Cádiz CF
Cádiz CF: Indestructibles en 50 días
Garitano ha ido construyendo un equipo que, con sus carencias, ha podido rearmarse e ilusionar a su hinchada en apenas un mes y medio
La crónica del Zaragoza - Cádiz
Indestructibles. En apenas un mes y medio, Gaizka Garitano ha convertido el castillo de naipes con el jugueteó Paco López en una fortaleza inexpugnable. Siete encuentros, ninguna derrota. Y, además, lo ha hecho de una manera paulatina, sin grandes movimientos, pero si se echa la vista atrás y se compara el primer partido ante el Albacete, en el que se ganó por la cagada de un defensa que cometió penalti al antaño combativo Chris Ramos, con el empate de este pasado sábado en la casa del Zaragoza, lo cierto y verdad es que este equipo ha crecido una barbaridad y sin refuerzos de ningún tipo.
De aquel 14 de diciembre de 2024 a este 2 de febrero de 2025 han pasado exactamente 50 días. O lo que es lo mismo algo más de siete semanas, de la que hay que restar una por las vacaciones de Navidad. Podría resultar asombroso lo que ha conseguido Garitano, pero, y sin quitarle mérito alguno al entrenador bilbaíno, el problema de este Cádiz CF es que era una auténtica verbena en defensa y que no había otra cosa que ponerse a cementar desde la delantera hacia abajo y no como lo hacía su antecesor.
Y no. No puede decirse que Garitano haya contado con el favor de la grada desde el primer día. De hecho, en esos dos primeros encuentros en casa ante Albacete (1-0) y Burgos (1-1) las sensaciones que despertaba ese equipo no eran muy distintas de las que levantaba con Paco López. Es verdad que solo encajó un gol, y de penalti, pero eso hizo, casi que inconscientemente, elevar la moral del grupo, que terminó de venirse arriba tras el empate en casa del Almería, un claro candidato al ascenso que solo fue capaz de empatar con el Cádiz CF gracias a una expulsión de Ontiveros y un penalti de lo más criticado. Efectivamente, esas tablas en el Juegos Mediterráneos ya era un argumento más sólido para pensar que algo estaba consiguiendo Garitano, al que mucho pudieron ver en sus primeras escenificaciones en Carranza que se le estaba poniendo cara de Pellegrino. Pero no. Vaya que no.
Porque fue con la llegada del nuevo año que el Cádiz CF se terminó de armar. Vino hasta bien incluso esa especie de minipretemporada que tuvieron los hombres de Garitano al haber caído -también con el técnico de Silla en el banquillo- en Copa y no haber jugado el primer fin de semana de 2025 salvo un amistoso con el Sanluqueño donde Diakité ya daba muestras de que lo suyo iba a ir en serio.
Retornó la Liga y con ella volvió un Cádiz, ahora sí, más sólido, responsable y serio. Y así, pasito a paso, se conseguía un punto en casa ante otro gallito de la categoría como el Levante, que al igual que el Almería, llegaba a su duelo con el conjunto gaditano en plena buena racha de resultados. Y de nuevo, otro empate. Y sin goles. El encuentro estuvo abierto, pero sabedor de que los puntos son importantes y de que su prioridad, además de salir del descenso donde llegó, era reforzar la mentalidad de un grupo que llevaba deprimido desde hace año y medio volvió a saborear con gusto ese punto ante los granotas.
Alejados del descenso relativamente, se llegaba a un duelo de la liga del Cádiz. El Zaragoza, otro histórico que busca ascender a Primera, se plantaba el pasado domingo ante los hombres de Garitano con ganas de meterle mano un equipo que ya es indestructible. De entrada, porque los maños salieron con la idea de mandar, algo que no consiguieron al comienzo. Sin embargo, las lesiones de Ocampo y Alcaraz trastocaron los planes del técnico cadista, que no acertó echando a la izquierda a Ontiveros, pero sí en ordenar a los suyos no meter el culo en su área. Con responsabilidad y sensatez, como ante el Levante, el Cádiz CF supo gestionar el partido de tal manera que igual pudo caer de un lado que para otro pero sin hacer del mismo una locura. Sí, pudo decir el control ha vuelto a la táctica de un Cádiz CF infranqueable.
Siete partidos (tres victorias y cuatro empates) en los que el Cádiz CF ha conseguido diez goles y ha encajado solo cuatro son la mejor señal de que Garitano y los suyos van por el buen camino. Aún no se ha visto a los de amarillo ir por debajo en el marcador y eso es la señal más clara de que se sigue trabajando más en la zona más vulnerable de un equipo que confía en seguir dando pasitos hacia delante mientras pone tierra de por medio con el fuego del descenso, ahora a siete puntos.
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