El 2019 concluyó con el mejor dato de empleabilidad de personas con discapacidad en Cádiz. Según el informe de la Fundación Adecco se firmaron 2.619 nuevos contratos en la provincia, lo que supone el 12% del total andaluz. Esta tendencia al alza en Cádiz mantienen la línea de Andalucía -que registró un total de 22.148 contratos- y de España con 117.818.

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco «continúa la tendencia alcista iniciada en 2012, con datos positivos reflejo de un mercado laboral más inclusivo, en el que se consolida la voluntad de las empresas, no solo de cumplir con una ley, sino de generar entornos diversos como sinónimo de competitividad».

Asimismo, el informe señala que el reto continúa siendo el de dar impulso a las personas con discapacidad dentro de un mercado laboral ordinario, ya que la mayor parte de los contratos se realizan en Centros Especiales de Empleo (CEE), diseñados para personas con discapacidad. En Cádiz, un 64% de los contratos firmados -1.681de los 2.619- tuvieron lugar en este ámbito protegido.

En este sentido, Mesonero señala que «las cifras reflejan que los CEE, un sistema de protección necesario y transitorio, constituyen en la práctica en una medida finalista. De este modo, aunque se incrementa la participación de las personas con discapacidad en el empleo, no se avanza lo suficiente en la normalización de la discapacidad en nuestra sociedad. Es en la empresa ordinaria donde el concepto inclusión alcanza su plena coherencia, pasando la discapacidad pasa a un segundo plano y prevaleciendo el talento y las competencias profesionales».

A día de hoy, la legislación establece que los Centros Especiales de Empleo (CEE) han de constituir, siempre que sea posible, un trampolín hacia la empresa ordinaria, aquella en la que la persona con discapacidad desempeña un puesto de trabajo en un entorno convencional en el que aportan su talento y competencias como cualquier otro profesional. Sin embargo, esta modalidad se está convirtiendo en un fin, en lugar de constituir un medio, resalta el informe.

En líneas generales, la contratación a personas con discapacidad se incrementa en 2019 un 9% pero pierde ritmo de crecimiento, respecto a que el periodo anterior fue del 15%. En este sentido Mesonero considera que «parece que la economía española aguanta la ralentización, pero hemos de estar preparados para ciclos económicos negativos, de modo que no se ceben con los de siempre y las personas con discapacidad vuelvan a ser las más afectadas». «Es vital profesionalizar y dotar de rigor a las estrategias de Diversidad & Inclusión, que apuesten por procesos de selección por competencias en los que no haya lugar a la discriminación», añade.

Por último, el informe de la Fundación Adecco constata que el avance de la Inteligencia Artificial (AI) puede afectar a la creación de puestos de trabajo a medio plazo. Hay que tener en cuenta que alrededor del 60% de los puestos que desempeñan personas con discapacidad son susceptibles de mecanización. Por ello desde la Fundación Adecco consideran fundamental «acompañarlos en este salto tecnológico, equiparando su formación a la del resto de la población».

Luis Ruíz Pantoja, persona empleada en Fegadi: «Estaba moralmente derrotado y este trabajo me ha dado un subidón»

En Cádiz, la Federación Gaditana de Personas con Discapacidad Física y/u Orgánica FEGADI-COCEMFE lleva más de treinta años en defensa de los derechos del colectivo que representa. Entre sus acciones, está la de emplear a personas como Luis Ruíz, con una discapacidad del 33% por enfermedad común y que llevaba más de siete años en paro y que comenzó a trabajar el pasado mes de diciembre.

Lo más importante de conseguir un trabajo para personas como Luis, que por una discapacidad en su espalda ha tenido que reorganizar su vida es «volver a sentirme realizado». Cada mañana a las 08.00 comienza su jornada en el centro que Fegadi-Cocemfe tiene en la localidad gaditana de Puerto Real. Allí, Luis explica que hace «el mantenimiento del edificio que está un poquito deteriorado. Yo trabajaba en la construcción y sé hacerlo prácticamente todo, no al grado que podía antes pero sí voy solucionando cositas de baño, pintura, puertas o goteras».

Antes de comenzar a trabajar, Luis reconoce que «estaba moralmente ‘derrotadillo’ y esto me ha dado un subidón, una alegría. Es la noche y el día. Yo que era una persona activa siempre, trabajando y llevaba ya 7 años sin encontrar nada, buscando y buscando».

En la actualidad, Luis tiene un contrato a jornada completa de lunes a viernes durante seis meses. No sabe qué pasará después de este periodo pero él espera «que haya más faena y guste». «Donde trabajo es un edificio grande y siempre quieras o no hay que ir rotando para mantener las cosas porque después cuesta más dinero», señala.

«Ojalá durara hasta que me tuviese que jubilar», concluye Luis.