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Derrota bajo guion con nuevo papelón del VAR (2-0)
Justa derrota del once cadista, que cuando parecía meterse en el partido quedaba noqueado por la enésima decisión rearbitrada
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No es nuevo decir que este fútbol ya no lo conoce ni la madre que lo parió. Porque sí, es posible que fuera offside de Chris Ramos, pero lo que vino después no tiene nombre. Bueno sí, un sinsentido para todos los amantes del fútbol de siempre. El Cádiz no estaba mal hasta que mediada la segunda parte quedaba noqueado tras verse con un jugador más por clara expulsión de un rival y darse cuenta que no, que este fútbol de hoy en día traduce en esperpento lo que debería ser la normalidad.
La derrota en Anoeta podía contemplarse en el guion de este Cádiz que quiere renacer y está en ello, pero con lo que no se contaba es con el papelón estelar del VAR, que volvió a cruzarse en el camino de un equipo que este año no parece contar con presunción de inocencia en el estamento arbitral.
Mauricio Pellegrino premió con la continuidad a los mismos once jugadores que le dieron su primera victoria la anterior jornada ante el Atlético de Madrid. Era lo que mandaba el guion a pesar de medirse a un contrario que hace del trato del balón y de la posesión su razón de ser. Sin embargo, como este renacido Cádiz ha comenzado a discutir la pelota, el técnico argentino quiso no cortar de raíz lo que parece le está funcionando desde el día del Celta en Carranza.
No ganaba la Real en su estadio desde finales de noviembre del año pasado que lo hizo al Sevilla, pero llegaba con algo de moral tras su remontada en Los Cármenes con la que apuntaló al Granada. Gran ambiente en Anoeta, que se niega a bajar los brazos tras las dolorosas eliminaciones en Copa y en Champions ante Athletic y PSF, respectivamente.
Y por esas ganas de darle cuanto antes una alegría a su parroquia, los de Imanol Alguacil salieron dándole al partido un ritmo vertiginoso sobre el tapete del Reale Arena al que se apuntó sin pensárselo el Cádiz. A pesar de ello, fueron los locales los que primero llamaron a la puerta rival tras un magnífico pase filtrado de Oyarzábal a Becker, que le ganaba con facilidad la carrera a Iza pero que disparaba desviado obstaculizado por el lateral portuense.
No pudo coger ni aire Iza, que al instante del anterior lance veía como Javi Galán le llegaba por su banda como el Séptimo de caballería para volver a meter el balón al área amarilla.
Faltaba por entrar en juego Brais Mendes, que lo primero que hizo fue asistir al primer toque a Oyarzábal para ver como Ledesma salía a los pies del internacional español para apagar el fuego que cada vez avivaba más el once txuriurdin. Al minuto, que ya era el 12', de nuevo el ex del Celta reaparecía para disparar desde lejos un zurdado que Conan enviaba a córner con buen criterio después de ver como el balón le botaba a medio metro.
Pasado el primer cuarto de hora, los donostiarras ya eran dueños del balón ante un Cádiz que sabía aguantar a la espera que los de Alguacil bajasen alguna marcha porque lo cierto era que cada vez olían menos el balón.
Se metía cada vez más en su campo el Cádiz, que cada vez que robaba un balón veía como lo hacía con hectáreas y hectáreas de campo por delante como para inquietar al meta realista Remiro. Con algún que otro susto por parte de Ledesma ante la presión de Oyarzábal, el Cádiz se ordenaba atrás lo necesario para complicarle la vida a la creatividad de la Real, que tocaba y tocaba con la paciencia necesaria para que Take Kubo conectase dentro del área con Becker para que el surinamés patease al suelo para decepción de la grada, que ya veía una opción clara de gol.
Corría el 25' de partido cuando el más incisivo de los cadistas, Robert Navarro, pisaba el área rival para casi encontrar a Maxi Gómez de no ser por el desvío de Le Normand. Se valía de esa oportunidad el Cádiz para atreverse de nuevo tras una galopada de Juanmi que acabó en una triple ocasión fallida después de que el malagueño asistiera atrás para Kouamé, que con su derecha no acertaba; el rechace le llegó a Iza, que con su izquierda repetía el estropicio, y para acabar en Navarro, que tampoco encontraba puerta en lo que fue el aviso más serio de los de Pellegrino.
La Real se adelanta ante una defensa dormida
Cuando parecía remontar el vuelo el once amarillo (de negro de nuevo otra vez fuera de casa), volvió a desconectarse la defensa, que dejaba solo a Oyarzábal para que el zurdo volease de primeras teniendo que actuar Ledesma, que enviaba a córner en el 27'. Un saque de esquina que no despertó a la zaga cadista, especialmente Navarro y Javi Hernández, que se permitían el lujo otra vez de dejar completamente solo al capitán txuriurdin para que este burlase con un taconazo preciso y precioso a un Ledesma desacertado en su salida para que Mikel merino fusilase a placer para poner el 1-0 en el electrónico.
