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Álvaro Cervera: «Me hubiese quedado en Cádiz toda la vida»

El técnico ecuatoguineano repasó su trayectoria como entrenador y analizó su etapa como cadista

Álvaro Cervera es una de las figuras más importantes en la historia del Cádiz. Habrá gente en desacuerdo, pero es así. Un técnico que tomó las riendas de un equipo desahuciado en la categoría de bronce del fútbol español y que, tras otorgarle una identidad y un reconocimiento a lo largo del territorio nacional, lo metió en Primera División, donde logró una permanencia tranquila. Sin embargo, los malos resultados y la pérdida de confianza por parte de algunas personas desembocaron en el cese irrevocable del técnico.

Tras su paso por el Real Oviedo, donde fue destituido hace algo más de dos meses, el entrenador ha tomado la palabra en Relevo. «Estoy en casa con mis hijos después de la mala experiencia de Oviedo. El primer año salió más o menos bien y en el segundo nos tuvimos que ir muy pronto. Estás un tiempo en el que dudas de todo, hasta de ti mismo. Ahora estoy más tranquilo», afirma el ecuatoguineano, una figura muy querida en el ambiente amarillo. Un lugar donde su fútbol fue una religión a pesar de los que no creían en ella.

«Hay cierto fútbol que me aburre y gana partidos, y no es que esté mal. Veo partidos que los quito a la mitad, son buenos y los admiro al mismo tiempo. Me aburre el pase atrás, la lentitud, el dar demasiados toques al balón. Aburrir no es que no dé resultados, me gusta la intensidad, una buena defensa, controlar el partido desde ahí y no desde el balón. No imaginé que el portero fuera tan importante, que jugara bien con los pies, pero se está llevando todo eso a un extremo... Guardiola me encanta y Simeone también, pero me aburren los sucedáneos de los dos. Junto a Ancelotti son los mejores, pero no me gustan sus copias«, declaraba Cervera.

Acerca de su etapa en el Cádiz, el técnico declaraba que «en Cádiz fueron casi siete años, allí la gente vio al equipo de Segunda B a Primera de una forma. Quizás algunos pensaron que luego teníamos que jugar diferente. A mí no me exigieron eso, en Oviedo quizás sí», afirmaba. Además, añadía que «de Cádiz no me ha dolido nada, todos tenemos un equipo de nacimiento. Yo me hice del equipo de mi vida de mayor, entrenándolo: el Cádiz. Me hubiese quedado allí toda la vida. Luego en las salidas son las personas, no es el club, y se comportan tal y como son en la vida», dejando claro que la Tacita de Plata fue una parada muy importante y definitiva en su carrera.

«Fue algo raro, de tener una relación diaria, de repente un lunes noche te llaman y te dicen que te pueden cesar, llamas y no te lo cogen y ya sabes que algo va a pasar. El comportamiento de algunas personas en según qué situaciones tú no lo puedes digerir», manifestó a raíz de su cese en el Cádiz.

Por último, tuvo palabras para Jon Ander Garrido, al que definió como el jugador más inteligente que ha dirigido. «Jugando piensa como persona y no como futbolista, sabe sus limitaciones y ha llegado a jugar en Primera. Eso requiere una inteligencia fuera de lo normal», finalizaba el técnico ecuatoguineano.

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