Cádiz Cf
Las claves de la vital victoria del Cádiz CF ante el Eldense
La efectividad de los amarillos y el control del segundo tiempo, fundamentales en el asalto al Nuevo Pepico Amat
¡Adiós, fantasmas, adiós!
«El partido no ha sido para nada sencillo. Aunque el 1-4 pueda demostrar lo contrario, ellos también han tenido sus opciones y han salido mejor que nosotros al campo, más fuertes. Luego es verdad que nosotros cada vez hemos ido mejor y les hemos hecho daño arriba. Hemos estado agresivos de cara a la portería contraria. Hacer cuatro goles fuera de casa no es fácil». Así explicaba Gaizka Garitano la vital victoria del Cádiz CF ante el Eldense. A pesar de lo abultado del resultado, el técnico vasco no escondía la realidad de un encuentro que finalizó provocando una sonrisa de oreja a oreja en los aficionados cadistas, pero que comenzó con cierto titubeo por parte del cuadro gaditano.
Y es que esa es una de las principales claves del triunfo cadista en el Nuevo Pepico Amat. El Cádiz CF estuvo obligado a soportar el arreón inicial de los locales, que llegaban a la cita con la necesidad de ganar y con la continuidad de Dani Ponz pendiendo de un hilo. David Gil volvió a protagonizar una gran actuación, ofreciendo seguridad y solvencia en la portería. En el minuto 4, el getafense repelió el disparo a bocajarro de Dumic para evitar el tanto del Eldense. Porque los primeros minutos fueron de dominio alicantino, que hizo daño a los de Garitano explotando las bandas y sirviendo centros laterales que pusieron en apuros al entramado defensivo amarillo. De hecho, Iza Carcelén fue trascendental en una de esas acciones que hoy en día conocemos como «de valor gol», y que, efectivamente, sirvió para impedir la diana y salvar los muebles.
Una vez superados los delicados minutos iniciales, el Cádiz comenzó a ejecutar la segunda clave amarilla en Elda. Ontiveros, que volvía al once tras cumplir el partido de sanción, asumía el liderazgo ofensivo y los de Garitano comenzaron a encontrar los espacios para generar un peligro constante que, a diferencia de otros encuentros, esta vez sí desembocó en la ansiada efectividad. Primero, el marbellí no perdonó una empanada de la defensa alicantina. Luego, Ocampo luchó hasta el final por el esférico para, rechace mediante, encontrar a Sobrino en el segundo palo. Y el tercero, también al borde del descanso, en una jugada de laboratorio que Alcaraz mandaba al fondo de la red. Efectividad y goles en un momento del partido que, a nivel anímico, fueron tremendamente dolorosos para el Eldense.
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— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) January 18, 2025
Sin embargo, sería injusto no mencionar uno de los nombres propios en la actualidad del Cádiz CF: Moussa Diakité. Porque fue a raíz de su dominio físico y sus correctas decisiones con balón cuando el conjunto amarillo comenzó a sentirse cómodo de forma progresiva en el Nuevo Pepico Amat. El maliense ha enamorado a Garitano y, por ende, a toda una afición que ve en el canterano a una pieza indispensable cuando hace mes y medio seguía siendo a ojos de todos el parche usado por Paco López que participó en la abultada derrota inaugural frente al Zaragoza. Lo que cambia el fútbol y, sobre todo, lo importante que es ofrecerle a los jugadores el contexto necesario para su bienestar futbolístico.
Por último, más importante todavía fue la gestión del resultado por parte de los amarillos en la segunda mitad. Si bien el gol de Mario Climent calmó las mínimas esperanzas locales, Garitano apostó por hacer correr el reloj sin que pasaran muchas cosas. Tan solo en los compases finales apretó el cuadro de Dani Ponz, que acortó distancias gracias al bonito tanto de Simo y pudo maquillar aún más el electrónico si hubieran acertado en algunas de las claras ocasiones que generaron. En definitiva, un partido que salió a la perfección y que permite poner una brecha más relajante con la zona peligrosa de la tabla. Eso sí, Gaizka ya advertía después del partido: «Todavía nos falta para ser un muy buen equipo». A seguir trabajando.