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La cara y cruz de Maxi Gómez
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El uruguayo mejora sus prestaciones en el campo, genera ocasiones, merece el gol pero sigue sin encontrarlo, con la llamada de la Selección en espera
Maxi Gómez vive una temporada bastante complicada en el Cádiz CF. Ni mucho menos la que él esperaba cuando decidió fichar por el club cadista el pasado verano. Veía en su regreso a España una gran oportunidad para disfrutar de un fútbol que bien conoce de su paso por equipos como Celta y Valencia. Una manera de volver a sentirse importante en un equipo con ganas de creer y mejorar clasificatoriamente en Primera División. Sin embargo, ni una cosa ni la otra. Ni el delantero ha encontrado esa manera de reivindicarse, ni el equipo ha respondido en una campaña que está siendo mucho más difícil de lo previsto.
El uruguayo no se ha encontrado prácticamente durante toda la campaña. Y no será por oportunidades pues las ha tenido a montones. Su rendimiento en los entrenamientos, bastante bueno, ha sido totalmente dispar a lo que domingo tras domingo se ha visto en los terrenos de juego, tanto de Carranza como cuando el Cádiz ha jugado a domicilio.
Y es que ni Sergio en su momento ni Pellegrino ahora se han tirado tiros en los pies. Ambos han puesto a Maxi porque han entendido que el ariete podía aportar mucho al cuadro cadista. El caso es que las aportaciones del delantero han sido a cuentagotas, momentos de juego y pocas ocasiones. Tratando de caer a banda, bajando al centro del campo, pero casi siempre muy alejado del gol. Así las cosas, jugadores como Chris Ramos y Roger le ganaron el puesto en su momento para un delantero que aún no ha visto puerta, y eso en un equipo tan necesitado de goles es casi imperdonable.
«La virtud de un delantero es el egoismo bien entendido»
Con todo, parece que esa cruz del delantero se está convirtiendo en cara. O por lo menos eso deja caer en unos últimos partidos en los que el uruguayo está mejorando sus prestaciones y por fin acumulando ocasiones. Ante el Rayo tuvo varias claras con remates que rozaron la dia y paradón del meta local incluido. Las cosas como son, Maxi mereció marcar ante el Rayo Vallecano y estrenarse en su faceta goleadora esta temporada.
Pellegrino le ha vuelto a dar galones repitiendo la titularidad del pasado fin de semana frente al Celta, y la sensación es que va a seguir siendo de la partida los próximos encuentros. Sin embargo, vuelve a aparcer la cruz del ariete. Primero porque no ha visto puerta a pesar de que está generando arriba, y segundo porque sigue con falta de confianza.
Lo útimo se refleja en la primera oportunidad de gol que tiene el pasado sábado ante el Rayo. Una ocasión en la que se queda en una posición franca para marcar o jugársela él mismo pero inexplicablemente decide pasar a un compañero. La jugada acaba en nada, síntoma de la falta de confianza de un jugador que una semana antes fue pitado por la grada de Carranza.
«La jugada habla de su estado de ánimo. La virtud de un delantero es el egoismo bien entendido, tener ocasiones para marcar», reconoce otro delantero como fue en su día Oliverio Álvarez 'Oli'.
El asturiano recuerda sobre esa jugada que «no se la juega y en vez de eso le pasa la responsabilidad a otro, es significativo. Cuando estás bloqueado y negado lo que quieres es marcar para cambiar la dinámica. Maxi hizo un buen partido pero le sigue faltando el gol y creo además que viendo como se puso el partido y el terreno de juego Pellegrino lo debería haber dejado en el campo«, sentencia Oli.
Con todo, y volviendo a la cara del jugador, Maxi se podría encontrar con la agradable sorpresa de la llamada de Marcelo Bielsa para la convocatoria de Uruguay en la próxima fecha FIFA. El entrenador argentino tiene en la prelista al delantero del Cádiz, lo cuál sería algo más que interesante para el futbolista, aunque no tanto para el conjunto gaditano por lo que puede conllevar un riesgo de lesión.