cádiz cf
El despertar depende de ellos
Hombres como Fali, Ocampo, Escalante o Chris Ramos tienen que dar ese paso adelante necesario para creer
Está más que claro que esta temporada no está siendo la del Cádiz CF. Con algunas que otras excepciones, muy contadas e intermitentes, no lo está siendo prácticamente para ningún jugador del equipo amarillo. Apenas se puede destacar a tres o cuatro futbolistas que se pueden salvar de la quema, si bien el rendimiento de estos mismo ha ido bajando con el paso de las jornadas. Estos nombres propios pueden ser Rubén Alcaraz, Iván Alejo o Chris Ramos. Y ya está. De hecho, de estos tres solo uno de ellos mantiene la etiqueta de titular indiscutible en un equipo donde se han borrado la mayoría, de ahí que el mediocentro catalán se haya mantenido en el once de manera tajante ya que lo que tiene alrededor no lo mejora. Tras la lesión de Maxi Gómez en San Sebastián se le abrirán otra vez las puertas de la titularidad a Chris Ramos, el máximo goleador del conjunto gaditano a pesar de que no marca desde el pasado mes de diciembre que lo hiciera en Las Palmas. Si se quiere ser optimista, habrá que destacar que el ex del Lugo viera de nuevo puerta el pasado viernes gracias al amistoso en Carranza ante el Como italiano, de la segunda división italiana.
Menos opciones tiene de volver al equipo de inicio Alejo, que ha visto como Robert Navarro y Rubén Sobrino se han convertido en los favoritos para las bandas de un ataque cadista deprimido.
Sin embargo, a este Cádiz CF se le espera que se le pueda unir a la causa otros jugadores que en otros tiempos representaron la columna vertebral de un equipo que necesita despertar cuanto antes si lo que quiere es no acabar con sus huevos en la Segunda División.
Inexplicable. Esa es la palabra que muchos expertos en la materia podrían escoger para definir la situación por la que pasan jugadores determinantes en el pasado y que este año han resultado ser un completo fiasco. De hecho, la mejor explicación para entender la mala temporada del Cádiz CF podría ser la del bajón de rendimiento de jugadores en lo que se confiaba plenamente para alcanzar el objetivo de la salvación.
Además, lo más desesperante del asunto es que todos esos jugadores se encuentran bien físicamente, o al menos no han caído en las lesiones que sí lastraron a Roger Martí, Luis Hernández, José Mari o Fede San Emeterio.
Casos enigmáticos
Sin duda, al jugador que más en falta se le echa, a su mejor versión, es al centrocampista Gonzalo Escalante, un futbolista que pese a no haber estado lesionado prácticamente nunca durante toda esta temporada ha sido totalmente intrascendente este año. El ex de la Fiore o Alavés fue crucial el año pasado para que el Cádiz CF de Sergio consiguiese la permanencia en Primera. Su juego, sus ganas y ese ímpetu con el que contagiaba a todos sus compañeros han desaparecido por completo en unas actuaciones tan insulsas como poco productivas. De lo que fue un titular indiscutible se ha pasado a suplente a pesar de las muchas oportunidades que ha tenido tanto antes con Sergio como ahora con su compatriota Pellegrino. Su caso es un enigma para desesperación de una hinchada que vibró con él en tiempos pretéritos ya olvidados.
Otro compañero que ha bajado ostensiblemente su rendimiento es Fali, otro de las mismas características similares que Escalante cuando se trata de motivar a la afición y enganchar al resto de futbolistas. El central valenciano comenzó la temporada titular por derecho propio aunque no tardó en aminorar la importancia en un equipo donde ahora es suplente tras el despertar de Víctor Chust y la irrupción del internacional sirio Ousou. Lo de Meré es un caso conocido puesto que no parece buscarle una solución al problema de su sobrepeso que ha motivado su vuelta al banquillo. Que la mejor versión de Fali volviera sería una magnífica noticia para darle al equipo ese empaque necesario para hacerlo reaccionar.
Chris Ramos ha vuelto para quedarse después de la lesión de Maxi Gómez, que le quitó la titularidad en los últimos cuatro encuentros. El ariete gaditano ha vuelto con ganas y más entero tras ese descanso por decisión técnica que le habrá permitido refrescar la cabeza y las piernas. De sus goles depende su equipo.
Otro caso misterioso como el de Gonzalo Escalante es el de Brian Ocampo, que tras operarse la rodilla hace un año nunca ha vuelto a ser ese extremo desequilibrante que apuntaba ser en sus primeros encuentros como jugador del Cádiz CF. Sin Machis en los planes de Pellegrino, el extremo charrúa era la bala idónea para marcar las diferencias en una delantera sin instinto, sin chispa y sin gol.