pan y circo
Dudas sobre el plantel
'No hay gol. Y sin goles no hay triunfos'
Charla previa a un entrenamiento.
Consumado ese retal, ese remedo, ese pellizco de nostalgia, que es el actual Trofeo Carranza, que siempre pusiera grandioso broche al verano gaditano, estas avanzadas calendas estivales nos arrojan al inicio de una nueva competición.
Aunque hayan transcurrido casi tres meses desde el final de la aciaga campaña anterior, el tiempo parece que se angostase, que se exprimiese y, casi sin darnos cuenta, ya estamos convocados para una nueva sesión de ilusiones y padecimientos, de alegrías y sufrimientos. Que otra cosa no es la Liga. Y ésta que vamos a inaugurar el viernes frente al Zaragoza se presume en extremo ardua y complicada.
No se sabe si por razones estrictamente económicas o por mero convencimiento deportivo, el caso es que se ha optado por la general continuidad de una plantilla que fracasó con estrépito durante el pasado curso, en el que se consumó un descenso que ya venía anunciado desde mucho tiempo atrás. Un plantel que arrojó la sonrojante cifra de veintidós partidos seguidos sin ganar a nadie, que evidenciaba tremendas carencias en todas sus líneas, sobre todo en ataque, que a pesar de que la salvación la tuvo a mano hasta el último momento no fue capaz de agarrarse a ella, no es un plantel que ofrezca mínimas garantías para esta nueva andadura por segunda división.
Tal vez se tenga la esperanza de que muchos jugadores recuperen un estado de forma que, por unas razones u otras, nunca pudieron ofrecer la pasada temporada. Si es así, sería una apuesta demasiado arriesgada, amén de conservadora. El partido frente al Lazio nos puede dar una idea de la tónica que nos espera: no hay gol. Y sin goles no hay triunfos, y sin éstos empezaremos a tener problemas clasificatorios. En vanguardia se advierte una escasez preocupante de efectivos, donde sólo se cuenta con Chris Ramos y Roger, de los que siempre es digno de alabar el tremendo trabajo y sacrificio que aportan, pero de los que siempre hay que lamentar la escasa puntería con el marco contrario. Que las carencias no se adviertan y ganemos muchos partidos.
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