granada - cádiz
Carbón y ramas secas para una pira (2-0)
Enésimo despropósito de un equipo humillado por el vicecolista, golpeado por el VAR y hundido por voluntad propia
Machis volvió a defraudar.
Llegan los Reyes a Carranza y llegarán con carbón a granel. Y ya que están, podrían añadir ramas secas y preparar una pira a la que vuelve a subirse un entrenador cegado este curso por el reprochable comportamiento de un equipo que no ha dado la talla desde el 1 de septiembre del pasado año. Dolorosa y humillante derrota, una más con imagen desastrosa, que volverá a ser eclipsada de forma errónea por un polémico penalti que se fue al limbo al filo del descanso. Pero no, posiblemente esta vez el arbitraje no tape del todo lo realmente preocupante y que no es otra cosa que la nula capacidad de este equipo para generar fútbol. Y esta vez, ante un equipo al que este 3 de enero el Cádiz le echaba una cuerda para salvar la vida de momento.
El caso es que ahora la Liga entra en un parón de una semana y media en la que el Cádiz no competirá por derecho propio al caer ante un Segunda RFEF en la Copa del Rey. Ya se sabe que Vizcaíno no es amigo de hacer cambios en el banquillo, pero la indecorosa imagen que da su equipo y la dinámica en la que lleva metida le hará, cuanto menos, replantearse la situación de un entrenador que si no estará en la calle antes de Reyes ya se sabe de nuevo sobre la pira de una afición que está hirviendo.
Sergio se dejó de líos y puso al mejor bajo palos a pesar de los pesares. Es lo que tiene tener un jugador franquicia que el club no se puede permitir el lujo de tenerlo sentado y es lo que duele no dar la recompensa a quien se lo merece. Por eso, Conan Ledesma era el portero de un equipo que recuperaba a su mejor central -Luis Hernández- para recomponer una defensa completada con Iza y Pires en los carriles y Fali como líder. Álex y Alcaraz se mantuvieron en la medular y Machis regresaba al que fue su casa para irrumpir por la derecha para dejar la izquierda a Sobrino. Y arriba, pues quién si no, Chris Ramos y Maxi Gómez.
No habían pasado ni diez segundos cuando el Cádiz cometía su primera falta, en este caso Lucas Pires derribaba a Bryan Zaragoza, sobre el que le habían dado orden de no darle ni agua cada vez que lo viera por sus aproximaciones. El caso es que el reciente fichaje del Bayern Munich se la busca de maravilla a lo largo y ancho de un campo que sabe sortear como un explorador. Fue de sus botas de donde nació la primera y magnífica ocasión de su equipo. El malagueño recibía en su banda izquierda y se fue hacia la frontal del área sorteando rivales hasta ver desmarcado a Sergio Ruiz, que asistió perfecto para que Uzuni perdonase cuando todo el estadio ya cantaba el gol para despertar a los hombres empanados de Sergio. Pero es que al poco llegó otra vez el Granada, pero en esta ocasión el remate de Boyé se iba tiernamente a las manos de Ledesma.
Como era de esperar, el encuentro pronto chocó en los encontronazos y los parones producto de las faltas y de los lances entre jugadores de dos de los peores equipos de la categoría. Apenas habían pasado diez minutos y aunque al mismo no le faltaba el ritmo, sí que ya aparecieron las asistencias médicas en un par de ocasiones. La sangre de Lucas Boyé tras un choque con Chris Ramos era el ejemplo perfecto para definir lo que había en juego sobre el verde.
Los primeros arreones del Granada protagonizaron los primeros díez minutos aunque no por eso el Cádiz se recluyó en su área. De hecho, un remate mordido de Maxi Gómez hacia estrenarse a Batalla, al que le llegó el balón sin peligro alguno.
Las alternancias en la posesión se sucedían siendo estas más verticales las de los granadinistas, espoleados por Bryan Zaragoza, al que le llegaba un balón al espacio para llegar a la línea de fondo, levantar la cabeza y ver a Lucas Boyé pero no a Fali, que intuyó de maravilla el pase atrás para interceptarlo. Nuevo aviso.
Sin duda alguna, el Cádiz estaba dejándose maniatar por un impulsivo Granada, que era quien más se jugaba y quien más arriesgaba sobre el terreno de juego. Fue así como llegaba el segundo aviso grave a Ledesma, que veía como una mano de Lucas Boyé tras un control invalidaba un golazo anulado en el 16'. Respiraba aliviado el cadismo, que no por ello comenzaba a dudar de su equipo 'one more time'.
Y hacía muy bien en dudar porque a los pocos minutos, y tras la enésima tarjeta amarilla de Alcaraz por una tan táctica como fea, llegaría una falta botada por Bryan Zaragoza y rematada por Lucas Boyé para que en boca de gol Uzuni la empujase a la jaula. El gol iba a ser anulado por offside de Boyé pero tras un estudio con escuadra y cartabón y de cerca de cinco minutos en la sala VOR el Granada se adelantaba en el marcador en el 25' de partido.
Explotaba Los Cármenes y su equipo volvía a la carga otra vez por mediación de Uzuni, que desde la frontal se sacaba un zurdazo centrado que Conan enviaba a córner.
