El director general de la Asociación Arrabal AID destaca el giro hacia un modelo más participativo e integral de la acción social
Los primeros programas sociales nacieron orientados hacia el asistencialismo, es decir, hacia la ayuda puntual y ocasional, principalmente en forma de recursos básicos. Con el tiempo, las organizaciones sociales comprendieron que no basta con aliviar temporalmente la situación de las personas, sino que es necesario acompañarlas en un proceso de cambio que las capacite para mejorar su calidad de vida a largo plazo. «El concepto ha cambiado. Ya no se trata de dar el pescado, sino de enseñar a pescar», explica José Antonio Naveros, refiriéndose al giro hacia un modelo de acción social más participativo, integral y más enfocado a la formación.
El director general de la Asociación Arrabal AID reflexiona sobre la trayectoria de la organización y su colaboración con la Fundación ‘La Caixa’, con motivo del 25 aniversario de sus Convocatorias de sus Proyectos Sociales: «el enfoque se ha adaptado a los nuevos tiempos y retos sociales».
Arrabal, que comenzó su labor en 1992, tiene como misión principal la inclusión social a través de la inserción laboral. Con sedes en Chiclana y Málaga, la asociación trabaja incansable para ofrecer nuevas oportunidades a personas en situación de vulnerabilidad, con un enfoque integral y un acompañamiento cercano que va más allá de la simple cobertura de necesidades inmediatas. En este modelo, la persona es el agente principal de su propio cambio, y las asociaciones juegan un papel de apoyo, facilitando los recursos necesarios para que cada individuo pueda construir su propio camino hacia la autosuficiencia.
Un pilar fundamental de este enfoque es la inserción laboral, que sigue siendo el objetivo primordial de la asociación. Como explica Naveros, el empleo no solo es un medio de sustento, sino una base sobre la que una persona puede construir su bienestar y prosperar. Sin embargo, más allá de la formación técnica en oficios como la hostelería, la logística o la administración, la asociación recalca la importancia de trabajar también en las competencias blandas, aquellas habilidades interpersonales y actitudinales que son clave para el éxito en el trabajo. «No solo formamos a las personas como camareros o cocineros, sino que también trabajamos aspectos como el trabajo en equipo, la comunicación, la capacidad de resolución de conflictos o la habilidad para tratar con clientes y compañeros».
Este enfoque integral es especialmente relevante en el contexto actual, donde la brecha digital se ha convertido en uno de los mayores factores de exclusión social. Aunque hace algunos años las dificultades de alfabetización eran una de las principales barreras, hoy en día, la falta de habilidades digitales es igualmente limitante. Desde la solicitud de empleo en portales online hasta la gestión de citas médicas o trámites administrativos, la capacidad de utilizar herramientas digitales es esencial para acceder a muchas de las oportunidades cotidianas. «El acceso a la tecnología ya no es un lujo, sino una necesidad», afirma Naveros, resaltando la importancia de ofrecer tanto formación como medios a las personas para que puedan aprender a navegar en este nuevo entorno digital.
Uno de los principales programas que la Asociación lleva a cabo con la Fundación 'La Caixa' es el Programa Incorpora, cuyo objetivo es facilitar la inserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad. Este programa es un claro ejemplo de cómo la colaboración entre entidades sociales y el sector privado puede crear sinergias poderosas. «A través de la intermediación con empresas, como Carrefour, Leroy Merlin, o cadenas hoteleras en la Costa de la Luz, proporcionamos oportunidades laborales a nuestros beneficiarios». Esta colaboración no solo facilita el acceso al mercado de trabajo, sino que también ofrece a las empresas un período de prueba a través de las prácticas, permitiendo tanto a los empleados como a los empleadores conocerse mejor antes de formalizar la contratación.
Pero el trabajo de Arrabal AID no se limita a la inserción laboral. A través del Programa Más Infancia, la asociación también se dedica a la intervención social con niños y jóvenes en riesgo de exclusión. Este programa busca romper el ciclo de pobreza intergeneracional que afecta a muchas familias vulnerables. La intervención incluye refuerzo educativo, orientación pedagógica y talleres de ocio, así como apoyo psicológico tanto para los menores como para sus padres. «La pobreza no tiene por qué ser hereditaria, y a través de la educación y el apoyo integral, podemos ofrecer a estos niños una vida mejor», afirma, destacando la importancia de abordar la pobreza desde su raíz. El acompañamiento a los jóvenes en riesgo de exclusión social es otro de los aspectos clave de la labor de Arrabal AID. Para aquellos jóvenes que han abandonado el sistema educativo o no han completado la ESO, la asociación ofrece alternativas para retomar los estudios o, en su caso, obtener el título de graduado escolar. «Nuestro objetivo es que estos jóvenes, a través de su formación, no solo consigan su titulación, sino que también logren acceder al mundo laboral», subraya Naveros, quien también destaca el reto que suponen los trabajadores pobres.
La precariedad laboral es un fenómeno que ha ganado relevancia en los últimos años, y muchas personas que tienen trabajo no consiguen cubrir sus necesidades básicas. «Es inadmisible que alguien trabaje y no pueda vivir dignamente de ello», señala Naveros, quien aboga por políticas públicas que erradiquen este fenómeno y promuevan un empleo de calidad.
A lo largo de los años, la colaboración con empresas de inserción ha sido otro de los mecanismos que ha permitido a Arrabal AID ofrecer empleo a las personas más vulnerables. Estas empresas no solo proporcionan puestos de trabajo, sino que también ayudan a los beneficiarios a adquirir experiencia y a integrarse plenamente en el mercado laboral .La solidaridad y la colaboración siguen siendo elementos clave en el éxito de la Asociación.
