“Podemos construir una sociedad en la que nos entendamos mejor”
Jesús García García es un gaditano de 29 años que desde hace algún tiempo realiza labores de voluntariado en la Asociación Cardijn, en Cádiz capital. Su aproximación tuvo lugar durante el Trabajo de Fin de Grado. Y es que la entidad presenta una magnífica herramienta para conocer y analizar las vivencias de tantos migrantes que llegan a Europa cruzando la puerta del Estrecho. Formado en Humanidades, apoyo con clases de lengua española para favorecer la integración de los jóvenes.
-¿Cuál es su labor en la Asociación Cardijn?
-Actualmente realizo las labores de voluntariado. Comencé dando talleres sobre el sistema político español, y ahora mismo estoy enfocado en dar clases de español.
-¿Cómo llegó a la entidad?
-Comencé aquí con el Trabajo de Fin de Grado de Humanidades, que era sobre el proyecto migratorio, Cádiz como puerta de entrada a Europa para la inmigración africana. Venía a hacer entrevistas, conocí a varios. Vi este mundo y quise participar.
Viendo la labor que hacen, entendí que un proyecto como éste necesita manos que ayuden.
-¿Cuál es el perfil de sus estudiantes?
-Tengo alumnos de todo tipo. El margen de edad es muy amplio. Desde más chicos a otros que ya me superan en edad. Por regla general son bastante aplicados. Los hay charlatanes, bromistas, pero tienen dos características comunes: están llenos de vida, de alegría, y sorprende que gente que haya vivido y sufrido muchas cosas, vengan con esa sonrisa. Y son muy aplicados
-¿De dónde proceden?
-Los hay procedentes de norte a sur de toda África. Hay muchos marroquíes y procedentes del Magreb. Pero también subsaharianos: Senegal, Sudán, El Chad, Camerún, Mali... Por toda la geografía africana, sobre todo parte occidental.
-Aprenden rápido.
-Aprenden bastante rápido. con la diferencia de que las personas que únicamente hablan árabe tienen más dificultad por las diferencias que las personas que hablan francés. Pero son chicos que sienten pronto la necesidad de aprender.
También aprenden rápido por el agradecimiento que ofrecen a cualquier persona que les presta un poco de ayuda.
-¿Por qué es tan importante que aprendan español?
Es muy importante por razones obvias. Aquí toda la vida se desarrolla en especial: para trabajar, pedir citas para el médico, preguntar por una parada de autobús, para conseguir sus papeles en regla, a nivel de calle... Habrá quien intente comprenderlos, pero lo normal es que ellos se tengan que adaptar para desarrollar su proyecto de vida.
¿Qué vida se imagina en el futuro? ¿Piensa seguir en el voluntariado?
Yo voy viviendo al día y me va diciendo que quiero continuar. Me encantaría, tengo muchos proyectos. Aquí nos dicen a todo que sí. Propongo actividades y siempre las aceptan.
Organizamos actividades no sólo para que aprendan español sino también para sacarlos a la calle. Una gran ilusión y ambición mía es que se les conozco. Que la gente de a pie conozca que aquí no sólo hay un centro de inmigrantes, sino que conozcan como son, podemos construir una sociedad en la que nos entendamos bastante más.
¿Qué es lo más gratificante de tu trabajo?
-Hay satisfacciones a todos los niveles. Lo más directo e inmediato es el cariño que te llevas de los chicos de aquí. Uno sale lleno de energía positiva. Siempre te reciben con una sonrisa. Luego, en el día a día, es gratificante cuando ves que los chicos hablan mejor que la semana parada, o cuando uno te cuenta las ideas que quiere desarrollar.
Y una satisfacción más utópica, que es que siento que estoy aportando un granito de arena. Dentro de este mundo que tenemos, algo se está haciendo.