“Ser voluntario te hace ser consciente de lo que tienes y lo que puedes hacer”
Su voz suena a castañuelas que acompañan por alegrías a sus palabras. Pizpireta y animosa, la 'payasa' ("así me dicen en la Residencia") va arrancando sonrisas en caminos complejos, en vidas difíciles. Voluntaria de Cruz Roja, alterna su labor solidaria y se divide entre los hospitales junto a los pequeños y el asilo con los mayores. Sara Puerto sólo tiene 22 años pero llevará aproximadamente unos 22 años haciendo sonreír a los que se tropiezan con ella por el sendero.
Estudiante de psicología, algo tuvo que ver su madre, directora de la Residencia San José de San Fernando, donde ella empezó a dar sus primeros pasos como voluntaria en Cruz Roja. "Conocí a una psicóloga de la asociación y fui su aprendiz; quería saber cada vez más en mi terreno, en el de la psicología". Ese fue el comienzo de una historia todavía con muchísimas páginas por escribir. "Fue el primer paso. También empecé con una campaña de recogida de material escolar e ingresé en el proyecto de Infancia Hospitalizada".
Así que divide su tiempo en niños y ancianos. "Impacta un poco más lo de los pequeños, porque tenemos más arraigado que una persona mayor esté mal, mientras que no aceptamos a un niño con una enfermedad grave. También debo decir que llevo toda la vida en esa residencia; desde que era chiquitita los usuarios quieren que me quede allí, es más flexible y la relación es más continua", por eso cuando se produce la temible despedida resulta imposible reprimir esas lágrimas.
Hay "muchas diferencias en ambos acompañamientos. La población objeto es diferente. El tiempo es distinto, porque en infancia tenemos horarios más restringidos mientras que en la residencia tienes más posibilidades. Pero sobre todo es el motivo: con los ancianos, se lleva a cabo un acompañamiento a final de vida, en sus momentos más complicados, y por eso los ves con más frecuencia; en los niños esperas que el tiempo sea corto. Es más, cuando me voy y tengo que volver la próxima semana, siempre suelo decir lo mismo: 'Espero que NO nos veamos la próxima vez'. O al menos que sea en otro lugar, fuera del hospital".
A la vez hay algunos puntos en común. El más palmario, "la cercanía. Es clave tanto para los mayores como para los niños. Cuando llega un desconocido, a todos les puede dar más o menos vergüenza, así que es importante la cercanía con esa persona. Y entender que cada persona es distinta y te tienes que adaptar a ella", explica. "Hay quien quiere jugar, otros cantar, o tener una partida de ajedrez, y a quienes les apetece una charla más profunda".
Pese a su juventud, ya empieza a acostumbrarse a que los males, por enfermedad temprana o ley de vida, forman parte de la existencia. "Aunque hay casos que me llaman más la atención. Me afecta más la residencia, porque después de meses o años juntos, hay personas que se acaban yendo, y se dan situaciones muy emotivas".
En cuanto a su enriquecimiento personal, se ha multiplicado desde su entrada en Cruz Roja. "Me ha cambiado la vida, la forma de pensar", confiesa. "Yo no quería trabajar en la residencia, pensaba que las personas no mejoran. ¡Y sí que estaba equivocada! Sí que se nota un cambio. Solucionas en parte su calidad de vida, será más feliz, y eso me llena muchísima".
Pronuncia una frase que todos podríamos grabar en piedra en nuestra pared (mental). Serigrafiarla, apuntarla en la portada de la agenda, ponerla de fondo de pantalla en el móvil o escribirla en un 'post it' junto al ordenador. "Ser voluntario te hace ser conscientes de lo que tienes y lo que puedes hacer".
"Hay gente que me dice: 'estás trabajando gratis'. Pero no todo es el dinero. Me ayuda mucho personalmente. Conoces más sobre la vida y sobre ti mismo. Te hace entender muchas cosas", asegura. "Y no sólo a mí. La cuestión es que hay muchas personas que quieren ayudar y no saben cómo".
Su futuro se lo imagina en la Cruz Roja. "Estoy muy contenta y cuentan conmigo para muchísimas cosas. Tengo su apoyo y me gustaría seguir para ayudar en todo lo que pueda. También en darle visibilidad, ayudar a que el ciudadano conozca todo lo que hacemos. Me encantaría quedarme aquí para siempre".