera una de esas que igual tirábamos al público y que el amigo estuviese allí? Jajaja», se pregunta antes de aclarar que se trata de «un coleccionista, muy futbolero y un apasionado de la Liga española; tenía de muchos clubes y de jugadores que él tenía idolatrados y por lo que se ve, yo era uno de ellos». Ante esto, se le cuestiona qué tipo de jugadores de esa época mitificaba este seguidor indonesio. «Pues los típicos: Messi, Cristiano, yo... los top», contesta riéndose.
El nuevo amigo de Varela se llama Gibran y, en efecto, controlaba mucho de la liga española y en el momento del encuentro se le notaba «estar alucinando, como nervioso», asegura Varela, que no miente al decir que él también estaba «asombrado y hasta un poco nervioso creyendo que podía ser una broma» hasta el punto de que no paró de preguntarle si de verdad no era algo preparado para algún programa de humor.
Pero no, no lo era. Es más, la cosa se puso más friki aún cuando Gibran comenzó a sacar estampitas de la época en la que Alejandro vistió los colores del Hércules y del Cádiz. Por tener, este futbolero de Yakarta tenía cromos de David Valle, preparador de porteros de Irak y que en su época como futbolista defendió las porterías de Terrassa, Poli Ejido, Córdoba, Hércules, Badalona o Nástic.
Y así, con una sonrisa, afrontará Varela este jueves el encuentro ante Indonesia en Yakarta, donde ya sabe que tiene más que un seguidor, un nuevo amigo.