Para colmo de males, Maxi Gómez se tenía que retirar del campo lesionado y perdía la ocasión para hacerse destacar ante la mirada en vivo y en directo de su seleccionador Marcelo Bielsa, presente en el palco.
A pesar del jarro de agua fría, no se resignaba el Cádiz, que intentaba construir sus mejores obras a partir del gol encajado. Pasada la media hora volvieron a llegar los de Pellegrino, que se apoyaban en la chispa de Navarro, la perspicacia de Juanmi y el tesón de Sobrino; entre todos ellos se fabricó una eterna e incisiva posesión ofensiva que culminó Chris Ramos con un testarazo que no encontró puerta por poco.
Al rato, volvía Alcaraz a hacer un regalito no aprovechado por Oyarzábal, que controlaba un pase del mediocentro catalán completamente solo pero del que no sacó nada por culpa de Chust, que llegó raudo y veloz a estropear la vaselina con la que el vasco quiso salvar la salida de un Ledesma vendido por el '4' del Cádiz. El saque de esquina botado por Kubo fue cabeceado por Le Normand, que casi marca al salvar a la desaparecida defensa cadista.
No quiso entregar las armas los visitantes, que cerca estuvieron de empatar hasta en dos ocasiones; la primera en el 43' y tras una buena combinación entre Sobrino y Chris Ramos que el gaditano no supo culminar al decidirse batir por bajo a Remiro en vez de dar un pase atrás a Juanmi con el que podría haber sorprendido más de lo que hizo. Al minuto, y tras el rechace del córner, Kouamé volvía a meter el balón en la olla para que Chust ganase en el salto y prolongase para que el sirio Ousou se inventara una chilena con la que por poco empata el partido o conecta con Juanmi, al que le faltó un metro para llegar.
Se llegaba al descanso en los mejores momentos del equipo de Pellegrino, que salía convencido desde el primer segundo de la reanudación tras una buen pase en profundidad de Navarro para la internada de Javi Hernández, que centraba para que Remiro despejase y se le echase el balón en lo alto de Kouamé, al que no le dio tiempo para echar el cuerpo adelante en su disparo.
Salió con mejor cara los de Pellegrino, que parecían quitarse de encima la caraja que le costó el primer gol donostiarra y de la que quiso desquitarse cuanto antes. No obstante, otro mal despeje, este de Chust a la salida de un córner, le llegaba a Take para que el nipón centrase a la cabeza de Merino, que se topaba con una mano prodigiosa de Ledesma con la que salvaba a los suyos del segundo al inicio de esta segunda mitad.
El VAR golpea por enésima vez al Cádiz
El Cádiz, a pesar de esa situación de gol, seguía a lo suyo, y más en concreto Robert Navarro, que disparaba desde lejos para que Remiro repeliese sin excesivos problemas. Con lo que no contaban los cadistas era con que en el 62' de partido Soto Grado, de entrada, le perdonara una roja clarísima a Zubeldia, que agarraba y chocaba cabeza con cabeza abriéndole una brecha a Chris Ramos siendo último hombre. Se quejaban con razón los gaditanos, pero más se iban a quejar cuando el VAR llamaba al trencilla abulense y anulaba la jugada para señalar un fuera de juego milimétrico anterior del delantero gaditano, que no se podía creer lo que estaba sufriendo.
Una vez mas, el VAR saboteaba a los de Pellegrino y levantarse de otro varapalo así no es fácil. Solo así, anestesiado por el enésimo golpe virtual, recibía el Cádiz el segundo después de una jugada excelsa de Brais, que centraba con su exterior para que Oyarzábal, otra vez, prolongase de tacón para el segundo palo donde llegaba Zakharyan anticipándose a un batido Iza.
Contra las cuerdas el Cádiz, Pellegrino dejaba correr el tiempo sin hacer los cambios que sí hacía su colega en el otro banquillo. Quien se mantenía en el campo era Brais Méndez, que se colaba en el área del Cádiz desapareciendo de maravilla ante Navarro y Alcaraz para acabar intentando buscar la escuadra de un Ledesma que de nuevo se lucía para evitar el tercero.
Ya en la recta final, Pellegrino metía a Machis, Pires, Ocampo y Guardiola por Javi Hernández, Robert Navarro, Sobrino y Juanmi para rematar un partido que había muerto mucho antes, en el 68' exactamente, que era cuando sentenciaba la Real a un más que digno y edificante Cádiz que falló en donde nunca puede fallar. Volvió a salir el guante de Conan para que Traoré no subiera el tercero al marcador tras un disparo que volvía a chocar con el meta argentino.
Derrota que podía preverse sobre un guion que en dos semanas se detendrá en Carranza ante el Granada en Viernes Santo en un encuentro donde los de Pellegrino deben recuperar obligatoriamente lo que perdieron durante algunos minutos en San Sebastián. Y es que sin concentración al máximo este Cádiz es carne de Segunda.