DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER

«Quiero que la gente no asocie ir al psicólogo a que están llevando el cáncer fatal»

En 2020 se estima que más de 7.300 personas serán diagnosticadas con nuevos casos de cáncer en la provincia de Cádiz

Cada 4 de febrero desde el año 2000 se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer, una jornada que busca la concienciación sobre esta enfermedad a través de la divulgación y la realización de acciones de prevención y detección tempranas.

Según la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM) más de 7.300 personas serán diagnosticadas con nuevos casos de cáncer en la provincia de Cádiz en 2020. Asimismo, desde SAOM indican que pese a que la incidencia de esta enfermedad sigue creciendo entre la población, lo hace de una forma estabilizada.

En Cádiz, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha presentado en la plaza de San Juan de Dios la campaña 'Llámalo Cáncer', una palabra que todavía hay a quien cuesta pronunciar para referirse a la enfermedad.

Desde la AECC Cádiz inciden en el coste emocional que sufren algunos pacientes de cáncer desde el diagnóstico hasta el periodo que llaman de «supervivencia». María Ramírez, psicóloga de la entidad gaditana comenta a Cádiz Solidaria que «hay que aprender a normalizar la situación de enfermedad». En este sentido, indica que para algunas personas es importante la atención psicológica porque «es difícil ver como hoy estamos trabajando, llevando a nuestros hijos al cole, haciendo una vida normal y de pronto llega esta enfermedad y nos para completamente la vida».

A la consulta que ella dirige en la sede que tiene la AECC en Cádiz acuden hombres y mujeres de todos los rangos de edad, casi nunca niños y niñas «porque se intenta que normalicen la situación mucho más que a los adultos dando pautas a los familiares en el propio hospital» . Ramírez explica que por lo general a los pacientes con cáncer hay que «ayudarles a ser compasivos con ellos mismos, que no se exijan como antes de la enfermedad. Ellos quieren ser los mismos pero ser los mismos con un tratamiento que les está frenando su vida es frustrase un día tras otro porque no llegan. Es ayudarles a aceptar ese momento en el que tienes a parar y no ser tan exigente».

La psicóloga de la AECC quiere «que la gente no asocie ir al psicólogo como que lo están llevando fatal o que no pueden llevar la lucha ellos mismos». «Yo llevo 24 años trabajando con pacientes oncológicos y personalizo con ellos pero sé que hay cosas comunes que ellos tienen como el miedo, la incertidumbre, los agobios de la gente que les rodea, de querer ellos controlarlo.  Les puedo dar pautas para momentos puntuales sin que haya ningún tipo de patología. Que vean al psicólogo como un asesor en esos momentos y punto», concluye.

«Siempre han ido un pasito por delante mía»

Una de las pacientes de la AECC de Cádiz que acudió a María Ramírez fue Cristina Patrón. Desde que ingresó en el hospital tuvo contacto con la Asociación y desde ahí «no me han dejado», comenta.

«Esto no es una enfermedad normal y corriente, es muy larga. Llevo ya un año luchando con ella. Si no cuentas con la información antes, puedes venirte abajo. Ellos me han ido avisando, siempre han ido un pasito por delante mía y quieras o no lo sobrellevas mejor».

Echando la vista a los comienzos, Patrón, que ha sido operada de un cáncer de mama y que ahora se encuentra en tratamiento de radioterapia, recuerda que «un día tuve una pesadilla con mi hija por la noche, en las primeras semanas cuando me lo diagnosticaron, antes de entrar en operación. Me desperté a las 04.00  de la mañana y dije: ¿qué hago? Cogí el teléfono, ellos que dicen que están las 24 horas y oye y no dio ni dos llamadas y me lo cogieron. Estuvieron conmigo una hora al teléfono. Yo les debo haber llevado la enfermedad como la estoy llevando y no venirme abajo porque es muy larga y muy difícil».

Por otro lado, uno de los miedos a los que se enfrentan muchas personas que padecen cáncer es comunicarlo a los hijos y familiares. En este punto también incide la importancia de acudir a la consulta psicológica.  «Yo tengo una hija pequeña con 8 años y se me hacía un mundo, no sabía qué tenía que decirle, si engañarla o no, y al final ella sabe todo. María fue ayudándome y aconsejándome. La naturalidad es fundamental, pero quizás si yo no hubiese tenido a María yo no se lo huera dicho a mi niña. Mi hija me preguntaba ¿mamá te vas a morir? Pues mira hija, me voy a morir como todo el mundo pero ahora no pienso morirme. La Asociación te da recursos psicológicos para afrontar la enfermada y para ayudarte. Se puede superar, hay que luchar y la ayuda psicológica es fundamental» finaliza Cristina.

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