Dieta estricta en enero para rebajar el peso de una plantilla obesa

El mes de enero viene de la mano de las dietas, y en el Cádiz CF, también. No queda otra para un equipo que sigue cayendo en barrena desde hace más de un año y por el que han pasado tres entrenadores. El último de ellos, Gaizka Garitano es el que intenta impedir que este barco se termine hundiendo en la Primera RFEF, la extinta Segunda B de la que se salió con Locos por el Balón. Eran otros tiempos, pero el pasado siempre vuelve y se espera que en esta ocasión no vuelva a presentarse.

La idea de este mercado de invierno, desde el primer momento, no ha sido otra que rebajar el peso de una plantilla sobrecargada por jugadores que ya habían cumplido una etapa y, por lo que parece verse, van a seguir escribiendo capítulos dadas las renovaciones que el club se plantea.

Al margen de ellas, también se plantean dar bajas. Y es que se necesitan para hacer sitios a los refuerzos que están llegando y están por llegar desde la Primera RFEF, categoría que ahora mismo está siendo el caladero donde el Cádiz CF está echando su triste caña de pescar.

De momento, del club cadista solo ha salido un jugador que estaba siendo utilizado tanto por Paco López como por su sustituto. Es verdad que el adiós de Alejo debió ser mucho antes de lo que ha sido, pero tan cierto es eso como que era uno de las piezas básicas que todo entrenador que ha pasado por aquí empleaba en su organigrama táctico.

Al vallisoletano le deben seguir muchos de sus ya excompañeros. La lista es amplia porque amplia es la plantilla que se ha decidido acortar. Los canteranos De la Rosa y Paquito Mwepu no seguirán. A ambos se les busca un destino en la misma categoría donde se pescan refuerzos. La idea inicial es cederlos, pero no se descarta la venta de ninguno si viene una oferta medio interesante para una directiva que dejó partir a Etta Eyong a las primeras de cambio.

Alarcón también tiene pie y medio fuera. El chileno parecía tener algo más de crédito con un entrenador más férreo que el anterior, pero su pelea a puñetazos con Kouamé, otro al que se le busca salida cuanto antes, le ha puesto la guinda a un pastel tan envenenado como el de su compañero, que no amigo.

A los dos mediocentros anteriormente citados se le une otro que no ha encontrado su mejor versión desde que justo renovó con el Cádiz CF tras su gran mitad de temporada con Sergio y que finalizó con la permanencia en Primera en el campo del Alavés. Desde entonces, el argentino se ha dedicado a 'sestear'.

Por último, y tras la llegada del central Iker Recio, se atisba la salida de Glauder, el defensa que llegó procedente del Albacete y que no ha tenido mucho éxito en el campo vestido de amarillo.