Y ahora, dos partidos en casa: «Esto hay que cambiarlo ya»

La derrota en El Alcoraz puso de manifiesto que ese famoso bloqueo mental, que a estas alturas suena más a excusa bonita que proclamarse como único problema de los amarillos, también existe lejos de los condominios gaditanos. El conjunto de Paco López regaló un encuentro digno de ser olvidado y guardado en un cajón para el resto de los días. Una nueva actuación horrible que deja al Cádiz CF como un equipo débil y frágil en una categoría que no perdona. El verdugo de esta semana, el Huesca, no tuvo que realizar un partido excelso para llevarse los tres puntos y encender todas las alarmas en la Tacita de Plata.

Porque el resultado cosechado en tierras aragonesas preocupa y mucho. Por un lado, elimina ese argumento de peso que se ha repetido hasta la saciedad en las últimas semanas y que explicaba la presión sentida por los jugadores cuando actúan de local. Puede ser, pero El Alcoraz no es precisamente el estadio de la categoría que más apriete y, aunque había aficionados cadistas, los oscenses eran mayoría.

La realidad es que ahora el Cádiz afronta dos encuentros consecutivos en el feudo amarillo: contra el Málaga CF el próximo sábado 12 de octubre y ante el Racing de Santander el domingo 20. Y debe ser ahí cuando el cuadro de Paco López cambie el rumbo superando sus miedos como anfitrión o, por el contrario, sumar más derrotas provocaría un ambiente irrespirable y, en consecuencia, generaría una barrera mucho mayor entre aficionados y club.

Cuestionado por la dinámica del equipo, David Gil respondía a los micrófonos de LaLiga Hypermotion TV tras la derrota frente a la SD Huesca y expresaba que «tenemos la experiencia del año pasado y puede suponer un lastre. Esto es muy largo, pero esto hay que cambiarlo ya. Hay que sumar de tres ya«. El reflejo verbal de las necesidades futbolísticas de un Cádiz que, en estos momentos, debe olvidarse de entrar por los ojos y directamente entrar a ganar los partidos para disipar dudas. Solo desde las victorias el bloque adquirirá la confianza y personalidad necesaria para crecer en el estilo de juego.

El guardameta getafense también reconocía a pie de campo que «es una derrota que duele. Siempre duele, pero hoy un poco más«. Y es que las cosas nunca le salieron al Cádiz en El Alcoraz. Y a esto hay que sumarle el empujoncito ofrecido por el árbitro al conjunto local con la señalización de dos penaltis muy polémicos, sobre todo el segundo de ellos, que nace por un agarrón de Fali dentro del área. Una pena máxima que debería sancionarse unas cuarenta y cinco veces por partido según los criterios de Pérez Hernández. Sielva falló el primero, pero no desaprovechó el segundo regalo con un disparo firme ante un David Gil que poco pudo hacer.

«Hemos intentado crear ocasiones, pero no nos han salido las cosas. Luego, los dos penaltis en contra nos han mermado mucho. Muy fastidiados por el segundo gol nada más empezar la segunda mitad, que nos lo ha puesto todo más cuesta arriba», manifestaba el portero del Cádiz CF, que si fue más señalado en el segundo tanto oscense ya que pudo achicar mucho más a Patrick Soko y optó por un manejo de la situación muy conservadora bajo palos.