Nuevo Hogar Betania es el sueño de una niña gaditana, de La Línea, que desde pequeña se desvivía por aportar, colaborar, ayudar en su barrio, a sus vecinos, a sus compañeros, y que así empezó a forjar su camino para levantar un proyecto colosal.

Esta asociación, de origen gaditana y que se ha instalado en diversas comunidades del país, atiende a personas en situación de exclusión social (mujeres víctimas de trata de seres humanos, familias, inmigrante, personas sin hogar, reclusos y ex-reclusos, inmigrantes...). Y esa niña es Begoña Arana, premio Princesa de Girona en 2019, cuya última felicitación llega desde el gobierno autonómica con la concesión del Premio Meridiana por sus iniciativas contra la violencia de género y su trabajo en la lucha contra la violencia machista en general y específicamente contra la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual.

La entidad ha cumplido una década en 2022 fruto del trabajo sin descanso y a contracorriente. Ha incluido la inteligencia artificial como herramienta para alcanzar sus objetivos, mantiene su crecimiento y pronto prestará su atención en territorios de Sudamérica y África. Es el sueño de una pequeña niña que se ha convertido en un gigante.

-Es un nuevo reconocimiento, otro más, pero ¿qué significa el Premio Meridiana para usted?

-Es un orgullo. Además de la importancia del premio, entra dentro del área de 'trata y violencia de género', donde los esfuerzos son enormes y las situaciones muy difíciles, y nos distingue por un modo de intervención diferente, profesional, interdisciplinar, que hemos procesado y madurado con el tiempo.

-¿Cuál es la diferencia en su labor con respecto a otras organizaciones similares?

-Es diferencial por varios factores. Primero hacemos un estudio analítico y exhaustivo de los perfiles poblacionales. Recibimos la demanda, ponemos a la persona en el centro de la atención y llevamos a cabo una intervención holística e integral, muy personalizada, no con reglas generales. Y además tenemos secuencias para precisar que se logra el impacto. El objetivo es que, tras un periodo entre 7 y 12 meses, la persona a la que atendemos esté recuperada emocionalmente, empoderada, con la autoestima adecuada y necesaria e integrada en la sociedad.

-Cuenta algo absolutamente novedoso. Pocos se atreven en esta sociedad, y menos en el trato con seres humanos, a marcarse metas y plazos de manera tan concreta.

-Sí. Otras organizaciones se dedican sobre todo a proteger a las personas, sin pensar en el futuro. Nosotros fijamos plazos de tiempo porque creemos que es necesario para sacarlas de la zona de confort, obligar y empujar. Además, somos pioneros en aportar la Inteligencia Artificial dentro de la intervención social.

-¿La Inteligencia Artificial? ¿Y cómo es eso?

-Es una forma de proceder propia y puedo decir que nos sirve para optimizar tiempo y ganar en resultados.

-¿De cuántas personas se compone el equipo profesional de humano de Nuevo Hogar Betania?

-Actualmente, trabajamos 120 personas en cinco Comunidades Autónomas. En Andalucía contamos con delegaciones en las diferentes provincias a excepción de Almería y Córdoba, además de en Madrid, País Vasco, Extremadura y las Islas Canarias. Son 120 profesionales, jóvenes, con muchísimo conocimiento, talento, y humanidad. Porque esa es otra diferencia. Es necesario humanizar esta parte pues tratamos con personas, con seres humanos, y por ello hay que sumar proximidad, empatía, cercanía, corazón...

-¿Y a cuantos usuarios prestan atención?

-Al día podemos trabajar con unas mil personas.

-¿Cuáles son las áreas que trata de manera específica el Nuevo Hogar Betania?

-La trata y la violencia de género, el sinhogarismo, la población reclusa y exreclusa, emergencias y atención humanitaria y la intervención en el territorio. Se atiende a personas en situaciones graves, de alta intensidad en un aspecto negativo.

-¿Por qué nace esta asociación en la provincia de Cádiz? ¿Por sus condicionantes específicos en cuanto a miseria, exclusión, carencias económicas y sociales...?

-No. Nace en La Línea porque yo soy linense. Es un sueño hecho realidad con 36 años. Esa posibilidad de emprender socialmente, de crear, participar, en la sociedad, con apoyo hacia las personas más vulnerables e invisibles. Es cierto que en Cádiz se circunscriben muchas circunstancias.

-¿Y cómo encauzó ese sueño?

-De niña, yo he participado en mi barrio, siempre me ha gustado colaborar y participar con la sociedad. Por ello, yo que iba para ser ingeniera, acabé siendo ingeniera pero de caminos humanos, estudiando Trabajo Social y más tarde formándome en esta senda (licenciada en Criminología y Seguridad Pública). Dotándome de las herramientas para promocionar mi actitud. Es un trabajo duro, donde es fundamental creer firmemente en lo que hago, y por eso es maravilloso a la par que intenso.

-¿Siente el apoyo de la sociedad?

-Cierto que me siento una gaditana orgullosa de ver cómo el pueblo sabe lo que hacemos y responde de manera positiva. ¿Que podría ser más y mejor? Sí, porque aquí nunca es suficiente. Pero hay que tener paciencia.

-Una de las áreas más relevantes que trabaja Nuevo Hogar Betania es la trata de personas y la violencia de género. ¿Cómo es la situación actual?

-Uff. Jodida, por desgracia. Desde 2003 hasta ahora han muerto asesinadas por violencia machista 1.192 mujeres, y estamos en el siglo XXI, donde se nos presume una mayor formación y conciencia. Detrás de esas cifras hay muchas jóvenes y una escandalosa permisividad del machismo. En mi caso y el de la asociación, soy abolicionista total de la prostitución. No creo que las mujeres que la ejercen lo hagan por gusto, me quedo en ese 97% de chicas que están obligadas, los datos que maneja el Ministerio. La prostitución alimenta la trata y la trata alimenta la prostitución.

-¿Y por qué no se logra avanzar en este terreno?

-Parece que gusta el control, el dominio, pero en realidad, no puedo dar la razón expresa porque si así fuera atajaríamos el camino. colocaríamos el cortafuegos. Falta mucha prevención y educación.

-¿Qué retos, qué proyectos tiene esta entidad a corto-medio plazo?

-Estamos escalando a nivel internacional con la perspectiva de acceder y penetrar en los orígenes poblacionales de muchas de las personas que atendemos. Pronto estaremos en Sudamérica, en Colombia, y en África tenemos un proyecto de educación y formación.