Naveros menciona el papel fundamental del voluntariado y el mentoring en el acompañamiento a jóvenes emprendedores. A través del Programa de Mentoría, profesionales experimentados orientan a los jóvenes, resolviendo dudas y ofreciendo apoyo desde una perspectiva más cercana y personal. «Un mentor puede hacer una gran diferencia en la vida de un joven que se siente perdido o desorientado».
El trabajo de Arrabal AID, respaldado por la Fundación 'La Caixa', ha sido fundamental para mejorar la vida de miles de personas en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, como reconoce Naveros, los desafíos continúan y será necesario seguir innovando y colaborando con otros actores sociales y empresariales para garantizar que cada vez más personas puedan superar las barreras que la exclusión social les impone.

Arrabal Chiclana
Fundación "la Caixa", 25 años de impulso social
La Fundación "la Caixa" creó en 1999, con la misión de promover la igualdad de oportunidades y la inclusión social, y mejorar la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad, las Convocatorias de Proyectos Sociales, dirigidas a las entidades sociales para apoyar iniciativas transformadoras, sostenibles y con impacto social.
Se trata de una colaboración con el tercer sector que en estos 25 años de historia se ha ido adaptando a las necesidades y realidades sociales del último cuarto de siglo.
Para alcanzar este objetivo, la Fundación "la Caixa" ha destinado 502 millones de euros, distribuidos en las 214 convocatorias creadas desde 1999. Con esta dotación se han impulsado 23.518 iniciativas, desarrolladas por 8.446 entidades sociales que han podido atender a 10 millones de personas en situación de vulnerabilidad. Los proyectos se han llevado a cabo en 1.640 municipios de actuación de todas las provincias españolas.
En estos años, las Convocatorias de Proyectos Sociales de la Fundación "la Caixa" se han caracterizado por su constante adaptación a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, reflejo de la acción social del tercer sector.
Todas ellas se han articulado en torno a tres ámbitos de actuación: el apoyo y acompañamiento a personas en situación o riesgo de pobreza, o bien en proceso de inclusión social; el apoyo integral sociosanitario, y la acción social comunitaria para la promoción de la cohesión social.
Alrededor de estos tres ámbitos principales se han articulado convocatorias cuya vocación siempre ha sido anticiparse a los retos sociales apoyando la inserción sociolaboral, impulsando la acción comunitaria y la inclusión de personas migrantes o reforzando la prevención en situaciones de vulnerabilidad. También se han apoyado proyectos que fomentaran la autonomía personal, tanto de personas mayores como de personas con discapacidad, o el acompañamiento psicosocial.
De las 30.000 entidades de ámbito social que hay en España, el 80 % se ha presentado en algún momento a las convocatorias. De ellas, 8.446 entidades han recibido apoyo de la Fundación "la Caixa" para desarrollar más de 23.000 proyectos.
Muchas de las entidades seleccionadas en estos años se caracterizan por su carácter local y por la capilaridad territorial de sus iniciativas. Además, la distribución geográfica de los proyectos que han desarrollado ha sido una muestra de la diseminación de la acción social impulsada en todo este tiempo, con iniciativas implementadas en 1.640 municipios de todas las provincias.
En cuanto a la tipología de las entidades seleccionadas desde 1999, el 66 % han sido asociaciones, y el 20 %, fundaciones. El resto han sido agrupaciones de segundo nivel, entidades propias de la economía social y religiosas.
La celebración de los 25 años de las Convocatorias de Proyectos Sociales de la Fundación "la Caixa" es una ocasión para reivindicar la acción social del tercer sector de manera retrospectiva.
Evolución constante
Las convocatorias se han adaptado a los cambios y necesidades de la sociedad creando nuevas líneas de actuación o reformulando las ya existentes. El número de proyectos seleccionados también ha ido aumentando a lo largo de estos años para reflejar y apoyar el crecimiento y la consolidación del sector social en todo el país.
En 1999, la Fundación "la Caixa" presentó sus primeras convocatorias, las cuales respondían a la acción social del propio tercer sector. En ese momento, las entidades dirigían sus iniciativas desde un enfoque más asistencial, que con el paso de los años evolucionó hacia un enfoque holístico que pone a las personas en el centro y las empodera.
Por su parte, las convocatorias, en plena fase de crecimiento, apoyaban proyectos con un enfoque híbrido que abordaran múltiples ámbitos sociales, como la salud, la empleabilidad, la vivienda y la comunidad.
Tras una etapa de consolidación, 2022 fue un año de inflexión. Se sustituyó la organización de las convocatorias según ámbitos de actuación por un modelo territorial con la voluntad de dar respuesta a las necesidades sociales en cada una de las provincias.
Para ello se abrieron 18 convocatorias, una por cada comunidad autónoma, y otra dirigida a las dos ciudades autónomas. Esta nueva orientación se vio reforzada con un aumento significativo del presupuesto, que alcanzó una dotación de 39,7 millones de euros en 2022.
En 2024 se ha presentado la nueva convocatoria Acción Social en el Ámbito Rural, cuyo objetivo principal es abordar el reto demográfico impulsando iniciativas contra la despoblación rural. Además, ante la emergencia climática provocada por la DANA en la Comunidad Valenciana, el programa ha activado con carácter de urgencia una nueva convocatoria dirigida a entidades sociales valencianas.
Estas convocatorias refuerzan y complementan las líneas de actuación propias que la Fundación "la Caixa" desarrolla en el ámbito social, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible contemplados en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.