Unir la profesión con la pasión por un deporte es lo que llevó a Jesús Borrego a crear hace más de diez años la Asociación Solo Surf. Todo comenzó por una petición, la de ofrecer una alternativa de ocio para uno de los usuarios con diversidad funcional que Borrego tenía. En ese momento ya se fraguaron las bases de Solo Surf comenzando a combinar el trabajo de terapia acuática con los procesos educativos en la playa. El director técnico de la Asociación asegura que con la técnica que aplican en sus sesiones hay una mejora de la actitud y la aptitud de las personas. Sus actividades están abiertas a todos los públicos, aunque focalizadas en personas con diversidad funcional, sobre todo en niños y niñas con autismo.

¿Cómo valora los diez años de Solo Surf en Cádiz?

En estos diez años hemos desarrollado un centro de recursos para familias, Asociaciones y centro de formación para trabajar con personas con diversidad funcional en general, aunque nos centramos en autismo infantil a través de actividades que se desarrollan en el medio acuático con la puesta en marcha del programa de surf terapéutico. En esta línea, es uno de los programas más antiguos incluso a nivel internacional.

¿En qué consiste su técnica?

Se basa en una idea de trabajo con el surf para conseguir reproducir una etapa del desarrollo de los niños que es fundamental para que puedan terminar de coordinarse en cuanto a la construcción de su esquema corporal, procesar información y aprender con los demás. Ese periodo de tiempo desde que el niño nace hasta que se pone de pie y empieza a andar es el salto evolutivo fundamental de las personas y se basan en integrar el esquema corporal. La idea que nos sustenta es reproducir ese patrón de desarrollo temprano, hacerlo de una manera divertida, normalizada y con un impacto muy integrado.

 ¿Quién puede practicar esta modalidad de surf terapéutico?

Nosotros combinamos diferentes técnicas acuáticas con uso de la tabla y pedagogías que es importante entenderlas para saber cómo podemos trabajar con grandes grupos. Esa metodología se ha ido gestionando en base a la puesta en marcha del trabajo con personas con diversidad funcional, niños con autismo pero también con personas que no tienen ningún tipo de discapacidad social, asociada a lo normalizado. Los programas se hacen con cualquier tipo de persona. Actualmente estamos en torno a los 120 o 140 participantes.

¿Por qué es una terapia para niños y niñas con diversidad funcional?

El surf como terapia para decir que es terapéutico tienes que tener una evidencia científica. La actividades acuáticas terapéuticas puede haberlas de diferentes tipos. En este caso es no rehabilitadora pero tiene que conseguir una evolución con el colectivo que tu trabajas. Aunque no sea una rehabilitación, te exige, para tener valor terapéutico, que los síntomas se van a atenuar. El surf como actividad deportiva o modelo de recreación para personas con o sin diversidad funcional, tiene una serie de beneficios. Basado en ese principio de no racionalizar ni razonar sobre lo que hago hay una parada del cerebro y vuelvo a actuar de una manera más intuitiva, proactiva, reactiva y las partes del cerebro que van a trabajar son diferentes a las que me hacen pensar y tomar decisiones de la lógica. El surf es una auténtica terapia hoy día porque resetea el cerebro. Todo es un coctel importante desde el punto de vista neurofisiológico y fisiológico.

¿En qué consiste el proyecto Activa Acuática?

Se trata de incluir nuestros métodos de trabajo dentro de la educación de los propios alumnos con diversidad funcional en aulas específicas. Este proyecto es pionero a nivel mundial y se incluiye el surf terapéutico dentro del contenido curricular complementario de alumnos que están en aulas específicas. Ya tenemos dos proyectos con el Instituto Drago de Cádiz y el Antonio Muro de Puerto Real. Trabajamos en coordinación con el profesorado del aula, con el equipo de pedagógico y de dirección. Hemos desarrollado un procedimiento de trabajo que establecemos objetivos comunes y transversales validado con los equipos profesionales.

¿Tienen novedades para este año el del décimo aniversario?

Tenemos en mente desarrollar una exposición fotográfica de unas colaboradoras nuestras, aunque aún hay que decidir el lugar y cómo dar salida a esa exposición. Queremos transmitir la idea es de normalización, de que todo es posible y es real depende de los ojos con lo que los miremos y creamos que las cosas sean de un modo u otro. También queremos desarrollar una noche flamenca y de carnaval. Asimismo nos gustaría celebrar alguna experiencia solidaria con colectivos y asociaciones en la playa. Estas son las ideas junto con el resto de proyectos como ampliar el Activa a otros institutos, la formación de nuestro equipo o jornadas en la Universidad.