Carranza volvió a enchufarse con el Cádiz CF

No se vivía una tarde o noche de fútbol tan feliz en Carranza desde hace mucho tiempo. En concreto, y con sus más y sus menos, desde la noche del viernes 1 de septiembre de 2023 en el que con un doblete de Machis y un tanto de Chris Ramos el Cádiz CF se imponía 3-1 al Villarreal, que jugó con uno menos desde el 22', todo lo contrario de lo que sucedió el pasado lunes ante el Mirandés. También hay otra clara diferencia, aquella victoria era de oro y la del otro día, de plata. Por aquello de las categorías.

El caso es que la simbiosis entre la grada y el equipo se fue desvaneciendo a medida que los de amarillo comenzaron a sucumbir en Primera con Sergio, y después con Pellegrino hasta el descenso. Después llegó la Segunda y Paco López y todo empeoró hasta generar un clima de «autodestrucción» que tan bien supo interpretar el ya exentrenador del Cádiz CF.

Sin embargo, la llegada de su colega vasco ha cambiado las cosas. Y lo ha ido haciendo poco a poco, pero con máxima rotundidad en sus palabras. Su discurso claro y directo ha calado en sus jugadores y paulatinamente lo está haciendo en una afición que ha vuelto a recuperar la sonrisa y la ilusión.

Todo buen trabajo tiene su recompensa y la del Cádiz CF llegó este pasado lunes en una noche que dejó sobre el verde de Carranza el mejor partido de los amarillos. De principio a fin, pero sin olvidar esos últimos tramos de la primera parte en los que se dieron unos pasitos hacia atrás que aprovechó el Mirandés para acortar distancias.

Antes, la afición disfrutó del arranque de un encuentro en el que el Cádiz CF enlazó sus mejores minutos de la temporada sin el estrés y los nervios que llevaba viviendo desde el comienzo de la temporada. Porque Garitano ha conseguido, con la simpleza de sus órdenes, que de golpe y porrazo ese atasco mental que tanto recordaba con insistencia Paco López a sus jugadores haya desaparecido con el paso de los partidos. Ahora, los de amarillo son capaces de tocar el balón al primer toque y hacer lo fácil, difícil. O al revés, qué más da, el caso es que ahora se atreven con paso firme a hacer todo lo que antes no hacían.

Y eso, unido al clamor de una grada que arropó, disfrutó y empujó hacia la portería contraria a sus jugadores. Sufrió con ellos la expulsión de Diakité, pero lo más importante es que también disfrutó con ellos de los tres goles más que merecidos. Especialmente, los dos primeros, logrados tras un sensacional y divertido inicio de encuentro.

Carranza ha vuelto a accionar el 'on' que tanto tiempo llevaba apagado por culpa de un 'off' que se mantenía intacto revés tras revés y disputa tras disputa. Los de amarillo corren al compás de una grada que se ha olvidado de la desidia de antes para instalarse, de momento, en la grata ilusión de volver a disfrutar en casa.