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Dos que sí, pero que no
Kouamé y Ocampo se resisten a jugar en Segunda aunque el Cádiz CF, en un principio, dice no facilitarles la salida
Este Cádiz CF, por mucho o poco que digan sus dirigentes, o sea, Manuel Vizcaíno, está cogido con alfileres. Parece que no, por eso de que en la plantilla de Paco López hay muchos jugadores con experiencia en Primera, pero los amistosos están dejando en evidencia esa teoría. Y sobre todo, lo más importante, poner los cimientos de un equipo que debe salir a luchar por el ascenso a Primera en una base adherida al fracaso de un descenso es, cuanto menos, arriesgado. Por no hablar de la poca o nula ilusión que transmite en una afición cada vez más separada de las formas de hacer de su club.
Y en esas que dos de los jugadores más prometedores del Cádiz CF, Brian Ocampo y Rominigue Kouamé, parece que están y que no están al mismo tiempo. Lo más triste es que así llevan desde que prácticamente se pusieron la elástica amarilla; el primero, desde agosto de 2022 y el segundo, desde septiembre de 2023.
Sin ninguna duda, ambos futbolistas están dotados de calidad y talento y eso se aprecia cada vez que están por la labor de demostrarlo. Igual que está fuera de toda duda que ambas personalidades no son nada fáciles de gestionar. La adaptación al medio es algo que no lo llevan bien y ahora, con el club descendido, más crudo se va a poner el asunto.
Tanto uno como otro tienen contrato en vigor con el Cádiz CF y tanto uno como otro tienen las puertas cerradas del club a menos que venga una oferta cuantiosa por cualquiera de ellos. Y si no cuantiosa, que venga al menos porque ya se sabe que eso de la cláusula es una milonga de las gordas. Que se lo pregunten a River Plate, que se ha llevado a Ledesma por menos de la mitad que decía su cláusula. O eso al menos es lo que ha filtrado a la prensa de su país. Aquí, en Cádiz, mutis por el foro.
Volviendo a la situación del jugador africano del Cádiz, Rominigue Kouamé tenía una cláusula de salida -en caso de descenso- por la que podía salir del club antes del 15 de julio en el caso de tener alguna oferta en firma de algún club. Pues bien, ese tiempo ha pasado y ahora deberá quedarse tal y como el contrato dice, que ya se sabe que lo que diga el contrato de un futbolista puede tener menos valor que lo que diga el presidente del gobierno español.
No hay que ser muy ducho en la materia para creerse que Kouamé no quiere seguir en el Cádiz CF. Por las sensaciones que ya demostraba en Primera cualquiera podía intuir que el jugador nacido en Costa de Marfil y con pasaporte maliense no se encontraba del todo bien en el vestuario por lo que ahora en Segunda la cosa seguramente no habrá mejorado en exceso. Además, la cuenta @solofichajes123 confirma esas intuiciones y asegura que el mediocentro no quiere jugar ni en el Cádiz CF ni en Segunda. Por tanto, una de las piezas en la que Paco López tiene más confianza para hacer jugar a su equipo no se encuentra muy implicada en el proyecto causándole un grave perjuicio al sistema del entrenador valenciano, al que se le agota el tiempo antes de apuntalar todo para el comienzo del campeonato el próximo viernes 16 de agosto ante el Zaragoza en Carranza.
Y si la palabra de Pedro Sánchez vale poco, tampoco es que la del presidente del Cádiz CF pese mucho. Ya se sabe que Manuel Vizcaíno suele señalar a la cláusula del jugador como punto de partida para la salida de cualquiera de ellos, pero todo indica a que si los representantes de Kouamé se cuelan en Carranza con una oferta cercana a los 2,5 millones de euros que costó al Cádiz CF el jugador africano será historia.
Su país le espera
No muy diferente es la situación de su compañero Brian Ocampo, un desperdicio en Primera a pesar de ser el jugador con mayor calidad de la plantilla. El internacional uruguayo al que Bielsa llamó para la Copa América para no hacerle jugar ni un sólo minuto llegó hace dos campañas al Cádiz CF por una cifra cercana a los tres millones de euros pagados al Nacional de Montevideo, que tiempo después lo vuelve a requerir tras ver que no termina de aclimatarse a Europa.
Primero por una lesión de rodilla que lo lastró y con la que ya venía y después por problemas de adaptación y nostalgia a su país y su gente, el caso es que Ocampo no ha tenido nunca continuidad ni regularidad a pesar de demostrar que lleva mucho fútbol dentro tal y como ha demostrado con algún que otro gol que hacía de la forma más sencilla. Pero no, por una cosa u por otra, Ocampo nunca ha sido una realidad en el tiempo.
Para colmo de males, la relación que mantiene con la grada no es la de un jugador muy implicado que se diga. A sabiendas de su juventud y la querencia que le persigue de añorar a su familia, no puede decirse que Ocampo lo esté pasando muy bien en España, de ahí sus continuos guiños al equipo del que llegó, el Nacional de Montevideo.
Tampoco en Arcos dejó una imagen muy amigable cuando, a la salida del estadio arcense, apenas se detuvo a firmar autógrafos o a dejarse retratar por los más pequeños que esperaban a la salida del estadio la presencia de los jugadores del Cádiz CF en su camino al autocar.
Así pues, dos de los jugadores con más calidad del equipo tienen por delante un mes de agosto para tratar de convencer a un club que no quiere facilitarle la salida bajo de ninguna manera ya que son dos bastiones importantes en el proyecto. El mismo tiempo le queda a Paco López para tratar de persuadirles y hacerles ver que van a ser dos piezas fundamentales en un equipo que necesita de calidad para diferenciarse y darle razón de ser a la llegada de un míster que quiere alegrar a una afición que, a día de hoy, se debate entre el aburrimiento y la falta de ilusión.
De momento, ambos jugadores están teniendo una pretemporada algo lenta. Y es que en el caso de Ocampo debutó en un amistoso el pasado domingo en Arcos mientras que Kouamé aún no lo ha hecho producto de las molestias.