A pesar de estar bajo dominio granadinista, los amarillos no sabían salirse de un guion enmarañado en las faltas y en las interrupciones del juego para tratar de desactivar a los del cacique Medina. El vicecolista comenzaba a gustarse incluso aprovechando la escasez de fútbol de un rival que no sabía qué hacer con el balón más que quitárselo de en medio en busca de un Machis titular porque sí y un Chris Ramos desasistido como siempre. Y es que ver jugar a este Cádiz duele por el tiempo perdido.
A pesar de todo, el Granada seguía a lo suyo y viendo (y conociendo) que eso de defender no va con Machis fue por su banda de nuevo desde donde le llegó una ocasión a Uzuni, que no marcó el segundo al quedarse sin ángulo en un forzado mano a mano con Ledesma. A los pocos segundos era Bryan, por la otra banda, el que lo intentaba aunque su fiero disparo se iba por encima de la portería amarilla.
A las puertas del descuento, una nueva falta del Cádiz le daba la posibilidad al Granada para volver a inquietar a Ledesma, que veía como el centro a balón parado de Bryan era cabeceado por Lucas Boyé en un calco de la jugada del gol aunque sin el mismo final en esta ocasión.
Viendo Sergio que ni por una banda ni por otra hacía daño, varió por momentos la posición de Machis y Sobrino sin tampoco obtener mucho resultado. Tal fue así que al poco ambos volvieron a su posición inicial y fue desde esa sobre la que casi se produjo el milagro. Machis controlaba apostado en banda derecha y se hacía un huequito para armar su zurda y sacar un latigazo que era repelido por Batalla con tan mala suerte para el argentino que el rechace le llegaba a Sobrino para que el manchego se fuera al suelo en cuanto notó el leve contacto de la mano del portero con su tobillo. Pulido Santana fue al VAR y lo que vio en directo lo anuló en diferido dado que interpretó que la intensidad del contacto no era lo suficiente puesto que el fútbol es un deporte de contacto. O eso se dice.
Con tantos parones, el primer tiempo se fue hasta el minuto 55 y se fue al descanso tras un saque de esquina rematado sin éxito por un Chris Ramos que cogió una avioneta para llegar a él aunque sin ningún tipo de control.
Cambios en el descanso y expulsión de Sobrino
Sergio, como no podía ser de otro modo, retocó su once y metió en el mismo a Kouamé y Robert Navarro para castigar y señalar a Álex y Machis, que ni él se creería cuando se vio en el equipo titular.
Empezó avisando Alcaraz con un libre directo con el que hizo lucirse, y con sentido, al gato Batalla pero el disparo estaba invalidado porque, adivinen, hubo una falta previa al lanzamiento.
Adelantó líneas el Cádiz en cuanto sacó de fondo el Granada, pero apenas duró un momento porque al poco Sobrino se iba a la calle por un manotazo a destiempo a Gonzalo Villar. Era el 54' de partido y la cuesta parecía ya insalvable.
La expulsión le dio mayor motivo al Granada para buscar el segundo, que casi consigue Gonzalo Villar con un disparo lejano que se fue alto.
A la expulsión, Sergio contestó sacando del campo a …. ¿cómo se llamaba? A Maxi, a Maxi Gómez, inexistente 'one more time'. Por el charrúa entraba Sergi Guardiola para echar a la derecha a Chris Ramos.
Entre la roja a Sobrino, el penalti anulado por el VAR y el 1-0 en el marcador, lo cierto es que el Granada parecía haberse echado a dormir un tiempo, pero eso fue hasta que llegase en el 69' una internada a la contra por Neva para que pusiera un magnífico balón a Bryan Zaragoza para que, dé primeras, le cruzara el balón a un Ledesma completamente vendido. Era el 70' de partido y Los Cármenes respiraban mientras en Cádiz se juraba en arameo.
El partido avanzaba bajo un Cádiz humillado que no recogía el tercero porque Bryan quiso gustarse demasiado tras un pase de Callejón.
Ni tan siquiera con el encuentro encarrilado para unos y ahogado para otros, este fluía con descaro. Qué va. Las faltas y los choques no cesaban y producto de ellos se iba al banquillo tras un golpetazo tremendo a la salida de un córner. Su puesto lo ocupaba Negredo, que deberá preguntarse cómo es el último de los elegidos siendo el de más calidad de todos. Ahí puede que esté la repuesta.
Con el partido roto, Navarro era el único que lo intentaba aunque sin ver puerta. El que sí la veía y cuando quería era Bryan Zaragoza, pero a poco del final decidió no verla para filtrar un pase a Callejón, que pudo marcar el tercero pero se quedó sin ángulo tras separarse de Conan. Ya en el descuento, de nuevo Bryan hacía lo que le daba la gana y se adentraba en el área de Ledesma tras dejar atrás a Iza y Fali y antes de toparse con el arquero argentino.
El Granada ya llegaba en tromba y hasta el recién entrado Arezo buscaba su golito pero se encontraba con las manoplas de Conan, al que le dieron la luna de miel sus compañeros.
Finalizaba el encuentro con gritos de 'Sergio vete ya' en las gradas cadistas de Los Cármenes. Por lo que se ve, la pira ya ha comenzado a arder.
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