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Una cifra redonda, e histórica, para el jugador de los extremos
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Iván Alejo, uno de los veteranos ya de la plantilla cadista, alcanza 150 partidos en los que ha vivido de todo como jugador amarillo y en los que ha sentido tanto el cariño como la crítica de la hinchada
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Hablar de Iván Alejo es hacerlo de uno de esos futbolistas que está sometido casi de manera constante a la crítica del aficionado al fútbol. No es un jugador más, no es un futbolista que pase ni mucho menos desapercibido. El de Valladolid ha dejado su sello por cualquier equipo en el que ha estado y por supuesto lo está dejando en un Cádiz CF en el que ha saborado lo bueno y malo del fútbol.
Jugar en tierras gaditanas ha supuesto para el extremo un máster en capacidad mental a la hora de aguantar la crítica y la presión. En el choque frente al Málaga, uno de sus exequipos, el jugador cumplía la nada desdeñable cifra de 150 partidos con la camiseta del Cádiz, 141 en Liga y otros nueve de Copa del Rey. Un número de encuentros que no es sencillo alcanzar para nadie en este deporte.
Cumpliendo su sexta campaña en el cuadro gaditano, el vallisoletano es hoy por hoy uno de los veteranos de la plantilla cadista. Con una personalidad fuerte, que a veces le ha jugado malas pasadas, el Alejo de hoy no es ni mucho menos el que llegó en la temporada 2019/2020, campaña en la que se consiguió el ascenso a Primera División.
En ese trayecto de cinco años, el extremo ha luchado contra los rivales en el campo y contra sus demonios fuera de él. Nervioso, eléctrico en el terreno de juego, se podría decir del futbolista que nunca ha sido titular indicutible pero tampoco ha sido suplente indiscutible. Ha mezclado partidos siendo un fijo en el once con otros en los que saltaba desde el banquillo. Sea como fuere, el caso es que Alejo siempre ha sido un hombre clave en las convocatorias y en los partidos, ya sea para Álvaro Cervera, Sergio, Pellegrino y ahora Paco López.
Su puro nervio en el verde le ha jugado la mala pasada de la fama negativa. La temporada pasada se convirtió en el jugador más tarjeteado de Primera División, en muchas ocasiones por la lectura constante de la matrícula por parte de los colegiados. En otras por sus propios errores, pero está claro que en más de una ocasión el listón arbitral se quedaba muy bajo para el futbolista amarillo.
Jugador revulsivo, fundamental en muchos partidos. Se podría decir que su aportación ha venido más desde el banquillo que desde el once titular. Conexiones mágicas desde la banda derecha que han dado más de un gol, quedando para el recuerdo aquella a Sobrino para ganar al Atlético de Madrid en el tiempo de descuento, o las que ha tenido con Chris Ramos, tanto en Primera (gran asistencia y gol en Vigo) como reciéntemente en Cartagena.
Fuera del verde, ese nervio y particular forma de ser le ha hecho tener sus cositas con Álvaro Cervera en su día, y en ocasiones con un Manuel Vizcaíno con el que ha hablado de todo lo habido y por haber. Alejo ha querido desde volver a su Valladolid natal a entender la situación del descenso y asumir que debía bajarse el sueldo. Una forma de ser distinta que no mala, simplemente una autenticidad que en ocasiones le ha jugado malas pasadas pero que en otras le ha permitido ser como es.
El futbolista nunca ha huido de sus problemas, de hecho ha reconocido en más de una ocasión que trabaja su salud mental con profesionales. La madurez le ha venido con la camiseta del Cádiz, olvidando cuestiones sucedidas en otros clubes.
Objeto de críticas por parte de su afición y su propio estadio, también de aplausos que han sabido corresponder su entega. Iván Alejo ha representado de todo para el cadisa, teniendo en cuenta que es uno de los jugadores que más suda la camiseta en cada encuentro, más allá del acierto que pueda o no tener cuando sale al verde.
Y fuera de toda duda y las opiniones quedan unos números que no mienten, y reflejan que hoy por hoy es uno de los jugadores más importantes del Cádiz CF. Todo ello dejando imágenes inolvidables como bajar la grada de Mendizorroza como un loco cuando Choco Lozano marcaba el gol que supuso a la postre la permanencia del Cádiz en Primera División.
Desde su llegada en 2019 a la entidad, el vallisoletano ha jugado 103 encuentros en Primera División, 38 en Segunda y 9 en la Copa del Rey. Hoy por hoy es uno de los futbolistas con más partidos en la élite de la historia del Cádiz, estando en el 'top 20'. no muy lejos de Conan Ledesma que ocupa el décimo puesto en esa clasificación con 138 duelos. Ha marcado cuatro goles, el último hace más de dos años contra el Betis, dando doce asistencias.
A sus 29 años, el futbolista tiene contrato con el Cádiz CF hasta 2028, quedando claro que aún le queda historia por escribir en el cuadro amarillo.
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