Cádiz Cf
Cambios tardíos, pero efectivos
Paco López decidió no mover el banquillo hasta los compases finales a pesar de las necesidades del equipo
Las notas de los amarillos en Granada
La segunda parte del Cádiz en Los Cármenes fue de pura supervivencia. El Granada, que había sido inferior a los amarillos durante la primera mitad, salió de vestuarios con la firme intención de buscar la portería de David Gil. Exceptuando la ocasión de Roger Martí, el conjunto de Fran Escribá protagonizó las mejores oportunidades y acosó futbolísticamente durante varios minutos a los de Paco López. Los cadistas se dedicaron a achicar agua y fueron verdaderamente vulnerables a partir de la hora de partido, cuando el cansancio hizo acto de aparición en las piernas de varios futbolistas.
Fran Escribá detectó el bajón físico amarillo y, en busca de los tres puntos, comenzó a mover el banquillo para refrescar el frente de ataque y ofrecer un suplemento ofensivo a las constantes llegadas granadinas al área de David Gil. Piezas como Uzuni y Tsitaishvili entraron al terreno de juego y subieron el nivel de alerta en el Cádiz CF. Fueron, sin ningún tipo de dudas, los peores minutos de los amarillos.
La ocasión de Siren Diao, desbaratada por el salvador David Gil, fue sucedida por el disparo al palo del internacional georgiano, que creó muchos peligros en la banda de un Matos necesitado de ayudas defensivas de un Brian Ocampo ya derrotado físicamente en aquellos minutos. El Granada olía el tanto y el Cádiz necesitaba reaccionar en forma de oxígeno y frescura. Unos gritos que llegaban hasta la Tacita de Plata y que Paco López parecía no oír.
Las sustituciones reforzaron notablemente las prestaciones defensivas del Cádiz CF
Hasta que reaccionó. Tarde, pero efectivo. Iván Alejo se hizo cargo del costado derecho, trabajando a destajo para frenar las intenciones ofensivas nazaríes. En el minuto 78 entraban Óscar Melendo y Chris Ramos. La aportación del delantero fue decisiva, pues el Cádiz llevaba varios minutos sin ejercer una mínima presión en el inicio de la jugada del Granada y el gaditano revitalizó todas esas tareas. No fue hasta el minuto 83 cuando salió del campo Carlos Fernández, que evidenciaba un descanso desde varios minutos atrás.
Álex Fernández reanimó el centro del campo y sumó su criterio con el esférico, mientras que Rubén Sobrino cumplió la misma función que Alejo, pero por el costado izquierdo. Vital la incorporación del de Daimiel para echar un cable a Matos en una banda de constante peligro debido a la alta actividad de Ricard Sánchez y Tsitaishvili. Los cambios realizados provocaron un cambio de dibujo, ya que el Cádiz cerró el partido con tres centrales (Kovacevic, Chust y Fali) y dos carrileros: Alejo por la derecha y Matos por la izquierda.
Sin duda, una serie de cambios que el equipo pedía desde la hora de encuentro y que Paco López vio conveniente retrasar en el tiempo. Una decisión peligrosa, porque el Granada acechaba y masticaba el tanto en los peores momentos de los amarillos, pero que dio resultado ya que, una vez realizadas las modificaciones, el equipo volvió a tomar cuerpo y fue capaz de amenizar los instantes finales para acabar obteniendo un punto muy valioso ante uno de los conjuntos en mejor estado de forma de toda la categoría de plata.