El Cádiz CF sondea el mercado sin una idea muy clara de qué comprar

Hasta cinco entrenadores no pudieron o quisieron coger el equipo la temporada pasada cuando Vizcaíno descolgó el teléfono tras prescindir de Sergio, por cierto, un asiduo a Carranza cada vez que el equipo amarillo llega de sumar algo positivo la jornada anterior. Técnicos como Berizzo, Diego Martínez y Rubi dijeron que no y Guille Abascal y Machín no pudieron venir por motivos contractuales. Al final, desde la Argentina llegó el que terminó de enterrar a un equipo destruido y que, al año, sigue por el mismo camino de la autodestrucción sin que nadie pueda revivirlo.

Con Paco López prácticamente sentenciado, la dirección deportiva en manos de Manuel Vizcaíno peina el mercado sin saber muy bien qué comprar. La situación habla por sí sola y basta un poco de visión para saber qué necesita un equipo que hace aguas de centro del campo hacia abajo. Al banquillo le sobra discurso y le falta eficacia, vehemencia, seriedad, rectitud, orden, automatismo y, sí, algo de cadismo.

Pero a estas horas, y aún con Paco López desordenando el equipo en El Rosal, las cosas no parecen claras en los despachos de La Laguna, donde ya no hay tanta unidad como antaño. Cada vez, eso sí, se tiene más madurada la decisión de destituir a un entrenador que se le ha dado más confianza que fichajes acertados. Se habla de muchos entrenadores, pero está por ver cuántos de los que se dicen aceptarían un banquillo que echa fuego. Jose González, otro asiduo en los partidos de Carranza, sería la decisión más lógica, pero hasta el momento no se ha producido contacto alguno. También ha sonado el nombre de Sergio, pero sería raro que el barcelonés, con caché de Primera, volviera a tomar las riendas de unos jugadores que le hicieron peor entrenador. Nadie como él conoce los males que aquejan ese vestuario. En las últimas horas ha salido el nombre de Marchena; rarísimo, pero esto es el Cádiz de Vizcaíno. Ya saben, aquí todo puede pasar.