Eibar - Cádiz
El Cádiz, alegría para los deprimidos
A pesar de la distancia que los armeros sacaban a los gaditanos, sobre el equipo ya caía la presión sobre Etxeberria tras sus últimos cuatro partidos perdidos de manera consecutiva
Se está estirando la confianza de Paco López hasta cotas insospechadas. Con esta jornada, ya serán dos las que el cuadro cadista esté inmerso en los puestos de descenso, una situación que no aguantarían muchos presidentes. Y no, no hay que irse solo a Granada, donde ya cayó la cabeza de Guille Abascal.
El ejemplo más actual es el del propio Eibar, que este miércoles respiraba muy especialmente en la figura de su entrenador, Joseba Etxeberria, que en la previa del encuentro ante el Cádiz no podía evitar enfrentarse a preguntas incómodas en las que su cargo bien podría verse en el disparadero de no haber sumado los tres puntos ante el equipo amarillo.
Y es que en el banquillo local de Ipurua ya había cierto movimiento después de estar cinso jornadas sin ganar, de ellas, las cuatro últimas fueron derrotas.
Por tanto, la falta de confianza a la que tanto apela Paco López para argumentar algo de los desastrosos resultados que está obteniendo no le valía después de medirse a un rival que desde que ha probado no hace mucho la miel de Primera tiene a su afición con una exigencia equiparable. El caso es que antes del partidos los armeros se distanciaban en cinco puntos de los amarillos y ahora se van a ocho.
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