El inspector de Policía Local de Puerto Real, José María Repiso, está pendiente del calendario. El próximo miércoles ya puede ir, al fin, a cumplir con su deber autoimpuesto. Tiene cita con la salud para ir a donar. Se muestra tranquilo pues no es su primera vez; es la número 375. Casi 400 veces ha acudido a donar y ha entregado hasta 205 litros entre sangre, plasma y plaquetas. Un recordman gaditano que está en el podio de los donantes de todo el país y que aprovecha toda ocasión para convencer a los indecisos. "Hay que donar. Siempre recibes más de lo que das".

Recuerda su 'bautismo', con 19 años. "Trabajando en Dragados llegó la Unidad Móvil al botiquín. Curiosamente, fue la primera y la más traumática porque llegó un herido grave de urgencia y me tocó ver toda la situación. Pero nunca en todo este tiempo he tenido ningún problema". Y son ya cuatro décadas". "Ni un mareo. Me dicen que tengo que parar un poco el ritmo, que son cuatro donaciones de sangre al año mientras intercalo plasma y plaquetas. Alguna vez no he podido al tener la hemoglobina un poco baja, pero mientras pueda seguiré cumpliendo con ello, Soy un friki de las donaciones", bromea.

Apunta que "es algo superior a mí, una forma de vida. La gente necesita algo que tú puedes darle, y se recibe mucho más de lo que das", asegura Repiso. "Sales contento y el pago está en la misma acción". Y eso que José María tiene "la mejor sangre del mundo: cero negativo. Puedo darle a todos, pero sólo puedo recibir de este tipo". Por fortuna, "hasta el momento, y tengo 58 años, no la he necesitado".

Con su ejemplo ha persuadido a familiares, amigos y compañeros a realizar esta acción. "La forma de actuar de una persona no pasa desapercibida". Por ello, es crítico con la administración. "Faltan más iniciativas para captar a la gente. Como las campañas de abonados del Cádiz CF, pero en busca de donantes. No le dan el valor que tiene a la sangre, que no se puede fabricar". Asegura que "tanto en Andalucía como España el donante está a la altura, porque la gente es solidaria, pero no la administración. Falta motivar a la gente, hay que empujar. Si yo he convencido a muchos, imagínate con más medios".

Lamenta que "siempre haga falta sangre. Y más en verano. Justo cuando más se necesita, porque hay más accidentes y más movimiento, se dona menos. Y para colmo cierran por las tardes".

No sólo dona sangre. "Es más. Motiva mucho la donación de plaquetas, pues sabes que alguien la necesita en ese momento. Eso es muy fuerte. La sangre es más impersonal". Lleva esperando 25 años a que alguien necesite médula ósea, que se convierte en fundamental en los enfermos porque es muy difícil la compatibilidad.

José María Repiso plantea a su vez cambios en las donaciones de órganos. "Cuando uno fallece, en un accidente por ejemplo, se pueden aprovechar los órganos, pero entiendo que decirle eso a un familiar en tan duros momentos... Un cuerpo salva la vida a muchas personas y ni siquiera habría que llegar a esa pregunta. Me gustaría que se normalizara que el médico pudiera coger el órgano necesario".

Es una solidaria forma de vivir, pensando que un simple gesto puede salvar la vida de tantos. En una operación se pueden necesitar 50 o 60 litros de sangre; las plaquetas son fundamentales en pacientes con inmunodepresión; el plasma, la médula ósea, los órganos... Vitales. Así son. Vitales.