Cádiz CF

Cádiz CF: Matos, la profesionalidad de un 'banquillazo'

El lateral sevillano se ha visto relegado a un segundo plano del que ha salido gracias a su honradez

La situación de Bojan Kovacevic 

Matos no ha bajado su nivel con la suplencia.

Alfonso Carbonell

Cádiz

Si el algodón no engaña, el banquillo tampoco. Es más, el conocido castigo del 'banquillazo' sirve para medir la voluntad, madurez y honestidad de cualquier profesional. Y en el caso del utrerano de 29 años José Joaquín Matos García es uno claramente definido.

El lateral zurdo ha estado compitiendo consigo mismo toda la primera vuelta y, la verdad, no le ha venido muy bien. Como es normal, el ex del Burgos se ha visto envuelto en una dinámica pésima con Paco López y sus altibajos han sido una constante. A pesar de ello, Gaizka Garitano no quiso entrar como un elefante en una cristalería y lo mantuvo en sus inicios en el equipo titular.

Con la entrada de enero y el fichaje de Mario Climent la cosa cambió, pero no lo suficiente para que el sevillano saliera del equipo a las primeras de cambio. De hecho, y ya con el nuevo fichaje procedente del Mérida en el banquillo, en el primer encuentro del año disputado en casa, Matos fue el elegido. Y así estaba siendo hasta que una desafortunada jugada en la que el sevillano entró con todo y con los tacos por delante a pesar de llegar antes al balón y ser pateado por el rival vio la cartulina roja. Fue ante el Levante, día del debut de un Climent que ha caído de pie en el once amarillo.

Tan de pie que a la jornada siguiente se marcó un golazo ante el Eldense en su estreno como titular. Y a la siguiente otro contra el Mirandés. Y más adelante otro ante el Cartagena. En definitiva, que el lateral de Jijona borró de un plumazo a Matos y ahí sigue consolidado ya en la defensa cadista en detrimento de Matos, que lejos de tirar la toalla lo que ha hecho ha sido secarse y volver al trabajo más implicado si cabe.

Sin minutos desde aquel aciago día ante el Levante, Matos volvió a jugar el pasado fin de semana en Santander, donde salió en la segunda mitad para suplir a De la Rosa en el extremo izquierdo, desde donde partió como una exhalación para apuntalar al Racing con un 2-4 que acabó siendo anulado injustamente.

Con gol o sin él, lo cierto es que el lateral sevillano ha demostrado a su entrenador que puede tirar de él en cuanto su compañero Mario Climent levante el pie. Y es eso, precisamente eso, apretar hasta el fondo lo que ha conseguido la competitividad que le han traído a un Matos más que preparado para salir del segundo plano en cuanto pueda.

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