La participación del hombre en su papel de persona cuidadora y en el ámbito afectivo dentro de la familia. Este aspecto, que sigue siendo poco visible en el imaginario colectivo, es el que quiere reforzar este mes de abril la campaña Igualmente Visibles, Igualmente Responsables, en la figura de Celestino Canorea, padre de Daniel Canorea, persona con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) perteneciente al servicio de hogares de Jerez de la Frontera Isabel Pérez-Aguirre.

La campaña, que comenzó en el mes de enero y tiene un carácter mensual, tiene como misión impulsar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5 de las Naciones Unidas sobre la Igualdad de Género y se sostiene en dos hitos: visibilizar a las mujeres con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) (de ahí la primera parte del eslogan Igualmente Visibles) y la figura de los padres cuidadores (de ahí Igualmente Responsables).

Celestino Canorea tiene claro que su vida dio un giro de 180 grados con la llegada de su hijo Daniel. “Todo el recorrido con Daniel ha sido muy duro, la infancia y adolescencia fueron realmente complicadas, pero siento que también es un privilegio. Las familias que tenemos algo así, hemos tenido la oportunidad de tener vivencias, sentimientos, que otras personas no han podido tener”, comienza a explicar.

Porque para Celestino, es importante destacar no todo lo que la familia hace por Daniel, sino sobre todo lo que Daniel les aporta a ellos. “He aprendido a ser más paciente, a comprender los silencios, porque Daniel no tiene lenguaje y eso, aunque pueda parecer increíble, me proporcionó herramientas en mis competencias profesionales”, añade.

Celestino comenta también el estrecho vínculo de la familia con la entidad. “Hemos comprendido que también son familia, no solo para Daniel, sino también para nosotros. Fue muy importante su compromiso durante la etapa de confinamiento en la pandemia. 00Él se siente muy orgulloso de su papel de padre y en su relación tan estrecha con su hijo. “Gracias a él sé lo que es el amor de verdad, el amor puro, un amor que no tiene definición”, concluye.