Cádiz CF
El Cádiz CF se pone el traje de mendigo
La realidad lleva a los hombres de Paco López a visualizar un nuevo campo en el que labrarse la dignidad que no han conseguido con el nombre
Un nuevo punto de sutura (0-0)
El empate del pasado sábado en el Nuevo Los Cármenes es un fiel reflejo de lo que está viviendo en estos momentos el Cádiz CF. Sin duda, el cadismo, en su gran mayoría, dio por bueno el punto en la casa de uno de los ricos de la categoría. Porque eso es lo que el Granada, un club grande de Segunda que en cuanto vio la aguja mareada echó al que la estaba mareando, Guille Abascal. Fue desaparecer del equipo Granada el ex del Spartak de Moscú y comenzar a ir hacia arriba a base del orden que trajo Fran Escribá.
El Granada se repuso y, tras un comienzo horrible con el entrenador sevillano, ya ocupa puestos de 'play off' de ascenso a Primera División. Y no es para menos, su plantilla es la mejor de la categoría tal y como dejó dicho el propio entrenador del Cádiz CF tan pronto se cerró el mercado de verano. Sí, sí, ese mercado de verano en el que el conjunto gaditano no fue capaz de colocar ningún paquete en ninguna estantería de la misma categoría.
Como es hasta cierto punto lógico, la entidad que preside Manuel Vizcaíno vendió al que quisiera comprarlo que la plantilla es de Primera porque el equipo acababa de descender. Craso error. El equipo descendió porque no dio la talla en Primera. O dicho de otra manera, descendió porque era de Segunda. Y ese dato parece que no fue muy analizado por los responsables de la dirección deportiva, esto es, el propio presidente del club.
Ha tenido que pasar ya el primer tercio del campeonato para que la masa social cadista deje de pensar a la ligera. No, este equipo no tiene pinta de luchar por el ascenso. Al menos, con este entrenador. Seguramente, con el tiempo, Paco López pueda hacer un equipo como el que conformó en Valencia o Granada, jugón y compacto, con equilibrio y divertido. Ahora, pues no. Ni tiene los mimbres ni tiene la frescura en la cabeza ni en las piernas de unos jugadores que, ahora sí, parecen que por fin han cambiado el chip con el que empezaron la Liga. Nadie duda del trabajo del técnico de Silla, si bien
Valga las tablas firmadas en el campo del Granada para aplaudir el cambio de mentalidad que ha habido en las últimas semanas en el vestuario amarillo. Sobra decir que ese aura de equipo grande con el que comienza cualquier club recién descendido su caminar en la categoría se ha esfumado a medida que el vestuario se ha ido dado cuenta de sus limitaciones. Y así, bajo esa receta de Cervera, seguramente se vaya mejor de ahora en adelante aunque con otro discurso táctico desde el banquillo. Pero lo primero es lo primero y eso no es otra cosa que hay que correr más que el rival.
Puede que el nombre del Cádiz CF pese mucho, pero con el paso de las jornadas lo que verdaderamente ha pesado a los jugadores ha sido la responsabilidad y las lógicas expectativas de estar arriba cuando se baja de una categoría. Ni el cuerpo técnico ni el equipo han sabido tomarle el pulso a una categoría que le ha pasado por encima en unas primeras jornadas realmente preocupantes. Así, se ha podido ver a un equipo sin alma, sin garra, sin empuje, además de sin ideas.
Cuando se firmó a Paco López como entrenador, efectivamente, se el daba la vuelta a la tortilla en la forma de enfocar los encuentros tras cerca de una década jugando de manera muy parecida a la que se estaba haciendo desde la llegada de Cervera, que no siempre comenzó jugando de la manera en la que parece querer perpetuarse con su personaje. Es más, el primer año de Sergio el Cádiz CF demostró poder salir de ese hábitat huraño que mantuvo con Cervera en Primera.
Lo que sí dejó impregnado Cervera fue el sello con el que se inmortalizó en la memoria colectiva del cadismo. Ese 'la lucha no se negocia' que terminó negociándose para dar muerte a la banda está se fue al olvido el año pasado y aún no ha vuelto del todo. Sí aparecen ciertos ramalazos, y se vieron en el derbi de Granada del pasado fin de semana.
Cuando se baja de categoría cuesta mucho cambiarse de traje, demasiado en el caso de un Cádiz CF equivocado por los discursos de un presidente que mima en exceso de puertas para fuera a sus jugadores. Protegidos y ensalzados, los hombres de Paco López han visto como han perdido la categoría sin que haya muchos cambios en una entidad que ha confiado en ellos, porque no tenía otro remedio, para devolver a la elite donde no pudieron estar. Raras maneras de regresar al paraíso de donde se fue expulsado por los mismos motivos.
Sin calidad, sin proyecto y sin mucho futuro es complicado enderezar una nave que, eso sí, permanece unida por el compromiso de jugadores que aunque ya han terminado su ciclo en el Cádiz CF no piensan dejar el barco a la deriva. Y sí, el cambio de traje se pudo ver el pasado sábado en Granada, donde se consiguió un empate de pobre en la casa de un rico. Porque a los golpes, el Granada debió sumar los tres puntos ante un conjunto gaditano que, esta vez sí, enorgulleció a su gente por ese derroche de fuerza, de garra y de saber sufrir cuando el rival es muy superior.
Los de Paco López han bajado al suelo, al fango. En ese descenso ha ayudado que lo han tenido que hacer juntos y bien acompañados, es decir, sin un jugador, Kouamé, que se puede cargar en cualquier momento un clima de hermandad que debe ser crucial para mantener esa motivación de salir de las afueras de una categoría en la que, de momento, no se le espera por arriba.
Imágenes de ayudas al compañero necesitado en el campo, o la celebración en una piña de un gol ayudan a pensar que los muchachos de Paco López han comprendido definitivamente que en este categoría, y en todas, cuando se es peor, o se está peor que cualquier rival, el primer paso para ganar en confianza es tener que hacer muchísimo más que cualquier adversario para solo ponerse al mismo nivel si lo que se quiere es competir. Y sí, más de quince jornadas después, el Cádiz CF ha empezado a competir. Y para eso, para competir, hay que ponerse el traje de mendigo.Tener hambre es bueno y a este Cádiz CF se lo han venido sirviendo todo en bandeja desde hace mucho tiempo de una manera muy inmerecida. Y, claro, el cadismo lo ha pagado.