Cádiz CF
El Cádiz CF visitará un cuartel en llamas
La situación institucional del CD Tenerife no ayuda en absoluto a un equipo de Cervera que ha vuelto a competir a pesar de la gravísima situación
Cervera desatado
El estadio Heliodoro Rodríguez López.
El Cádiz CF visita este domingo un polvorín que comenzó a arder en 2022, cuando Miguel Concepción, entonces presidente y máximo accionista del CD Tenerife, ofreció el club a varios empresarios locales puesto que necesitaba liquidez tras una sentencia en contra de un caso particular de una de sus empresas.
Concepción llevaba al frente del club desde 2006, año en el entró en el club para salvarlo de una crisis económica. Años después, en el 22, y tras varias negociaciones infructuosas, decidió vender una parte a José Miguel Garrido, un empresario madrileño vinculado al circo, sobrino de Ángel Cristo, y que antes ya había pasado por el Albacete y el Castellón con finales amargos en ambas entidades. Garrido le compró una parte no mayoritaria, por lo que se sindicó con otros empresarios, para conseguir el control del club durante un tiempo. Entre esos empresarios también figuraba el propio Concepción, además de Amid Achi y Conrado González. Juntos controlaban alrededor de un 46% del club. Este acuerdo es hasta 2028. Al frente de la institución estaba Paulino Rivero, que el pasado mes de febrero dimitió porque no estaba de acuerdo con el modelo de proyecto. «Las cosas no suelen ser blancas o negras, hay matices. Hay que poner la balanza. Por un lado ponemos los 20 años de Miguel Concepción, Amid Achi y Conrado Bacallado y por otro lado el apoyo de sindicación con José Miguel Garrido. En los últimos 20 años han tenido un papel muy importante de apoyo al club y creo que se equivocaron al entregar a Garrido el poder deportivo y económico del club», dijo en su despedida como presidente.
En efecto, según fuentes tinerfeñas consultadas, la gestión de Garrido ha sido un desastre, sobre todo en lo deportivo, pero también en lo económico. Por eso mismo, en una junta de accionistas del pasado mes de diciembre, los accionistas se saltan al sindicado (Concepción, Achi y Bocallado) y votan a favor del otro gran accionista, Rayco García.
Rayco García es un empresario tinerfeño de 38 años, vinculado a Arabia donde tiene negocios y celebra eventos. Por su perfil, cuenta en un principio con el aval de una afición que se cree haber caído en manos de un empresario de éxito que llega para hacer crecer al CD Tenerife. No será así. Y como prueba su decepcionante mercado de invierno, donde apenas trae a dos fichajes. Uno, porque se le medio regaló la Unión Deportiva Las Palmas, y otro, un ecuatoriano, Landazuri, que lleva jugado dos partidos solo.
Como Garrido aún es accionista, en el CD Tenerife pasa algo parecido a lo que ocurre en el Sevilla, donde José María del Nido padre puede convocar junta de accionistas cada dos meses aventando así los trapos sucios de una entidad partida en dos puesto que dentro del consejo de administración hay tres miembros que son de Rayco García y otros dos de los que estaban sindicados con Garrido.
Salsa rosa
Para colmo, dentro del entorno chicharrero se comentan muchas cosas de los dos máximos rivales en la entidad. Por un lado, se sospecha que Garrido ha podido estar implicado en muchas comisiones de fichajes y traspasos, pero a falta de pruebas solo se quedan en ruido que en nada favorece al día a día de la entidad.
Y por otro lado, se encuentra el caso de Rayco García, que en el mes de febrero pasado fue detenido por un presunto delito vinculado a la violencia de género por la denuncia de una joven que dijo haber abortado por presiones del empresario. Finalmente, la denuncia quedó archivada ya que según la juez la chica abortó de forma «voluntaria» a pesar de las coacciones que dijo haber tenido.
Cervera, el pirómano que ha traído agua
Y a todo esto está el tema deportivo, que no ayuda en absoluto a que el cuartel deje de estar en llamas pese a la llegada de Álvaro Cervera, un entrenador que en Cádiz no dudó en incendiar el club cuando veía que las cosas no tenían sentido.
Todo empezó de ruina para un CD Tenerife que fichó fatal en verano y que no se reforzó en invierno. A esto, se le suma que ni Oscar Cano ni Pepe Mel dieron con la tecla, especialmente el segundo, que firmó un auténtico desastre en la gestión.
Ha tenido que ser con Cervera cuando el equipo se ha puesto a competir por derecho y ha dejado de ser de una banda. No obstante, el lastre de los dos primeros hará imposible lo del tercero, al que para más inri no le está acompañando ni la suerte ni los arbitrajes. Por no hablar de que la plantilla es mala y a la que, además, le visitan las lesiones habitualmente.
Cervera, más allá de que se certifique el descenso, querría quedarse pero para ello necesita que le den seguridad y ahora mismo nadie ha hablado con él del futuro. El club no ni director general, ni director deportivo porque el viernes pasado destituyeron a Mauro Pérez, que también había sido un desastre absoluto también.
Los males chicharreros no acaban en el equipo, también afectan a los empleados puesto que en el horizonte se atisba una amenaza de ERE en caso del más que hipotético descenso.
Del mal momento del primer equipo también puede hablar el filial, que ha bajado los brazos en su competición (Segunda RFEF) al ver que por mucho que fueran líderes de poco le iba a servir si los mayores van de cabeza a Primera RFEF. El caos es absoluto pese a que lo único que se mantiene en pie es la afición, que sigue yendo al campo a animar a un equipo que quiere pero que no puede.
Este domingo el Cádiz CF visita un cuartel en llamas donde los únicos que intentan huir de un fuego seguro es un grupo de jugadores liderados por un entrenador con gafas con cuentas pendientes.
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