Cádiz CF
Cádiz CF: Iza lo tenía controlado
El lateral portuense tuvo un breve intercambio de opinión con todo fondo norte tras una acción que protagonizó durante el encuentro ante el Mirandés
La crónica del partido
La sintonía entre la grada y el equipo ha vuelto a todas luces y voces al estadio Carranza. Por fin, la llegada de Garitano ha aunado fuerzas y de nuevo futbolistas y aficionados empujan en la misma dirección. Y cuando esto pasa, sobra decir que está enchufado al partido hasta el que todavía está pasando su carnet por los tornos porque no ha podido llegar antes al encuentro.
Como en toda familia, por mucho amor que resida en la casa, hay discusiones, disputas, intercambio de pareceres que se arreglan con el cariño de las buenas maneras y con la sensatez de los argumentos. Hace no mucho, pasaba lo contrario. Y eso se dejaba notar en un ambiente que en nada beneficiaba. Entonces, todo era tensión, riñas, críticas y malos gestos que igual iban desde la grada al verde que desde el campo al cemento. Precisamente, uno de los que las tuvo con la grada de fondo sur fue Iza Carcelén, que marcó en la victoria por 2-0 ante el Oviedo a finales del pasado mes de octubre. Como muchos recordarán, el portuense celebróel gol llevándose las manos a las orejas en claro desplante a una afición que no do dudó en pitarle acto seguido a pesar de abrir la victoria del equipo entonces entrenado por Paco López. Tanto fue el asunto que al término del encuentro el propio club lo sacaba a la palestra para que pidiera perdón por su feo gesto.
De eso ya ha pasado algo de tiempo y el panorama se ha tranquilizado tanto que hasta el propio jugador que protagonizó dicho desencuentro en la primera vuelta ha vuelto a tener una pequeña conversación con la grada, si bien ahora, además de razón, se ha ganado el respeto de un público que dudó tras una de sus acciones sobre el campo.
Tuvo gracia
La cosa ha tenido hasta su gracia. El Cádiz CF ganaba 2-0 en la primera parte ante el Mirandés y desplegaba su mejor fútbol desde la llegada de Garitano al banquillo. La grada disfrutaba de lo lindo, los jugadores se gustaban y la victoria parecía de camino al bolsillo cuando Iza pasaba el balón a David Gil con más potencia de lo habitual cuando se acomete dicho menester. Y claro, el runrún de la grada de fondo norte no se hizo esperar al ver peligrar momentáneamente el resultado en el caso de que el portero cadista no tuviera un buen control. Dicha alarma en la grada fue recibida instantáneamente por Iza, que levantó la cabeza y se dirigió a todo el respetable de fondo norte gesticulando que se relajase ya que no había motivo alguno para dudar de su acción dado que, como mandan los cánones, su cesión al portero no iban en dirección entre los tres palos.
Pasado el susto, la confianza fue devuelta al zaguero portuense, que minutos después fue ovacionado por su gran partido cuando fue sustituido en la segunda mitad por el vasco Joseba Zaldua.